El Rey y el 25 de abril

El 25 de abril, las Cortes Valencianas conmemoraron el aniversario de la derrota de Almansa. Como consecuencia de la misma, seg¨²n es sabido, los valencianos perdimos los fueros por medio del decreto de Nueva Planta dictado por el primer Borb¨®n, Felipe V, someti¨¦ndonos a las leyes de Castilla al mismo tiempo que se nos impon¨ªa la lengua castellana prohibiendo el uso de la valenciana. Dos d¨ªas antes, el d¨ªa 23 y en Alcal¨¢ de Henares, el rey Juan Carlos I, descendiente directo de aquel Felipe V que tanto da?o nos hizo, declaraba refiri¨¦ndose al idioma castellano: 'Nunca fue la nuestra una lengua de imposici¨®n sino de encuentro, a nadie se le oblig¨® nunca a hablar en castellano'. La conmemoraci¨®n de la derrota de Almansa no significaba otra cosa que un desmentido rotundo a las palabras del Rey. Pero nadie -repito, nadie- de nuestra clase pol¨ªtica que forma parte de las Cortes Valencianas, tuvo el detalle de proponer un comunicado del Parlamento que representa a todos los valencianos desmintiendo las palabras del Rey y poniendo las cosas en su punto de respeto a la verdad hist¨®rica. ?No era una ocasi¨®n de lo m¨¢s oportuna, dada la coincidencia en las fechas para, con todo respeto, pero con toda firmeza, hacer p¨²blico un comunicado poniendo en evidencia las desafortunadas afirmaciones del monarca?

La presidenta de las Cortes Valencianas, do?a Marcela Mir¨®, cayendo en el m¨¢s espantoso de los rid¨ªculos, aprovech¨® el acto institucional conmemorativo para censurar a la oposici¨®n 'por el excesivo volumen de inciativas parlamentarias'. En palabras de la se?ora presidenta, 'hemos de esforzarnos para que en las funciones tradicionales de las Cortes contemos con mayor frecuencia con el elemento de calidad y de reflexi¨®n estrat¨¦gica'. Se?ora presidenta: todo eso est¨¢ muy bien, si a usted as¨ª le parece, pero no era el momento. Se estaba conmemorando un acto hist¨®rico. Y hubiese sido mejor y m¨¢s adecuado al motivo de la convocatoria, recordar lo que aquella fecha del 25 de abril signific¨® para los valencianos. Para quienes amamos nuestra tierra, nuestro pueblo y tratamos de sacar ense?anzas de no pocos acontecimientos de nuestra a veces desgraciada historia, estas conmemoraciones las entendemos como motivo de reflexi¨®n sobre lo sucedido que nos sirva para afrontar el futuro con m¨¢s entereza y m¨¢s firmeza en cuanto a la defensa de nuestra identidad, para sentirnos pueblo entre los dem¨¢s pueblos.

Pero uno ya entiende, se?ora presidenta de las Cortes Valencianas que a ustedes, estas cosas les resbalan. Seamos sinceros: ?qu¨¦ m¨¢s le da a usted que Felipe V quisiese imponernos la lengua castellana y abolir la nuestra propia? Y al presidente Zaplana, ?qu¨¦ m¨¢s le da si, en definitiva, lo que quer¨ªa imponernos el primer Borb¨®n era la lengua del se?or Zaplana y eliminar la nuestra? ?Ojal¨¢ hubiese sido as¨ª!, pensar¨¢. Ahora no tendr¨ªa tantos quebraderos de cabeza sobre esa broma de la Academia Valenciana de la Lengua. Alguien me preguntaba el otro d¨ªa si Zaplana iba a manifestar su desagrado por las afirmaciones del Rey en Alcal¨¢ de Henares sobre el castellano, como ha hecho el presidente Pujol. Trat¨¦ de contenerme la risa y s¨®lo pude decirle: 'Es que Zaplana no ¨¦s d'aquest m¨®n'. No encontr¨¦ mejor manera de disculpar a nuestro presidente.