Una muestra retrospectiva descubre la pintura desafiante y simb¨®lica de Virginia Lasheras

La escritura, la arquitectura y la figura humana, las tres grandes referencias en la pintura de Virginia Lasheras (Almer¨ªa, 1946-Madrid, 2000), est¨¢n presentes en la exposici¨®n retrospectiva que sobre la artista ha inaugurado en Sevilla la Caja San Fernando, en la sala Chicarreros. M¨¢s de 30 obras que permiten seguir la trayectoria art¨ªstica de una pintora prematuramente desaparecida y cuya verdadera dimensi¨®n, sostiene el comisario de la muestra, Mariano Navarro, no ha sido reconocida hasta ahora.

'La exposici¨®n recoge la obra de madurez de Lasheras, una artista en permanente rebeld¨ªa que no precisaba de revoluciones t¨¦cnicas, pero que desconfiaba incluso del acomodo en s¨ª misma', dice Navarro. Una actitud la de Lasheras que expres¨® por escrito en sus cuadernos de trabajo, donde recogi¨® una cita del artista japon¨¦s Taro Okamoto, fechada en 1911, que dice as¨ª: 'Lo esencial en el arte es el desaf¨ªo. El arte es un ataque incondicional y en todas direcciones. La expresi¨®n obsequiosa que se acomoda y transige para obtener el favor del p¨²blico y gustar f¨¢cilmente no merece llamarse arte. Me resulta imposible no rechazar ese tipo de obras que se consideran como buena pintura o como Pintura con may¨²scula. Jam¨¢s transigir¨¦ con esos cuadros que son una nueva expresi¨®n de talento o de una destreza m¨¢s o menos h¨¢bil o astuta'.

La pintora dedic¨® un extenso texto a la figura del h¨¦roe, al que construye una tumba. 'La tumba es prolongaci¨®n de sus anteriores trabajo rituales, ejemplos de la incapacidad humana para comprender y transformar el mundo, que le conducen a la magia, el rito y la invenci¨®n de los dioses. Lugares de rito que son c¨¢rceles, f¨ªsicas y del alma. La tumba del h¨¦roe es la tumba donde yace la idea por la que uno muere', comenta Navarro.