Objetivo manipulador
El fot¨®grafo Joan Fontcuberta expone en la Universidad de Alicante una serie de im¨¢genes ficticias con apariencia real
Una fotograf¨ªa, generalmente, es el calco de un hecho real y objetivo. Sin embargo, cuando las fotos se convierten en arte y en creaci¨®n no tienen porqu¨¦ responder a esa premisa tradicional. El fot¨®grafo Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) ha experimentado durante los ¨²ltimos quince a?os lo que ¨¦l mismo ha designado la cultura de la sospecha, en la que espoleando la mente del espectador con propuestas ficticias en un marco real intenta establecer una reflexi¨®n permanente entre realidad y ficci¨®n.
Fontcuberta quiere demostrar lo f¨¢cil que resulta la manipulaci¨®n cuando el marco objetivo apunta a una veracidad en sus contenidos. Sus exposiciones tienen como objetivo desmantelar los mitos existentes en el mundo de la cultura, la ciencia, la historia y los medios de comunicaci¨®n donde la informaci¨®n en letra impresa se reviste de una aureola de autenticidad que, en ocasiones, es falsa y enga?osa.
Ese juego entre realidad y ficci¨®n lo puede experimentar sobre el terreno el espectador visitando la Sala 365 del Museo de la Universidad de Alicante (MUA) donde se expone Contranatura, que permanecer¨¢ abierta hasta el 16 de junio. Una exposici¨®n que re¨²ne, por primera vez, en un ¨²nico escenario el trabajo de Joan Fontcuberta, uno de los fot¨®grafos m¨¢s reconocidos a nivel internacional.
La muestra recoge siete series diferentes. Herbarium (1984), un tratado de bot¨¢nica, donde analiza, mediante la metodolog¨ªa convencional, una serie de hallazgos y combina datos reales con otros inventados. Las plantas supuestamente ver¨ªdicas son, en palabras del autor, 'pseudoplantas'. El objetivo de Herbarium radica es 'desautorizar cualquier confianza acr¨ªtica y desacreditar la representaci¨®n que se pretende objetiva', explica el fot¨®grafo.
En la segunda serie, Fauna (1989), el autor propone una reflexi¨®n sobre los modelos de lo real y la credibilidad de la imagen fotogr¨¢fica. La serie, que naci¨® con la colaboraci¨®n fotogr¨¢fico-literaria de Pere Formiguera, presenta mediante fotograf¨ªas, radiograf¨ªas, dibujos de campos, mapas de viajes, fichas z¨®ol¨®gicas, registros sonoros y v¨ªdeos de animales, un bestiario fant¨¢stico.
La oferta fotogr¨¢fica de Fontcuberta sigue con la secci¨®n Constelaciones (1994), conjunto de im¨¢genes de un cielo estrellado como el que se observa cada noche. Sin embargo, estas visiones, tal y como explica el autor se han obtenido 'conduciendo mi coche por la autopista en verano, atesorando los cad¨¢veres de insectos en el parabrisas. El efecto, sin duda, una imagen po¨¦tica que re¨²ne lo rom¨¢ntico con lo macabro, el esplendor y la miseria del universo'. Fontcuberta dice que en Constelaciones plasma la idea de que las huellas pueden ser equ¨ªvocas, meros espejismos.
En el cuarto apartado de la muestra, bajo el titulo de Safari (1996), el fil¨®sofo-fot¨®grafo-artista, toma como referente el continente africano donde junto a las fotograf¨ªas tur¨ªsticas y de museos aparecen leones y la sabana de fondo.
Con El artista y la fotograf¨ªa (1996), quinta serie, el autor intenta instaurar la duda. Para ello, Fontcuberta, moviliza unos recursos de contrainformaci¨®n para hacer visible el autoritarismo del museo y del comisario. 'No para negar su existencia, sino simplemente para suscitar una reflexi¨®n cr¨ªtica sobre nuestro protocolo de relaci¨®n con ellos', explica.
En la sexta serie, Spuntnik (todav¨ªa no instalada al completo), Fontcuberta se convierte en cronista e historiador al narrar la tragedia del cosmonauta Ivan Istochnikov, perdido en el espacio en extranas circunstancias. Para dotar de autenticidad la historia del astronauta, el artista emplea una gran cantidad de documentos hist¨®ricos (biograf¨ªa y fotos de vida personal incluidas) con abundante informaci¨®n que contextualizan la ¨¦poca del suceso y validan la autenticidad del caso. Para Joan Fontcuberta, 'la epopeya de Istochnikov, a pesar de su dram¨¢tica dimensi¨®n, no tiene m¨¢s que un valor anecd¨®tico y podr¨ªa constituir un argumento de una novela de ciencia ficci¨®n'. Fontcuberta pretende aqu¨ª resaltar que el aspecto de la manipulaci¨®n de im¨¢genes en relaci¨®n al discurso hist¨®rico es lo que m¨¢s interesa. Para concluir el viaje entre lo imaginario y lo real, la muestra se completa con la serie Sirenas (2000), donde el autor nos invita a realizar intervenciones ef¨ªmeras o permanentes en una reserva natural donde destacan los restos fosilizados de amonites gigantes, ictiosauros y sir¨¦nidos (mam¨ªferos acu¨¢ticos).
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