Estrategia y lealtades
Ibarretxe propone un debate a Mayor Oreja para distanciarle del PSOE. Y Mayor Oreja responde que sin Nicol¨¢s Redondo no hay debate, disipando as¨ª de golpe las nubes de bronca entre populares y socialistas que encapotaron el pacto antiterrorista durante unas horas. Naturalmente, no habr¨¢ debate. Porque el objetivo de Ibarretxe no era debatir con Mayor sino resquebrajar la alianza entre el PP y el PSOE. La respuesta de Mayor ha sido saludada como un gesto de lealtad que coloca los principios del pacto por encima de los intereses partidarios. Algunos incluso han elogiado el valor ¨¦tico de su gesto, son los mismos que dan por supuesta la incompatibilidad entre ¨¦tica y pol¨ªtica, con lo cual otorgan a menudo un sorprendente beneficio de impunidad a los gobernantes. Estamos tan acostumbrados a que los pol¨ªticos se dejen llevar por peque?os rendimientos inmediatos que les ciegan y les impiden ver ni siquiera el medio plazo, que cuando uno de ellos -Mayor Oreja, en este caso- responde pensando en el resultado del final de la etapa m¨¢s que en los puntos que pueda conseguir en una meta volante doblan las campanas en su honor.
Mayor ha tenido un gesto de lealtad que refuerza la posibilidad de un gobierno constitucionalista despu¨¦s de las elecciones. Pero la elegancia del gesto no es incompatible con los intereses de Mayor como candidato y de su partido. Lo que ha hecho Mayor es no vender su estrategia por un movimiento t¨¢ctico. Y su estrategia para llegar a ser lehendakari s¨®lo puede ser una: el pacto con el PSOE. De otro modo no llega, ni por la v¨ªa pol¨ªtica, ni por la ¨¦tica, ni por la est¨¦tica, ni por la m¨¢s elemental aritm¨¦tica. Y al mismo tiempo demuestra que a veces la lealtad a los pactos y la eficiencia en la defensa de los propios intereses no son incompatibles. Por ejemplo, cuando los pactos responden a un acuerdo de fondo y no son simples ejercicios de funambulismo pol¨ªtico para distraer al personal. Al ser leal al PSOE, Mayor Oreja compromete m¨¢s todav¨ªa a los socialistas con los populares. Resultar¨ªa muy complicado para los socialistas hacer lehendakari a Ibarretxe pudiendo hacer lehendakari a Mayor. La presi¨®n medi¨¢tica ser¨ªa enorme y cualquier explicaci¨®n ser¨ªa muy improbable que se entendiera, especialmente fuera de Euskadi.
Cabe, sin embargo, una hip¨®tesis nada improbable: que PNV y EH sumen m¨¢s que PP y PSOE. El lehendakari ha insistido en que no aceptar¨¢ un pacto de investidura con EH; ha llegado incluso a decir que rechazar¨ªa sus votos. ?Qu¨¦ significa esto? Podr¨ªa perfectamente ocurrir que el lehendakari dijera que no quiere los votos de EH pero que se los dieran igualmente porque EH sabe que ¨¦ste es el mejor modo de desestabilizar m¨¢s todav¨ªa la situaci¨®n vasca, que es la tarea que le tiene encargada ETA. Para evitar cualquier sospecha, el lehendakari tendr¨ªa que responder muy concretamente a esta pregunta: ?qu¨¦ piensa hacer con EH? Dando por supuesto, ¨¦l lo ha dicho, que no pactar¨¢ con los batasunos, la pregunta se ajusta m¨¢s: ?qu¨¦ har¨ªa si fuera elegido con el voto de EH que durante la campa?a ha rechazado? ?Dimitir¨ªa para dar paso a una coalici¨®n sin EH? ?Buscar¨ªa unas nuevas elecciones? ?O gobernar¨ªa a pesar de que la legislatura pasada ha demostrado la inviabilidad de hacerlo en estas condiciones? ?sta es la cuesti¨®n clave de la campa?a. Ibarretxe no deber¨ªa eludirla.
En estas circunstancias, el PSOE podr¨ªa tener la tentaci¨®n de la alianza con el PNV, con la coartada de sacarle de las garras de EH y asegurar la gobernabilidad. Pero tendr¨ªa que ser muy evidente la rectificaci¨®n estrat¨¦gica del PNV y muy altas sus concesiones a la hora de formar gobierno para que el PSOE pudiese entrar en este envite. La debilidad que mostr¨® el PSOE en sus anteriores alianzas con el PNV no es un buen augurio. Rosa D¨ªez dice que los socialistas se sienten enga?ados por el PNV, pero hubo tiempos en que se dejaron enga?ar muy f¨¢cilmente. Rechazando a Redondo, Ibarretxe aparentemente ha hecho un mal negocio: ha entregado definitivamente al PSOE a la alianza con el PP. ?Es una estrategia para preparar un nuevo acuerdo con EH?
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