Caos, infierno

'O yo o el comunismo', dec¨ªa Franco, y mucha gente se hizo comunista. Franco muri¨® y el comunismo tambi¨¦n: ya no podr¨ªan ser comisarios pol¨ªticos y se pasaron a la democracia reinante -mon¨¢rquica-, donde ser¨ªan ministros, subsecretarios; pasando al centro, al socialismo, a la derecha. Peque?os rasgos psicol¨®gicos del pancista (quienes acomodan su comportamiento a lo que creen m¨¢s conveniente para su provecho y tranquilidad, dice la Academia). Hoy son gran mayor¨ªa: gobiernan, tienen empresas, dirigen, cobran dividendos: cuidan su panza. No iba tras ese trozo de la historia c¨ªnica, sino a la expresi¨®n, por inter¨¦s ling¨¹¨ªstico, y sus variantes. 'M¨ªa o de la tumba fr¨ªa', dec¨ªa la canci¨®n machista, que es un ejemplo de esa forma. Cuando Pakist¨¢n y EE UU vieron a la URSS en Afganist¨¢n, pusieron a los talib¨¢n: antes que el caos, llamando caos al comunismo. El nuevo Afganist¨¢n es repugnante asesino, torturador: pero estudian (taleb, estudiante) una religi¨®n, que leen incesantemente (mejor cualquier religi¨®n asesina que el ate¨ªsmo blanco). Personas respetables amparan (pagan) al Dalai Lama, en un exilio esot¨¦rico, que busca ni?os en que reencarnarse; gentes que se conmueven ante los monjes budistas sucedidos por otros ni?os que agarran donde sea (de Granada se llevaron uno): ser¨¢n mejor, dicen, esos tontos con a?afiles en el T¨ªbet que la ocupaci¨®n china a la que Bush est¨¢ atacando otra vez (Clinton, rojo).

He presenciado m¨¢s de una vez c¨®mo las gentes de orden crean el caos de un r¨¦gimen para luego llevar el orden: la Rep¨²blica espa?ola fue asaltada, saboteada, tiroteada, por las gentes bien que la acusaron del caos que creaban ellos, y la atacaron para instalar la paz de los sepulcros. La frase es habitual: o yo 'nosotros' (en democracia) o el caos, el comunismo, la guerra. Hay algunas variantes a 'caos': desastre, matanza, robos, asaltos, violaciones... Leo ahora una nueva: 'infierno'. Peces-Barba Mart¨ªnez, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho, se?alaba ayer (este peri¨®dico) los dos escenarios ¨²nicos para el Pa¨ªs Vasco: uno, que los nacionalistas acepten la Constituci¨®n y el Estatuto; el otro, un Gobierno de coalici¨®n PSOE-PP. 'Fuera de esos dos escenarios s¨®lo queda m¨¢s de lo mismo. Es decir, un infierno'. Y ya saben ustedes lo que es el infierno. Adem¨¢s, no existe.