Xarxa
Las bestias estaban a favor, pero los dioses se hab¨ªan confabulado en contra. Tras la suspensi¨®n por lluvia del espect¨¢culo el mes de mayo del a?o pasado, el equipo de Xarxa Teatre dirig¨ªa la mirada hacia un cielo encapotado, cubr¨ªa con pl¨¢sticos especiales sus carcasas y rezaba o blasfemaba, seg¨²n los casos. Al anochecer del pasado martes, las nubes se abrieron al fin y la representaci¨®n pudo comenzar en los jardines del templo de Debod, en pleno centro de Madrid. Con el soporte de una gran estructura met¨¢lica, una docena de m¨²sicos y de actores puso en escena toda la magia de la evoluci¨®n de la figura del toro bravo a trav¨¦s de la historia. Luces, m¨²sica, danza, acrobacia y teatro se dieron cita en un espect¨¢culo total que disfrutaron el millar y pico de espectadores que fueron capaces de desafiar una desapacible noche en la capital. Con los gestos marcados por la admiraci¨®n, los buenos aficionados madrile?os descubrieron a uno de los grupos de teatro de calle m¨¢s importantes del pa¨ªs. Una compa?¨ªa que ha conseguido usar espacios abiertos para acoger representaciones que rechazan verse reducidas en los l¨ªmites estrechos de una sala teatral.
Desde hace 18 a?os se consideran artistas callejeros -ni m¨¢s ni menos- y han recorrido media Europa con montajes como Veles e vents, Nit m¨¢gica, El foc del mar o el citado y m¨¢s reciente de D¨¦us o b¨¨sties. Se ha convertido Xarxa Teatre en una de las compa?¨ªas teatrales m¨¢s renovadoras al utilizar todos los elementos que permiten las nuevas tecnolog¨ªas sin perder de vista que la esencia del teatro pasa por la inmediatez, la irrepetibilidad y el encanto de la cercan¨ªa. Su escenificaci¨®n y sus ritmos lograron un objetivo dif¨ªcil: trasladar esencias del Mediterr¨¢neo y caldear una noche invernal, aunque fuera en medio de la primavera. Pero, una vez m¨¢s, estos triunfos apenas resuenan en un pa¨ªs valenciano acostumbrado a reconocer a sus artistas s¨®lo cuando regresan, de allende las fronteras, cargados de premios y de aplausos. Se llaman Xarxa Teatre y trabajan en Vila-real desde hace casi dos d¨¦cadas.
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