La Polit¨¦cnica investiga los diplomas fraudulentos
Las academias se consideran 'estafadas', y los alumnos comienzan a presentar reclamaciones
La reuni¨®n que mantuvieron ayer el decano de la facultad de Inform¨¢tica, Emilio Torrano, y el rector de la Universidad Polit¨¦cnica, Saturnino de la Plaza, se sald¨® con el acuerdo de constituir una comisi¨®n 'privada y restringida' para esclarecer el caso de los certificados de microinform¨¢tica falsamente avalados por la universidad. El decano, que pretend¨ªa llevar el caso a los tribunales, cifra en m¨¢s de 78.000 los alumnos que han podido recibir en toda Espa?a uno de estos certificados.
El caso se ha complicado, ya que han aparecido diplomas firmados por el antigo decano, Jos¨¦ Luis Morant, y se ha constatado que una fundaci¨®n de la Polit¨¦cnica facturaba a Arrese, la empresa mediadora entre IBM y las academias privadas, para comercializar los cursos.
De las tres peticiones que present¨® el decano Torrano al rector, en la reuni¨®n que mantuvieron ayer para esclarecer el caso de los diplomas fraudulentos, s¨®lo consigui¨® la promesa de abrir una investigaci¨®n que realizar¨¢ un grupo de catedr¨¢ticos de la propia universidad. De la Plaza descart¨® recurrir a los servicios de inspecci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n, ya que se trata de ense?anzas no regladas que no generan ning¨²n t¨ªtulo oficial.
Torrano, que cifr¨® en 78.000 los certificados falsos, exigi¨® tambi¨¦n el inicio de acciones legales contra Arrese (empresa ubicada en la calle de N¨²?ez de Balboa, que actu¨® de mediadora entre la multinacional IBM y las academias), as¨ª como la apertura de un expediente informativo y una auditor¨ªa externa en el Centro de Transferencia Tecnol¨®gica en Inform¨¢tica y Comunicaciones (Cettico), una ramificaci¨®n de la Fundaci¨®n General de la Polit¨¦cnica.
De la Plaza se comprometi¨® a investigar los posibles beneficios que ha podido reportar a trav¨¦s de Cettico el convenio firmado con Arrese en 1996, que autorizaba a personal de la facultad a desarrollar software y material educativo para la ense?anza de microinform¨¢tica en academias, pero en ning¨²n caso a la utilizaci¨®n de referencias expresas a la Universidad en los certificados que impart¨ªa. El rector dej¨® claro que se trata de cantidades 'moderadas', que no cree que superen los ocho millones de pesetas anuales. La facultad ha puesto un t¨¦lefono (913 367 400) y un fax (913 367 412) a disposici¨®n de los damnificados.
Dos firmas distintasEn los diplomas que la facultad ha encontrado hasta el momento, figuraban, adem¨¢s del logotipo de IBM Espa?a, el sello, el logo y el nombre de la facultad de inform¨¢tica y la presunta firma de Pazos, que asegura que nunca dio autorizaci¨®n para la utilizaci¨®n de su r¨²brica. Ahora se han descubierto otros certificados -que Inform¨¢tica tambi¨¦n considera fraudu-lentos- con la firma del anterior decano, Jos¨¦ Luis Morant, cargo que ocup¨® entre diciembre de 1994 y febrero de 1999. Morant asegur¨® que ¨¦l permiti¨® la utilizaci¨®n de su firma porque le autorizaban a ello diversos convenios universitarios. Contratos que no le constan al actual equipo de gobierno.'El decano al que suced¨ª [Jos¨¦ Luis Mat¨¦, actual vicerrector de la Polit¨¦cnica] tambi¨¦n los firmaba [los diplomas]', subray¨® Morant. Pero, por otra parte, el antiguo decano escribi¨® una carta a varias academias, entre ellas Arrese, el 24 de septiembre de 1998, en la que recordaba que el convenio entre Arrese y la Facultad de Inform¨¢tica de Madrid (FIM) exig¨ªa autorizaci¨®n expresa por parte de este centro para hacer referencia a la misma. En cualquier caso, Morant desautorizaba en este escrito el uso del logotipo universitario y aseguraba que la ¨²nica menci¨®n posible a la facultad era la de 'cursos supervisados o desarrollados por profesores de la FIM', pero en ning¨²n caso avalados por ella.IBM sique pensando que su actividad formativa est¨¢ avalada por contratos suscritos con la Universidad en 1989, 1994 y a?os sucesivos. Y que los diplomas se han expedido en virtud de estos contratos. Aunque como ya declar¨® el anterior rector, Rafael Portaencasa, con el que se firm¨® el primer convenio de 1989, '¨¦ste s¨®lo autorizaba a impartir cursos de posgrado'. La multinacional asegura que los cursos se han impartido con toda normalidad desde 1989 y no se explica qu¨¦ es lo que ha cambiado en la universidad para que ahora se pongan en entredicho.
A pesar de ello, IBM no ha dudado en romper relaciones con Arrese en cuanto su director, Juan Pi, tuvo conocimiento de los graves hechos que se le imputaban.
IBM inici¨® su relaci¨®n comercial con Arrese en el a?o 1994, cuando la demanda de cursos que recib¨ªa hizo necesario contratar un agente. Arrese est¨¢ formada por antiguos miembros de IBM, hecho que tambi¨¦n se encuentra investigando la compa?¨ªa.
No s¨®lo IBM ten¨ªa un convenio de colaboraci¨®n con Arrese para impartir estos cursos. Tambi¨¦n Microsoft lleg¨® a un acuerdo en el verano de 2000 con esta empresa para que impartiera unos cursos de microinform¨¢tica. En los diplomas, Microsoft pod¨ªa aparecer como empresa colaboradora, pero nunca como aval de la calidad del curso y menos como empresa que otorgaba ning¨²n tipo de diplomas. Fuentes de la empresa aseguran desconocer que presuntamente los avalara la Facultad de Inform¨¢tica, aunque as¨ª aparec¨ªa en los anuncios publicitarios de diferentes centros.
Las academias implicadas califican de irreparable el da?o, tanto para ellas como para sus alumnos. Teodoro Calleja, administrador de la academia ISE, que firm¨® un contrato con Arrese en octubre de 1998, asegur¨® que luchar¨¢n con 'u?as y dientes' por los 1.500 alumnos que ya han realizado los cursos y por los otros 1.000 que todav¨ªa est¨¢n en su centro. Incluso piensan solicitar a la Universidad una posible 'legalizaci¨®n' de los diplomas. Mientras sus abogados estudian las posibles acciones legales, se enfrentan a las solicitudes de devoluci¨®n del importe de los cursos y a denuncias de alumnos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.