Miedo a la libertad

?ste es el t¨ªtulo -como todo el mundo sabe- de una de las obras m¨¢s emblem¨¢ticas del psic¨®logo germanoamericano, Erich Fromm, el centenario del nacimiento del cual se ha convertido en el cambio de milenio. T¨ªtulo -El miedo a la libertad- que describe exactamente el s¨ªndrome del que est¨¢ afectada la derecha de nuestro pa¨ªs, desde que obtuvo la mayor¨ªa absoluta.

Efectivamente, desde una prepotencia mal digerida y peor disimulada, no pasa d¨ªa que no asistimos perplejos a los recortes de la libertad de los ciudadanos valencianos. El pen¨²ltimo episodio -siempre hay que temer una nueva fechor¨ªa al d¨ªa siguiente-, ha sido la negativa de la Diputaci¨®n provincial -marioneta del gobierno de Eduardo Zaplana- a autorizar la cesi¨®n de la Plaza de Toros para celebrar festivamente el 25 d'Abril, en homenaje a la ciudad de Valencia. ?La excusa? Los da?os al coso y a la estatua del torero que hay delante, por parte de los asistentes que son acusados, adem¨¢s, de proetarras (!). Se ve que los fans del t¨¢ndem Eduardo Zaplana-Julio Iglesias -o Eduardo Zaplana-Norma Duval-, cuando explotan de fervor patri¨®tico en los m¨ªtines-espect¨¢culos, en la misma plaza, lo dejan todo impoluto: WC que hace olor a colonia, sillas plegadas, ni un papel ni desperdicio al suelo y la estatua de marras con el trapo pasado. Y claro, as¨ª, a?o tras a?o, la Diputaci¨®n provincial de Valencia les renueva el permiso para aclamar a los suyos.

Pero que miles y miles de ciudadanos y ciudadanas -discrepantes de la pol¨ªtica cultural genocida y antivalenciana del Partido Popular- se re¨²nan para defender el territorio y la lengua, el pluralismo y la democracia, la dignidad como pueblo y el derecho a la existencia, eso pone nerviosa a la derecha local, la del pensamiento ¨²nico, acostumbrada hist¨®ricamente a adhesiones inquebrantables.

A¨²n tendr¨¢ raz¨®n Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cuando dice que la transici¨®n puede darse por terminada. Volvamos al franquismo.