La larga crisis de El Olivo mina sus esperanzas electorales
Las luchas internas de la coalici¨®n de izquierdas italiana han hecho crecer las posibilidades de victoria de Berlusconi
Si el magnate de la televisi¨®n privada italiana, Silvio Berlusconi, se alza de nuevo con la victoria electoral el pr¨®ximo 13 de mayo, parte del m¨¦rito ser¨¢ de sus adversarios del centro-izquierda. Durante cinco a?os, el Gobierno salido de las elecciones de 1996, el primero de izquierdas en la historia de la Rep¨²blica, ha vivido combati¨¦ndose entre bastidores. Las luchas internas se han saldado con cuatro graves crisis, la primera de las cuales, en octubre de 1998, acab¨® con el Gobierno de Romano Prodi y convirti¨® en astillas el s¨ªmbolo de El Olivo, rescatado ahora por el nuevo l¨ªder de la coalici¨®n, Francesco Rutelli, que trata de repetir el 'efecto Prodi'.
Curzio Maltese, cronista pol¨ªtico del diario La Repubblica, ha culpado recientemente a la izquierda italiana de haber facilitado la resurrecci¨®n pol¨ªtica de Berlusconi, que se prepara para una victoria probable. 'Siempre es as¨ª. En todas las elecciones se gana porque el otro pierde', admite con iron¨ªa el polit¨®logo Giovanni Sartori. 'Pero en el caso de El Olivo hay que reconocer que era una coalici¨®n demasiado heterog¨¦nea y dividida, que al final ha provocado una par¨¢lisis en el Gobierno'. Sartori no cree que sea justo achacarle a la izquierda, en general, y a Massimo d'Alema, l¨ªder del principal partido -los Dem¨®cratas de Izquierda-, en particular, uno de los mayores fracasos de la legislatura: el colapso de la comisi¨®n bicameral, creada para afrontar una serie de importantes reformas constitucionales en 1997. 'Fue Berlusconi el que la abandon¨®, porque exig¨ªa una especie de moratoria judicial que era imposible concederle', dice.
El Gobierno salido de las elecciones de 1996 ha vivido cinco a?os combati¨¦ndose entre bastidores
El Olivo tampoco fue capaz de llevar adelante la reforma de la ley electoral, a la que todos los pol¨ªticos italianos consideran culpable de la inestabilidad de los sucesivos Gobiernos. 'Cambiar la ley es fundamental, pero no como pretend¨ªa el refer¨¦ndum de 2000, porque hacer m¨¢s mayoritaria una ley que ya lo es casi completamente no arreglaba nada. Para evitar la inestabilidad pol¨ªtica habr¨ªa que modificarla en sentido proporcional puro o tomar ejemplo del sistema franc¨¦s de doble turno de partido', a?ade Sartori.
No se puede olvidar tampoco que la coalici¨®n naci¨® d¨¦bil. Prodi necesit¨® desde un principio el apoyo del Partido de Refundaci¨®n Comunista (PRC), que exigi¨® siempre un alto precio. Fausto Bertinotti, el l¨ªder del partido, provoc¨® dos crisis. La primera, en el oto?o de 1997, resuelta in extremis con diplomacia por Prodi, y la segunda y definitiva, en octubre de 1998, que provoc¨® la ca¨ªda de Il Professore. Entre una y otra crisis, Italia consigui¨® asegurarse un sitio en el euro gracias a la 'eurotasa', un impuesto especial para reducir la mastod¨®ntica deuda p¨²blica del pa¨ªs y cumplir raspando con los par¨¢metros de Maastricht.
El ¨¦xito de la entrada en el euro no evit¨® la ca¨ªda de Prodi, que fue sustituido por Massimo d'Alema gracias a los votos de una veintena larga de diputados elegidos en el centro-derecha y 'conducidos' al Gobierno por el senador vitalicio Francesco Cossiga. Criticado indirectamente por Berlusconi por esta operaci¨®n, Cossiga se ha defendido diciendo que est¨¢ orgulloso de haber llevado a un ex comunista al Palazzo Chigi (sede del Gobierno italiano) y que su iniciativa fue esencial para que Italia participara en la guerra de Kosovo como un aliado fiable de la OTAN. Tampoco el Gobierno de D'Alema goz¨® de mucha estabilidad. En las navidades de 1999-2000 se enfrent¨® a un voto de censura, superado por los pelos gracias a la reestructuraci¨®n de la coalici¨®n. En la primavera siguiente, los catastr¨®ficos resultados del centro-izquierda en las elecciones regionales le obligaron a dimitir. Su sucesor, Giuliano Amato, ha sobrevivido a no pocas tormentas. La ¨²ltima, contra el Vaticano, por un problema sanitario provocado por el centro emisor de Radio Vaticana.
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