Duelo fratricida

MANRESA. La capital del Bages sabe qu¨¦ es tener baloncesto de ¨¦lite. Excepto dos temporadas, desde 1967, el club de la ciudad se ha codeado con los mejores equipos de Espa?a, y Manresa reconoce que, a menudo, se la sit¨²a como ciudad por la proyecci¨®n que tiene su club de baloncesto. Cuando los resultados acompa?aron -en la temporada 1997-1998 el club se proclam¨® campe¨®n de la Liga ACB y en la 1995-1996, campe¨®n de Copa-, adem¨¢s de proyecci¨®n exterior, el baloncesto aport¨® un alto grado de autoestima a los manresanos.

'El baloncesto de ¨¦lite se mueve en el mundo de los s¨ªmbolos, pero no es una realidad importante, es una realidad simb¨®lica importante', se?ala el editor Eudald Tomasa, que admite que tener un equipo en el m¨¢ximo nivel en los deportes que tienen m¨¢s arraigo -f¨²tbol y baloncesto- es una ayuda para cualquier ciudad. Aunque, asegura, los elementos que confieren la imagen real de la urbe son 'la universidad, la din¨¢mica cultural, el impulso comercial y su capacidad industrial'. El deporte, si hay resultados de relieve, tiene el valor de 'proyectar una imagen positiva de la ciudad'.

Manresa ha padecido esta temporada el amargo sabor de ser de segunda: no aparece, como antes, en la prensa ni, sobre todo, en la televisi¨®n.

El sector comercial y empresarial de la ciudad habla de la importancia de tener un referente deportivo de primer nivel. Es importante para Manresa como ciudad, pero tambi¨¦n, en palabras del secretario de la C¨¢mara de Comercio, Josep Ribera, para Manresa como l¨ªder de un proyecto territorial: 'Si quiere ser un referente, si aspira a ser capital de la Catalu?a central o si quiere ser un n¨²cleo importante de esta futura regi¨®n debe apostar por tener un equipo deportivo en la ¨¦lite'. El alcalde, Jordi Valls, insiste: 'Manresa es una ciudad mediana, pero asume con ambici¨®n la responsabilidad de ser punto de referencia en el territorio central, y el baloncesto y la m¨¢xima categor¨ªa son un ejemplo de esta voluntad de liderazgo en todos los ¨¢mbitos'.

No hay un an¨¢lisis econ¨®mico y social de la importancia que supone para la ciudad tener un equipo en una primera divisi¨®n, pero en el resto de categor¨ªas 'se pierde una importante difusi¨®n', en opini¨®n de Ribera. El deporte 'no te da nada, pero el nombre de la ciudad suena, se promociona y se filtra entre el ciudadano', en palabras de Ribera que corrobora Valent¨ª Roqueta, presidente de Caixa Manresa.-

La capital del Segri¨¤, donde el baloncesto siempre se hab¨ªa movido en ¨¢mbitos regionales y nunca en primera l¨ªnea, vive una aut¨¦ntica pasi¨®n alrededor de un equipo modesto que, sin estridencias, se ha hecho fuerte a base de triunfos y en s¨®lo dos temporadas ha reunido m¨¦ritos suficientes para disputar a Manresa una plaza en la divivi¨®n de ¨¦lite del baloncesto espa?ol. El Caprabo Lleida no quiere desaprovechar la oportunidad de inscribir su nombre en la historia del segundo deporte m¨¢s popular en Espa?a tras el f¨²tbol. De momento ya ha conseguido arrebatarle protagonismo al f¨²tbol en una ciudad en la que la UE Lleida ha sido la entidad insignia durante sus m¨¢s de 60 a?os de existencia. Incluso puede darse la paradoja de celebrar el ansiado ascenso a la ACB el mismo d¨ªa en que el equipo de f¨²tbol da con sus huesos en el pozo de la Segunda Divisi¨®n B.

Directivos y aficionados admiten que la presencia del Caprabo Lleida en la ¨¦lite del baloncesto espa?ol ser¨ªa una sorpresa agradable, la consumaci¨®n de un sue?o colectivo surgido casi de la nada, ya que cuando debut¨® en la liga LEB, hace dos temporadas, nadie daba un duro por un equipo armado con remiendos baratos y dise?ado para no quedar el ¨²ltimo.

El sistema de competici¨®n ha supuesto una mala jugada para los dos equipos catalanes, obligados a enfrentarse entre s¨ª en semifinales, con lo que uno de ellos quedar¨¢ eliminado, algo que ser¨¢ muy doloroso porque entre manresanos y leridanos existen magn¨ªficas relaciones. El Caprabo Lleida accedi¨® hace dos a?os a la liga LEB gracias a una plaza donada por el entonces TDK Manresa, pero en la pista no hay concesiones.

'?Muerto el f¨²tbol, viva el baloncesto!', exclaman los seguidores leridanos, necesitados de un sustitutivo para hacer olvidar los sinsabores de f¨²tbol y sabedores de lo importante que es tener un equipo en la ¨¦lite que agrupe los sentimientos y los anhelos colectivos y que, adem¨¢s, proyecte la imagen de la ciudad m¨¢s all¨¢ de sus confines. Se dice que una ciudad -sobre todo si es de medianas dimensiones- aparece en el mapa si su equipo de f¨²tbol o de baloncesto juegan en la m¨¢xima categor¨ªa. Lleida tiene actualmente 114.000 habitantes, y es evidente que si tuviera un equipo en la ACB lograr¨ªa aparecer de nuevo en los mapas, como cuando el club de f¨²tbol jug¨® en Primera Divisi¨®n, adem¨¢s de obtener ventajas sociales y econ¨®micas.

En el supuesto de conseguir el ascenso, el Caprabo Lleida entrar¨ªa en una nueva dimensi¨®n y deber¨ªa afrontar el futuro con otras miras. Lo primero que tendr¨ªa que hacer es resolver el problema de la pista. La ACB exige un pabell¨®n con un aforo m¨ªnimo para 5.000 personas y otros equipamientos complementarios. Donde juega ahora, el Onze de Setembre, s¨®lo tiene capacidad para 1.600 aficionados. El club y el Ayuntamiento ya tienen proyectada la construcci¨®n de un pabell¨®n prefabricado.- LLU?S VISA