Chamorro re¨²ne en un libro sus recuerdos y vivencias con Juan Benet

Como punto de partida, Chamorro se marc¨® el de los contenidos de la amistad. 'Cualquier persona o pericia que quedara fuera de ese estricto dominio ser¨ªa descartada', cuenta el autor en el pr¨®logo. El libro comienza con un alarido horripilante, en el curso de una fiesta, en la que sonaba My way, de Nina Simone, y en la que, entre otros, estaban El¨ªas Querejeta, Antonio Mart¨ªnez Sarri¨®n y Juan Garc¨ªa Hortelano.

Para describir personajes, atm¨®sferas y situaciones, Chamorro se coloc¨® en el papel del personaje que pasaba por ah¨ª. 'No he pretendido escribir una biograf¨ªa, ni tampoco elaborar una teor¨ªa global sobre la obra de Benet', aclar¨®. 'He contado aquellos contenidos de una amistad que pueden ser de inter¨¦s para el lector de una obra que se basta a s¨ª misma'.

Un homenaje

La presentaci¨®n de Juan Benet y el aliento del esp¨ªritu sobre las aguas, a la que asistieron Eugenio y Juana Benet, dos de los hijos del escritor fallecido en Madrid en 1993, deriv¨® en un homenaje a un amigo. El acad¨¦mico y profesor Francisco Rico fue directamente al grano. '?Estuvo Benet a la altura de su vida y de su obra?', se pregunt¨® el acad¨¦mico, para quien el libro deja bien claro desde el t¨ªtulo que tiene dos poros. 'Se puede leer como una biograf¨ªa o una novela donde todos los elementos responden. Hay muchos perfiles de actitudes y comportamientos que acompa?an a sus palabras lo suficientemente sugestivas como para que el lector se haga cargo de d¨®nde surg¨ªa la fascinaci¨®n'.

Jaime Salinas, el editor de casi toda su obra, qued¨® cautivado por la personalidad de Benet nada m¨¢s conocerlo, en 1966, en Alianza Editorial. 'No me pareci¨® espa?ol. Era m¨¢s cosmopolita y europeo de lo que hab¨ªa conocido hasta entonces', dijo. Como editor y amigo, Salinas era uno de los fijos en lo que describi¨® como 'las noches en Pisuerga', la calle donde viv¨ªa el escritor, pero pronto decidi¨® frecuentar menos esas reuniones masivas y optar por verlo a solas. Esa cercan¨ªa acabar¨ªa revel¨¢ndole 'un Juan fr¨¢gil, tierno y generoso, lo que no coincid¨ªa con su faceta m¨¢s conocida'. Una cena en un restaurante ruso, a base de vodka y arenques, fue el ¨²ltimo encuentro entre ambos.

'Es cierto que beb¨ªamos bastante. Consum¨ªamos cualquier sustancia prometedora que quedara a nuestro alcance. Cualquiera', cuenta Chamorro en uno de los cap¨ªtulos. Para escribir un libro de estas caracter¨ªsticas, el autor, m¨¢s que a la memoria, recurri¨® a 'la pr¨¢ctica coloquial. La literatura de Benet grad¨²a su propia penumbra, con lo cual el que la visita s¨®lo tiene que adecuar la retina a la penumbra del ambiente y ver cosas'.

Javier Mar¨ªas, F¨¦lix de Az¨²a y Vicente Molina Foix -'los j¨®venes b¨¢rbaros', en palabras del profesor Rico- no pod¨ªan quedar ausentes del libro. 'No puedo evitar que la pincelada quede algo secreta, porque el n¨²cleo fuerte de intimidad que form¨¢bamos Sarri¨®n, Hortelano y yo no inclu¨ªa una relaci¨®n de amistad que corr¨ªa por otro curso', aclar¨® Chamorro, para el que la relaci¨®n con Benet, m¨¢s que con la literatura, ten¨ªa que ver 'con una amistad entre forajidos'.