La democracia del futuro no tiene mapa

Si no llega a ser porque lord Ralph Dahrendorf se tom¨® muy en serio su papel de presidente y moderador, el apasionante debate sobre La profundizaci¨®n del proceso democr¨¢tico se hubiese prolongado hasta el infinito. Pol¨ªticos, intelectuales y periodistas de Europa y Am¨¦rica iniciaron ayer en Madrid con ese tema la primera de las dos jornadas que tratar¨¢n uno de los grandes temas de nuestro tiempo, La democracia en el nuevo milenio, t¨ªtulo de un seminario organizado con motivo de la conmemoraci¨®n de los 25 a?os de EL PA?S, que analiz¨® los dif¨ªciles retos a los que los sistemas democr¨¢ticos tendr¨¢n que enfrentarse en el siglo que acaba de empezar.

'Hemos querido celebrar este primer cuarto de siglo de EL PA?S con el mismo esp¨ªritu con que nacimos: debatiendo sobre la democracia y mirando hacia el futuro, no para adivinarlo, sino para ayudar a construirlo, contarlo y explicarlo, que para eso est¨¢n los peri¨®dicos y los medios de comunicaci¨®n en general', fueron las palabras con las que Jes¨²s de Polanco, presidente del Grupo PRISA, abri¨® un seminario, coordinado por los periodistas Andr¨¦s Ortega, de EL PA?S, y el brit¨¢nico Peter Galliner.

El soci¨®logo, pol¨ªtico y economista brit¨¢nico lord Dahrendorf sent¨® en su intervenci¨®n de apertura las bases de lo que ser¨ªa la discusi¨®n posterior. 'La democracia se enfrenta a dos grandes amenazas: tratar la pol¨ªtica como cualquier otro bien de consumo y que importantes decisiones emergen desde espacios pol¨ªticos donde no tenemos absoluta democracia', dijo. El pensador franc¨¦s Jacques Attali abri¨® otro frente cuando asegur¨® que 'el principal aliado de la democracia es a la vez su principal enemigo: el mercado' porque 'crea una ideolog¨ªa del ego¨ªsmo y es, en s¨ª mismo, una apolog¨ªa de lo nuevo'.

El parlamentario laborista israel¨ª y ex ministro de Exteriores Shlomo Ben Ami, toc¨® otros dos temas sensibles, recogidos tambi¨¦n en el coloquio posterior: la integraci¨®n de los 'otros' en una sociedad -'el narcisismo de las peque?as diferencias'- y el papel de los medios de comunicaci¨®n en un mundo 'donde se habla cada vez menos de la prensa y cada vez m¨¢s de los media'.

El ex presidente del Gobierno socialista espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, lanz¨® una serie de dardos dial¨¦cticos: 'Vivimos una crisis del Estado naci¨®n' o 'la pol¨ªtica se ha hecho inmedi¨¢tica'. 'La transici¨®n fue f¨¢cil, pero peligrosa, porque el libreto ya estaba escrito: sab¨ªamos que quer¨ªamos ser como el resto de las democracias occidentales. Ahora, el problema de la consolidaci¨®n de la democracia es que no tenemos libreto', agreg¨®.

El periodista polaco Adam Michnik, uno de los mitos de la lucha por la libertad en los pa¨ªses ex comunistas, cerr¨® el primer turno de palabra recordando la situaci¨®n en los Estados que estuvieron al otro lado del muro, 'donde las instituciones de la sociedad civil no est¨¢n suficientemente enraizadas y las instituciones son d¨¦biles'.

La globalizaci¨®n, el poder de los medios de comunicaci¨®n -para algunos insuficiente, para otros excesivo-, la lucha contra la corrupci¨®n, las promesas incumplidas de igualdad, reparto y riqueza que trajo la democracia a los pa¨ªses que se acaban de incorporar a ella, el desprecio hacia los pol¨ªticos que sienten muchos ciudadanos, la confianza en las instituciones o la posibilidad de un Gobierno mundial fueron otros temas que surgieron durante el coloquio.

'No habr¨¢ democracia si no existe una construcci¨®n de la sociedad. Hay demasiada pol¨ªtica del hoy, aqu¨ª y ahora, y no oigo nunca hablar de la Europa de los valores y los principios democr¨¢ticos', dijo ?lvaro Gil-Robles, comisario para los Derechos Humanos del Consejo de Europa. Trinidad Jim¨¦nez, responsable de pol¨ªtica exterior del PSOE, dijo que 'no pasa nada porque el Estado naci¨®n est¨¦ en crisis' y se mostr¨® optimista, ya que consider¨® que 'instituciones como el TPI o el Tratado de Kioto' muestran una 'tendencia imparable hacia un Gobierno mundial' cuyos principios democr¨¢ticos tendr¨¢n que ser construidos 'contando con los ciudadanos'.

Precisamente esa distancia de los ciudadanos hacia las instituciones que les representan es algo que preocupa a Javier Pradera, editorialista y columnista de EL PA?S, que asegur¨® que 'el desprecio hacia los pol¨ªticos' es un asunto 'muy grave', ya que es una profesi¨®n que hay que defender. Y, en ese mismo campo, la catedr¨¢tica de ?tica Victoria Camps introdujo un concepto que hab¨ªa sobrevolado a los asistentes durante toda la ma?ana. 'La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcci¨®n, no puede haber una aut¨¦ntica democracia'.