Deseos de claridad
A poco m¨¢s de las once y media de la noche yo hablaba de cr¨ªmenes con mi amiga Rosa Mora: de novelas de cr¨ªmenes exactamente, de Jorge M. Reverte y James Ellroy, por tel¨¦fono, entre Madrid y Nerja, y se cort¨® la comunicaci¨®n. Volvimos a llamarnos. Qu¨¦ raro, ha sido una especie de explosi¨®n, y se ha cortado el tel¨¦fono, dijo Rosa, y seguimos hablando de literatura. A la ma?ana siguiente me lo dicen Rosa y el peri¨®dico: fue una bomba en la calle Goya de Madrid, cerca de Serrano, siete heridos. No acaba el terror, que, como apuntaba ayer en esta p¨¢gina Luis Garc¨ªa Montero, deforma o elimina el sentido de todo.
Hablo con amigos. El profesor italiano me cuenta que est¨¢ dudando si coger un avi¨®n e irse a votar a Italia, contra Berlusconi. Le digo que su voto se notar¨¢ poco, pero el profesor me explica la gravedad del ascenso de Berlusconi. Es mi editor en Italia, le contesto, bromeando. S¨ª, es due?o de editoriales, peri¨®dicos y televisiones, plut¨®crata televisivo, concreta mi amigo el profesor. Berlusconi es un h¨¦roe de anuncio: es igual a esos modelos publicitarios en los que coinciden millones y felicidad. Lo rico es mejor y Berlusconi es el hombre m¨¢s rico de Italia. Tiene un equipo de f¨²tbol, el Milan: ?no es ¨¦ste el mundo pol¨ªtico en el que podemos participar en mayor medida? La televisi¨®n y el espect¨¢culo deportivo, donde opinamos y aclamamos asambleariamente y tomamos la calle si hace falta: Campeones, campeones, o¨¦, o¨¦, o¨¦. Ahora, adem¨¢s, Berlusconi se ve a s¨ª mismo como un legislador revolucionario: un Napole¨®n. Todos los poderes para Berlusconi. Mi amigo quiere votar contra eso.
Mi amigo italiano habla de pol¨ªtica con pasi¨®n, lo contrario que mi amigo vasco, que prefiere no hablar. ETA es el terror: aqu¨ª lo conocemos, aqu¨ª ETA ha matado mucho. Hace poco fui a Bilbao y alguien me coment¨® que la pol¨ªtica del PP sembraba la enemistad entre las gentes de Espa?a, contra los vascos. Yo le dije que sembrar enemistad era ir a M¨¢laga, Granada o Sevilla y pegarle un tiro a un inocente. No seguimos hablando. El silencio de Bilbao me sobrecogi¨®, un silencio de bar bullicioso: nadie hablaba del terror. Creo que la inmensa haza?a del movimiento ?Basta Ya! ha sido devolverle el valor a las palabras, invitando a la rebeli¨®n abierta contra los criminales. La l¨®gica criminal de ETA consiste en dividir el mundo entre propios y extra?os: a los extra?os ETA los condena a muerte, y la l¨ªnea entre propios y extra?os la fija el terrorista, de manera que, en cualquier momento, el propio puede ser considerado extra?o y ejecutado. La estrategia de ETA es convertir su divisi¨®n entre propios y extra?os en una guerra civil.
Este domingo que no termina de aclararse despu¨¦s de d¨ªas en que mayo se disfraz¨® de octubre, yo tengo mis deseos pol¨ªticos: ojal¨¢ salga de la votaci¨®n vasca un gobierno en el que se concentren todos los partidos que no creen en el asesinato. Est¨¦n a favor o en contra de la independencia, que gobiernen los que militan contra la crueldad. Al Pa¨ªs Vasco lo desfiguran los asesinos y los que todav¨ªa miran comprensivamente la matanza de quienes no comparten las ideas e ideales de los asesinos.
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