Machado en Barcelona, pen¨²ltimo acto
Un emotivo recorrido permite seguir las huellas del poeta en la ciudad en los ¨²ltimos meses de su vida
En el umbral del Majestic de Barcelona hay una placa que recuerda el nombre de Antonio Machado y su estancia en el hotel en la primavera de 1938. Ante ¨¦l se reuni¨® el s¨¢bado por la ma?ana un grupo de personas convocadas por los organizadores de L'Aventura de Llegir, las actividades de fomento de la lectura que se realizan en las bibliotecas p¨²blicas de la ciudad. ?Para qu¨¦? Para reseguir, con la ayuda de un gu¨ªa, Jordi Cerd¨¤; una actriz, Mar Fern¨¢ndez, y un m¨²sico, ?lex Blanco, las huellas del poeta en los ¨²ltimos meses de su vida.
En el tr¨ªptico que entregan los organizadores del recorrido, que se repetir¨¢ en los dos s¨¢bados pr¨®ximos, hay dos fotograf¨ªas de Machado. Una es de los primeros momentos de su llegada a Barcelona. La otra, de poco antes de partir hacia el exilio, en enero de 1939. La diferencia, unos cuantos kilos menos en la segunda. Eran los ¨²ltimos meses de la guerra civil y Machado, comprometido con la Rep¨²blica, deb¨ªa de ser muy consciente de que la contienda estaba perdida. Con esta imagen en las manos de los participantes empieza una visita que les llevar¨¢ desde el Majestic al edificio de La Vanguardia, utilizado entonces por el Gobierno instalado en Barcelona como ¨®rgano de expresi¨®n y en cuyos ejemplares figuraba el lema 'Diario al servicio de la democracia'. En sus p¨¢ginas escribi¨® el autor de Campos de Castilla.
Un gu¨ªa, una actriz y un m¨²sico ayudan a evocar al autor de 'Campos de Castilla'
En el volumen de Poes¨ªas completas de Machado, Manuel Alvar escrib¨ªa sobre su obra que 'rara vez las palabras han significado m¨¢s directamente aquello que quer¨ªan significar'. M¨¢s llanas, si cabe, fueron en los ¨²ltimos d¨ªas de la guerra. Es algo que queda patente en la selecci¨®n de sus poemas y art¨ªculos que Fern¨¢ndez emplea en los dos recitales que acompa?an el recorrido. Por un lado, el compromiso pol¨ªtico frente a aquellos que, en su 'tr¨¢gica mentecatez' y 'rencorosa frivolidad', 'han vendido Espa?a'. Por otro, la a?oranza de Guiomar, su amante en los ¨²ltimos tiempos, que se hab¨ªa refugiado en Portugal: 'De mar a mar, entre los dos la guerra / m¨¢s honda que la mar'.
Machado ten¨ªa 62 a?os cuando lleg¨® a Barcelona, procedente de Valencia. Primero se hosped¨® en un Majestic intervenido por el Gobierno de la Rep¨²blica y convertido en una suerte de albergue. M¨¢s tarde, en una torre rodeada de jardines -en un 'palacio abandonado', como escribi¨® Jos¨¦ Bergam¨ªn a Le¨®n Felipe- en la que ahora se llama plaza de Kennedy. En la ciudad coincidi¨® tambi¨¦n con el poeta ruso Ilia Ehrenburg, quien en su ¨²ltimo encuentro le vio 'tan viejo como la misma Espa?a'.
M¨¢s viejo de lo que lleg¨®, pues, Machado abandon¨® Barcelona el 22 de enero de 1939, cuatro d¨ªas antes de que las tropas franquistas entraran por la avenida Diagonal. Con su hermano Jos¨¦ y su madre cruz¨® la frontera con Francia, pero no lleg¨® muy lejos. Ni tan s¨®lo el misterio de su ¨²ltimo verso, encontrado en el bolsillo de un abrigo en la habitaci¨®n donde muri¨® en Colliure, fue tal. En ¨¦l brota la melancol¨ªa del exiliado y la del hombre mayor que, como cerrando un c¨ªrculo, regresa a la ni?ez: 'Estos d¨ªas felices y este sol de la infancia', escribi¨®. Unos papelitos con el verso llueven sobre el p¨²blico, sentado en la vieja rotativa de La Vanguardia como si de un auditorio se tratara. Fin del pen¨²ltimo acto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.