'El Liverpool es un equipo del mont¨®n'
Jos¨¦ Manuel Esnal, Man¨¦ (Balmaseda, 1950) afronta la final de la Copa de la UEFA contra el Liverpool con una mezcla de tranquilidad y filosof¨ªa. Sabe que su equipo, el Alav¨¦s, puede ganar a un rival con m¨¢s tradici¨®n que recursos. Ya pas¨® el tiempo de disfrutar de lo conseguido y de pensar en lo que queda por conseguir.
Pregunta. El Liverpool es el equipo que menos goles ha recibido en el torneo y el Alav¨¦s el m¨¢s goleador. ?Quiere eso decir que, si se juega m¨¢s al f¨²tbol, el Alav¨¦s tiene m¨¢s posibilidades de ganar?
Respuesta. No. Son dos equipos con la forma de jugar muy definida, y muy parecidos. Los dos juegan en repliegue y contraataque. El que mejor haga la organizaci¨®n defensiva tendr¨¢ algo ganado y si mete el primer gol bastante m¨¢s. Nosotros tenemos m¨¢s pegada, acierto goleador tanto en estrategia como en contraataque, y con diferentes hombres. Quiz¨¢ hemos perdido un poco de intensidad defensiva. Ellos van a jugar exactamente igual. A pesar de que est¨¢n mostrando diferentes matices en casa y fuera, mantienen siempre los mismos fundamentos: repliegue, una presi¨®n muy fuerte y lo que pescan Owen, Heskey o Fowler. En este tipo de partidos funciona la emotividad. ?Estamos capacitados para todo eso? Yo tratar¨¦ de relajar lo m¨¢ximo posible el contexto y de que los jugadoresvayan a disfrutar.
P. ?Tiene el Alav¨¦s m¨¢s variantes en su juego?
R. Nosotros vamos a jugar al contraataque, que es como mejor jugamos. Si tenemos que ir al ataque, sabemos hacerlo en determinados partidos. No s¨¦ si en ¨¦ste. Pero hay que estar preparado tambi¨¦n. Tenemos jugadores que saben buscar opciones de gol, cada uno de manera diferente.
P. ?Cu¨¢nto pesan en una final de este tipo el club y el equipo?
R. Para eso hay que tirar de estad¨ªstica. Desde el punto de vista de la experiencia, no podr¨ªa contestar, pero el Ajax irrumpi¨® en las secuencias de los grandes equipos italianos con otro modelo de juego y casi sin afici¨®n. Es algo que no me planteo.
P. Personalmente, est¨¢ viviendo muchas experiencias por primera vez: la semifinal de la Copa del Rey, la permanencia en Primera, la clasificaci¨®n para la Copa de la UEFA y ahora esta final. ?Le basta con su propia experiencia, a pesar de que no ha vivido antes una final, o le gusta asesorarse por alguien que s¨ª la haya experimentado?
R. Apelo a todo, pero en especial trato de practicar el menos com¨²n de los sentidos: el sentido com¨²n. Y a partir de ah¨ª, a funcionar, sin alaridos. Hay que tomarlo con naturalidad, como hemos hecho hasta ahora, sin que la presi¨®n nos coma, abstray¨¦ndonos de que hay 8.000 aficionados que nos apoyan y de otras arengas que se suelen echar. Hay que ir contra natura, porque parece que se les quiere echar demasiada responsabilidad encima. Disfrutando, hemos llegado hasta aqu¨ª y no vamos a cambiar. En la Liga hemos tenido la responsabilidad de los resultados durante mucho tiempo, y jugando a no perder. Aqu¨ª hay que jugar a ganar.
P. ?Tambi¨¦n quiere transmitir el mismo mensaje que con el Inter y otros rivales, que el equipo debe disfrutar?
R. S¨ª, pero siempre pensando en ganar. Hay mil formas de ganar.
P. ?Es el Liverpool un equipo tremendamente defensivo?
R. S¨ª. M¨¢s que defensivo, hace bien el trabajo defensivo. No lo hace con el repliegue hasta la ¨²ltima l¨ªnea, como el Bayern M¨²nich. Lo hace en dos l¨ªneas, mucho m¨¢s zonal y con m¨¢s ayudas en la banda. Luego, tiene menos calidad a la hora de salir al contraataque, pero cualquier patada que da al bal¨®n forma un l¨ªo. Si conseguimos que nuestra l¨ªnea de atr¨¢s no pierda el orden, habremos solucionado much¨ªsimo y el Liverpool se las ver¨¢ mal. As¨ª como el Bayern es m¨¢s imaginativo, aqu¨ª dependen de los jugadores de arriba.
P. Cuando el Inter se cruz¨® en el camino del Alav¨¦s, recit¨® de memoria la alineaci¨®n de los italianos en los a?os sesenta. ?Tiene tambi¨¦n cierta veneraci¨®n hacia el f¨²tbol ingl¨¦s en general y el Liverpool en particular?
R. No. Desde el Mundial de 1966 ya no me ha interesado apenas. Desde que vi jugar a Bobby Charlton. Luego entraron Dalglish y Keegan, pero eran otra cosa. Eran Charlton en malo. Les he visto durante a?os, pero no me emocionan. Igual es por una raz¨®n de edad.
P. La mayor¨ªa de los jugadores del Alav¨¦s prefer¨ªan en la final al Liverpool por lo que significa. Deportivamente, ?tambi¨¦n prefer¨ªa a los ingleses?
R. Prefer¨ªa al Bar?a por razones pr¨¢cticas, ya que, si quedaba campe¨®n y no alcanzaba la Liga de Campeones, dejaba esa plaza al s¨¦ptimo de la Liga espa?ola. Era pura pr¨¢ctica. Deportivamente, no hay comparaciones. Es igual.
P. A un partido, ?hay diferencias entre un rival y otro?
R. El equipo peque?o tiene m¨¢s posibilidades.
P. ?Pero, en esta final, el Alav¨¦s es un equipo peque?o o un club peque?o?
R. Me refiero al club. El Liverpool nos triplicar¨¢ en aficionados. Ser¨¢ como jugar fuera de casa.
P. El Alav¨¦s ya no es una casualidad.
R. No, no... Porque hay buenos futbolistas y, aparte de materia prima, se ha adquirido experiencia. Hay momentos m¨¢s tensos y menos tensos y es entonces cuando se ve el car¨¢cter.
P. Usted lleva cuatro a?os en el Alav¨¦s y el equipo se ha remodelado cada temporada. ?Es inevitable?
R. S¨ª en un equipo peque?o como ¨¦ste. Primero, porque a algunos futbolistas te los fichan los grandes equipos. Hay que incorporar a otros jugadores que ayuden a hacer el equilibrio entre j¨®venes y mayores, entre hombres de responsabilidad y aspirantes. Y que al mismo tiempo el aficionado entienda que es un equipo competitivo. Es lo que corresponde al Alav¨¦s. Hay que pensar que somos de lo m¨¢s peque?ito. Siempre jugando en esa misma l¨ªnea, normalmente, te equivocas. Nosotros corregimos sobre la marcha.
P. ?Ha pagado el efecto Man¨¦, aquella forma de funcionar a base de jugadores desconocidos, sobre todo hace dos a?os, cuando regres¨® a Primera Divisi¨®n?
R. No. Lo que ocurre es que toc¨® as¨ª. El club dio un salto presupuestario de 150 millones a 600, y de 600 a 2.000. Esas cifras asustan, sobre todo cuando no hay un conocimiento sobre c¨®mo controlarlas. Se trat¨® de encontrar lo m¨¢s destacable en la Segunda B y sacarle rendimiento. Pero enseguida vimos que s¨ª, que corr¨ªamos tanto como el que m¨¢s, que est¨¢bamos organizados como nadie y sab¨ªamos la lecci¨®n. Al final est¨¢ el talento del futbolista. Desde diciembre, la aportaci¨®n de Julio Salinas, Belsu¨¦ y otros fue decisiva. Esto nos ha dado poso a todos.
P. ?Y usted se ha quitado esa costra de gestor de recursos escasos?
R. No. Todav¨ªa me dura.
P. ?A¨²n le consideran un entrenador de Segunda?
R. Sin duda. En muchas preguntas ves lo que envuelve el pensamiento de quien pregunta. Cada uno es libre de pensar lo que crea conveniente. No soy una persona que no evolucione, porque entonces me muero. No me gusta colgar el cerebro en el perchero. M¨¢s bien todo lo contrario. Me gusta experimentar cosas nuevas.
P. ?Hay entrenadores que ganan prestigio con pocos m¨¦ritos y otros, como usted, que nunca terminan de ser considerados a la altura de sus logros?
R. El entrenador estrella tiene mucho ganado, pero no ser¨¢ m¨¢s feliz que nosotros. Ahora soy muy feliz porque Del Bosque, Irureta, Lotina, V¨ªctor Fern¨¢ndez..., est¨¢n ah¨ª. Cada uno tiene su perfil personal, pero son razonables en las cosas que hacen.
P. ?Y no le duele en su orgullo que se dude de su capacidad para manejar un gran equipo?
R. No, no, no. Los grandes equipos dudan de todos. Hay perfiles personales que se adaptan a determinados equipos en determinados momentos. El problema es si aciertas con tu personalidad en ese equipo. A m¨ª me gustan las cosas normales m¨¢s que las continuamente excepcionales. Excepcional es lo que ocurre en el Barcelona, donde por primera vez en la historia hay 85 directivos y hablan 15, hay discrepancias sobre los contratos de muchos jugadores y su futbolista m¨¢s emblem¨¢tico, Guardiola, se marcha porque no se le ha atendido bien seguramente. Pero, ante esto, ?otro entrenador diferente a Serra habr¨ªa sido capaz de mejorar el rendimiento del equipo?
P. ?Le da miedo un equipo grande?
R. No. Hace tiempo que vi-vo con el miedo.P. Pero un entrenador que ha estado en el Levante y ahora juega la final de la Copa UEFA... ?La tentaci¨®n personal no es superar retos?
R. S¨ª y no. La tentaci¨®n personal siempre es la de que quien te contrate se sienta respondido. En este sentido, casi seguro estoy convencido de hacerlo, pero si mi perfil se ajusta. Pero no porque digan 'este chico, que no ha ganado nada, es ambicioso y est¨¢ arriba, le tenemos que contratar; porque es importante que no haya logrado nada, porque los que s¨ª han logrado nos vienen dando lecciones y nos sacan mucho dinero'. ?Pero se creen que soy gilipollas? La exigencia del club grande va con grandes exigencias.
P. ?Entrenar¨ªa al Liverpool?
R. A cualquiera, pero en t¨¦rminos coherentes.
P. ?Corre el Alav¨¦s el riesgo de morir de ¨¦xito?
R. Hay cosas inevitables. Cr¨ªas a un hijo y un d¨ªa se te quiere marchar. La vida es muy agradecida al ver c¨®mo esos futbolistas han pasado por tu club. Y hay que tratar de hacer eso mismo con otros. Hay que tener buen ojo al seleccionar la materia prima. El Alav¨¦s y otros equipos deben saber qu¨¦ papel desempe?an.
P. Usted ha revalorizado jugadores que parec¨ªan muy discutibles: Javi Moreno, Jordi, Tomic...
R. Es parte de nuestra tarea.
P. ?Es m¨¢s dif¨ªcil ser t¨¦cnico o gestor de recursos humanos?
R. Unas veces hay que cargar en un costado y otras en otro. Ojal¨¢ tuviese que dedicarme menos a los rollos y disfrutar siempre de la pachanga.
P. ?Le preocupa el ¨¢rbitro de la final?
R. S¨ª, para qu¨¦ nos vamos a enga?ar. No s¨¦ qui¨¦n es. Es un elemento al que no puedes marcar de cerca.
P. ?Le preocupa el p¨²blico?
R. No. Creo que ser¨¢ una final mod¨¦lica. Se van a sentir muy superiores por n¨²mero, por nombre, por todo. Seguro. Esto siempre marca otro ritmo de relaciones.
P. ?Ve inferior al Alav¨¦s en jugadores con respecto al Liverpool?
R. Tiene dos jugadores arriba muy importantes, adem¨¢s de Hamann en el mediocampo y Hyypia en la defensa. T¨¦cnicamente, es un equipo del mont¨®n. Tiene el golpeo de Carragher, de McAlister. Quiz¨¢ donde tenemos m¨¢s debilidades ellos tienen m¨¢s fortaleza, y viceversa. Sus puntas y nuestros centrales, y nosotros exactamente igual. Manejaremos el partido con un hombre m¨¢s en el centro del campo y a resultas de que ese d¨ªa el t¨ªo Javi o el t¨ªo Iv¨¢n saquen algo. El contraataque marcar¨¢. Nosotros tendremos m¨¢s el bal¨®n. Ellos lo van a tirar y nosotros no sabemos tirarlo.
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