Hartos de vivir en el puerto
Los 35 tripulantes llevan siete meses reclamando sus salarios y su repatriaci¨®n
Los 18 cubanos que permanecen desde el pasado 28 de octubre en los buques Kenai y Dreamy est¨¢n hartos de ver a trav¨¦s de los ojos de buey el mismo paisaje, el del puerto de Bilbao. No son los ¨²nicos, otros compatriotas suyos, -seis marineros en los cargueros Calabria y Foxe, en el puerto de Pasajes, cinco en el nav¨ªo Crimea, en Valencia, y otros seis en el buque Feeder V, tambi¨¦n en Valencia- tienen el mismo sue?o: abandonar los muelles y volver a su isla.
Llevan casi siete meses atracados en los cuatro puertos, demandando que se les paguen los salarios que se les deben desde agosto de 2000 y la repatriaci¨®n inmediata a su pa¨ªs. Sus justas reclamaciones chocan, sin embargo, con la cruda realidad: el litigio judicial que enfrenta a Naviera Peninsular y al grupo Berg¨¦, que ha denunciado a la familia Acha por venta fraudulenta.
'Esta situaci¨®n es de una crueldad terrible', critica el capit¨¢n del carguero 'Kenai'
Mientras intervienen los juzgados, los abogados y el comisario de la quiebra, el tiempo va pasando y va haciendo mella en los ¨¢nimos de esta tripulaci¨®n. De hecho, cuando recibieron la orden de volver a puerto, el pasado mes de octubre, en los seis cargueros hab¨ªa 63 marineros cubanos; ahora ya s¨®lo quedan 35. Con la triste excepci¨®n de Jos¨¦ Joaqu¨ªn Campos, el cocinero del buque Kenai, que muri¨® de un infarto en Bilbao, el resto ha vuelto a Cuba porque 'no soportaban m¨¢s esta situaci¨®n', explica Frank Montada, capit¨¢n del buque atracado en Bilbao.
Montada mata el tiempo leyendo a J. J. Ben¨ªtez, intentando distraerse de la realidad con el libro Los otros mundos. En sus propias palabras, 'leo para disociarme de esta candanga'.
La mayor¨ªa de los marineros, en cambio, prefieren entretenerse viendo la televisi¨®n. Eso, cuando no reciben visitas. Varias ONG, el Club de Remo de Deusto y numerosos vecinos se han solidarizado con los cubanos, que tambi¨¦n cuentan con el apoyo del Hospital de Cruces y el Ayuntamiento de Bilbao, que se encarga de que no les falte comida ni combustible.
'Nunca olvidaremos la ayuda del pueblo vasco, que es incre¨ªble; el d¨ªa que nos vayamos, la deuda ser¨¢ impagable', destaca Montada para a?adir que, ' si no hubiera sido por toda la gente que nos ha ayudado, no s¨¦ cuantos estar¨ªamos muertos o locos'.
Su tono se endurece cuando habla del grupo Berg¨¦, a quien reprocha que 'no se han puesto en contacto con nosotros en ning¨²n momento'. Ni Montada ni ninguno de los marineros cubanos, algunos de los cuales llevan m¨¢s de un a?o fuera de su pa¨ªs, creen que la familia Acha, propietaria de Naviera Peninsular, una empresa 'famosa en todos los puertos porque no pagaba', haya podido enga?ar a un gigante como Berg¨¦.
Cuando la tripulaci¨®n cubana subcontratada por la familia Acha se enter¨® en marzo de 2000 que Berg¨¦ hab¨ªa comprado Naviera Peninsular, respiraron aliviados pensando que el grupo inyectaria fondos, renovar¨ªa la flota y todo mejorar¨ªa. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Un a?o y dos meses despu¨¦s, atrapados en medio del conflicto entre las dos familias empresarias, no paran de llevarse las manos a la cabeza. Lo mismo hacen sus familias en Cuba, que esperan ansiosas que entre dinero en casa y que los hombres vuelvan. 'Esta situaci¨®n es de una crueldad terrible', critica Montada.
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