Los marineros cubanos de Naviera Peninsular piden subastar los buques

Los marineros cubanos conf¨ªan ahora en una sentencia que les permita cobrar y perder de vista los puertos de Pasajes, Bilbao, Valencia y C¨¢diz, donde permanecen desde hace casi siete meses. Est¨¢n contratados por medio de una intermediaria, la sociedad p¨²blica cubana G¨¹incho, que paga un porcentaje del sueldo de los marineros directamente a sus familias en Cuba. La defensa de los cubanos argumenta que no hab¨ªa emprendido antes estas acciones legales porque el intento de embargo del buque Biga, antes de la presentaci¨®n del expediente de suspensi¨®n de pagos, en octubre de 2000, no se resolvi¨® hasta hace 15 d¨ªas. Ahora, con la sociedad en quiebra, declarada el 15 de febrero con efectos retroactivos hasta abril de 2000, los cubanos van a presentar una reclamaci¨®n en defensa de sus intereses para que los buques sean subastados y cobren sus retrasos.

La tripulaci¨®n de los cargueros (Kenai, Dreamy, Calabria, Foxe, Feeder V y Crimea) se debe someter a tres legislaciones distintas en funci¨®n del pabell¨®n de los nav¨ªos. La realidad es que tanto el C¨®digo de Comercio espa?ol como el paname?o, as¨ª como el convenio de Bruselas de 1926 sobre privilegios mar¨ªtimos e hipotecas navales, dan a los marineros el car¨¢cter de acreedores privilegiados, lo que les permite cobrar los primeros en caso de subasta p¨²blica.

Oposici¨®n a la subasta

Los cubanos se encontrar¨¢n enfrente con el comisario de la quiebra, Javier Santamar¨ªa, que previsiblemente har¨¢ frente a las pretensiones de los marineros porque ya lo ha hecho en los intentos de arreglo pac¨ªfico de la controversia. Los trabajadores cubanos tienen tambi¨¦n enfrente a los sindicatos espa?oles, que ven en los buques una forma de cobrar las propias deudas que tienen con las empresas.

En medio de los intereses de los marineros cubanos que quieren poner fin a su pesadilla espa?ola, se encuentra la pelea comercial entre dos familias y dos empresas, la catalana Berg¨¦ y la vasca Acha. Estos ¨²ltimos, propietarios hist¨®ricos de Naviera Peninsular, vendieron en marzo de 2000 a la familia Berg¨¦ la sociedad por 2.000 millones de pesetas, de los que dejaron 800 millones sin abonar, condicionados al estudio de viabilidad de la empresa.

La operaci¨®n de compraventa est¨¢ recurrida por la familia Berg¨¦ para que sea anulada, aduciendo un error en el consentimiento tras haber analizado la situaci¨®n de la empresa. La familia Berg¨¦ compr¨® la empresa sin realizar diligencias previas. En el momento de la venta se encontraba ya en quiebra t¨¦cnica.