Los amigos del hombre muerto en Getafe piden una reuni¨®n urgente con el alcalde

Los amigos de Casas se mostraron ayer recelosos de hablar con los medios de comunicaci¨®n. Les cost¨®, pero al final comenzaron a lanzar preguntas sobre las circunstancias que rodearon su muerte, el pasado domingo, por los golpes que le hab¨ªa propinado horas antes un grupo de j¨®venes con un bate de b¨¦isbol. La versi¨®n de los amigos discrepa en parte de la facilitada por la Polic¨ªa Local de Getafe. Seg¨²n el testimonio de aqu¨¦llos, los hechos que finalizaron con la paliza sufrida por la v¨ªctima se iniciaron sobre las cuatro y media de la madrugada del domingo, cuando Casas y otros amigos paseaban por la avenida de las Fuerzas Armadas. Al ver que hab¨ªa una pelea entre dos grupos, un amigo de Casas reconoci¨® entre los contendientes a otro amigo, lo que le llev¨® a mediar en la ri?a. Casas no particip¨® en ning¨²n momento.

Media hora m¨¢s tarde, un Peugeot 106 fren¨® bruscamente y de ¨¦l se bajaron seis j¨®venes. Se dirigieron al grupo de Casas y le preguntaron por el paradero de uno de los participantes en la primera pelea. 'De buenas a primeras, le dieron un cabezazo a Paquito [Francisco Manuel Casas] entre las cejas. Despu¨¦s cogieron un bate de b¨¦isbol y la emprendieron con ¨¦l. No le dio tiempo a defenderse', aseguraba ayer Carlos.

'Se cebaron con Paquito, porque cuando estaba en el suelo, adem¨¢s de darle con el bate de b¨¦isbol en la cabeza, no pararon de darle patadas y pu?etazos', a?adi¨® otro conocido.

'Esto fue una agresi¨®n, casi un linchamiento para el que no hab¨ªa ning¨²n motivo, porque no les hicimos nada. Estaban furiosos y con ganas de pegar', agreg¨® otro amigo.

Casas pudo zafarse de la pelea y avisar por su tel¨¦fono m¨®vil a la Polic¨ªa Local, a la que pidi¨® auxilio. Al poco se presentaron dos coches patrulla. Los agentes pararon la pelea y tomaron la filiaci¨®n a los supuestos agresores de Casas y sus amigos. El herido anunci¨® que denunciar¨ªa en comisar¨ªa la agresi¨®n, tras lo que se mont¨® en el coche de Carlos y fue trasladado al hospital universitario.

'No entendemos por qu¨¦ los polic¨ªas no los detuvieron [a los agresores] en ese momento. Nos dejaron vendidos y sin ning¨²n tipo de protecci¨®n', manifest¨® Carlos, el amigo de Casas. ?ste y otros pidieron ayer al alcalde de Getafe, Pedro Castro, una reuni¨®n urgente para que el caso 'no caiga en el olvido a los tres d¨ªas'. Fuentes municipales explicaron que los agentes no pueden detener a una persona si los involucrados en una pelea no han presentado una denuncia en comisar¨ªa.

El alcalde de Getafe, Pedro Castro, pidi¨® calma a los amigos y les invit¨® a reunirse con ¨¦l cuando ellos quisieran. Antes del entierro, les coment¨® que se hab¨ªa abierto un expediente informativo sobre lo sucedido la noche del domingo y que, fruto de esa investigaci¨®n, se determinar¨¢ si ha existido pasividad por parte de los agentes o si, por el contrario, ¨¦stos actuaron de forma correcta. Todav¨ªa no est¨¢ fijado el d¨ªa ni la hora de la reuni¨®n.

Las cr¨ªticas tambi¨¦n alcanzaron al hospital universitario de Getafe. Los amigos afirman que en este centro tuvieron que esperar m¨¢s de 15 minutos para ser atendidos. Despu¨¦s, el m¨¦dico que asisti¨® a Casas lo tuvo s¨®lo 20 minutos en observaci¨®n antes de darle el alta, seg¨²n su versi¨®n. 'No fueron capaces ni de raparle la cabeza en la zona de la brecha', coment¨® Carlos. '?Por qu¨¦ no lo dejaron en observaci¨®n 24 horas? ?Tampoco pudieron hacerle un esc¨¢ner?'

Fuentes del hospital universitario de Getafe replicaron ayer que resulta 'imposible' atender a un paciente en tan s¨®lo 20 minutos. A Casas le suturaron la brecha de la cabeza, le hicieron una radiograf¨ªa de cr¨¢neo y le vigilaron las constantes vitales, y en ese tiempo 'no habr¨ªa dado tiempo' a hacer todo eso, seg¨²n estas fuentes. 'Se sigui¨® el protocolo marcado para estos enfermos', explicaron en el hospital. Una nota del centro se?alaba que el paciente fue dado de alta 'tras 90 minutos de permanencia en urgencias'.

Ya en su domicilio de la calle del Horno, en el barrio de San Isidro, Casas se desvaneci¨® a la una y media de la tarde. Estaba hablando con su amigo Eloy cuando cay¨® fulminado. 'Cuando sali¨® de casa estaba muerto. Nadie nos lo quiso decir entonces y los sanitarios del 061 le llevaron al Cl¨ªnico, en Madrid, pero all¨ª vieron que ya no se pod¨ªa hacer nada', relat¨® Eloy.