La Comisi¨®n Europea

Jos¨¦ Vidal-Beneyto se equivoca en su an¨¢lisis de la pol¨ªtica y estrategia de la Comisi¨®n Europea (Suicidio programado, 9 de mayo). Tampoco ha logrado entender los objetivos de la reforma interna de la Comisi¨®n.

Bajo el liderazgo de Romano Prodi, la Comisi¨®n se ha comprometido a mantener e incluso afianzar su papel institucional. Y esto s¨®lo se podr¨¢ lograr con objetivos claros, recursos suficientes y procedimientos modernos.

La Comisi¨®n se ha fijado objetivos claros para su mandato: promover nuevas formas de buen gobierno a trav¨¦s de Europa, estabilizar nuestro continente y amplificar la voz de Europa en el mundo, consiguiendo que la Uni¨®n Europea se convierta en una econom¨ªa competitiva capaz de hacer frente al desempleo y mejorando la calidad de vida de los europeos en ¨¢mbitos tan diversos como la seguridad y la justicia, la seguridad alimentaria o asegurar el ¨¦xito del euro. Tales son los principales cap¨ªtulos bajo los cuales una amplia gama de iniciativas concretas se est¨¢n llevando a cabo y en las que se registran notables progresos.

Vidal-Beneyto tiene raz¨®n cuando dice que la extensi¨®n de las tareas comunitarias y la pr¨®xima ampliaci¨®n aumentar¨¢n la presi¨®n de trabajo de la Comisi¨®n, pero la respuesta no puede ser la multiplicaci¨®n sin fin del n¨²mero de funcionarios. Ning¨²n Estado miembro lo aceptar¨ªa en un contexto de severa disciplina presupuestaria. La estrategia que seguimos es, por tanto, la de focalizar a nuestros funcionarios (unos 22.000 en total) en las tareas y responsabilidades centrales de la Comisi¨®n, y encontrar otras soluciones para las tareas secundarias para las que no disponemos de los recursos necesarios. Haciendo esto conseguimos convencer al Consejo de que nos atribuya recursos adicionales all¨ª donde hacen falta, ya sea en la gesti¨®n de la ayuda externa, la seguridad alimentaria o la cooperaci¨®n en materia de justicia e interior. Este a?o tan s¨®lo, por ejemplo, el Consejo nos concedi¨® 400 puestos adicionales y vamos a solicitar otros 317 para el pr¨®ximo a?o.

Puedo asegurar a EL PA?S que los funcionarios comunitarios nunca han tenido y nunca tendr¨¢n contratos de duraci¨®n determinada, y que la Comisi¨®n seguir¨¢ ocup¨¢ndose de reclutar a su personal ella misma, aunque coopere con otras instituciones de la UE en la log¨ªstica de las oposiciones paneuropeas que atraen a decenas de miles de candidatos.

En cuanto a los salarios, Vidal-Beneyto parece no saber que la Comisi¨®n tiene un acuerdo con el Consejo sobre la evoluci¨®n paralela de los salarios de la UE y los de los Estados miembros, acuerdo que lleva en vigor diez a?os. Proponemos hacer este acuerdo permanente. As¨ª, a menos que los Estados miembro decidan bajar los salarios de sus propios funcionarios en un 30%, nada parecido ocurrir¨¢ en la Comisi¨®n.

A la luz de lo que precede, decir que la Comisi¨®n Prodi es el peor enemigo de la instituci¨®n resulta poco convincente. Los comisarios est¨¢n todos comprometidos con el refuerzo de su instituci¨®n, y ¨¦sta es la raz¨®n por la que todos han apoyado los ambiciosos planes de reforma establecidos en el Libro Blanco de 1? de marzo de 2000. La ¨²nica actitud 'suicida', como bien sabemos desde Darwin, es negarse a adaptarse a tiempos cambiantes. La Comisi¨®n, por su parte, tiene la clara intenci¨®n de evitar ese destino, garantiz¨¢ndose as¨ª un papel activo en el futuro.-