El PP aprueba la liquidaci¨®n de presupuestos tras obligar a Homs a reconocer que no puede prescindir de su apoyo

El PP oblig¨® ayer al consejero de Econom¨ªa del Gobierno catal¨¢n, Francesc Homs, a tomar la palabra en el pleno simplemente para anunciar su disposici¨®n a trabajar codo con codo con el partido que preside Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz.

Los socialistas lo calificaron de un 'acto de pleites¨ªa', pero fue el precio, meramente simb¨®lico, que la coalici¨®n nacionalista tuvo que pagar para que el PP aprobara la liquidaci¨®n de los Presupuestos de la Generalitat de 1997 y 1998. Todos los partidos, salvo CiU, censuraron severamente la gesti¨®n en Econom¨ªa del antecesor de Homs, el hoy conseller en cap del Gobierno catal¨¢n, Artur Mas.

Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz lleva semanas exigiendo alg¨²n gesto a CiU que justifique que el PP contin¨²e respaldando en el Parlament a la coalici¨®n nacionalista. El martes consider¨® incluso la posibilidad de votar contra la liquidaci¨®n del presupuesto de 1997 y 1998 si el Gobierno catal¨¢n no hac¨ªa ning¨²n gesto, lo que hubiera abierto una grave crisis en el Ejecutivo.

En el ¨²ltimo momento, Homs se vio forzado a intervenir dos minutos en el pleno, como reclamaba el PP, para proclamar su inter¨¦s en trabajar conjuntamente con los conservadores. Fue un gesto simb¨®lico, que el PP agradeci¨® votando a favor de la liquidaci¨®n de las cuentas, pero que no tendr¨¢ ninguna consecuencia pr¨¢ctica para el Gobierno catal¨¢n. Eso s¨ª, puso de manifiesto de nuevo que CiU depende de los votos del PP y sirvi¨® al diputado socialista Mart¨ª Carnicer para ironizar sobre el margen de maniobra de Homs: 'Nos empezamos a plantear si el consejero de Econom¨ªa no es en realidad Josep Maria Fabregat', afirm¨® en alusi¨®n al diputado del Partido Popular.

Fabregat, que intervino en nombre del PP, habl¨® de 'luces y sombras' en la liquidaci¨®n de las cuentas de la Generalitat de 1997 y 1998, pero hizo hincapi¨¦ fundamentalmente en las sombras: el Gobierno catal¨¢n, dijo, no sigue las recomendaciones de la Sindicatura de Cuentas, no ha erradicado el d¨¦ficit ni el endeudamiento, no ha agotado sus posibilidades de inversi¨®n, no se ha guiado siempre por el rigor y tampoco ha impulsado el equilibrio territorial. Pese a este c¨²mulo de d¨¦ficit, el PP sum¨® sus votos a los de CiU para sacar adelante la liquidaci¨®n.

Todos los grupos, salvo CiU, lanzaron cr¨ªticas similares en el fondo, aunque todav¨ªa m¨¢s duras en la forma. Carnicer consider¨® que los resultados econ¨®micos de 1997 y 1998 son 'desastrosos' y Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla, de Iniciativa per Catalunya, y Jaume Oliveras, de Esquerra Republicana, coincidieron en que las cuentas no reflejan la realidad de la gesti¨®n. Ambos mostraron su malestar por el retraso con que la Sindicatura de Cuentas ha entregado sus informes al Parlament.