Prueba de fuego
El nuevo Gobierno macedonio de unidad nacional ha dado de plazo hasta hoy para que se retire la guerrilla albanesa fortificada en una estrecha franja norte?a junto a la frontera de Kosovo. Y ha pedido a los lugare?os que abandonen la zona para protegerse de la ofensiva general anunciada por Skopje. El n¨²mero de civiles que han dejado sus casas, sin embargo, es escaso, parte por miedo a las tropas gubernamentales, parte porque apoyan abiertamente los objetivos rebeldes; lo que convierte a unos miles de personas que pueblan las aldeas pr¨®ximas a Kumanovo en virtuales escudos humanos.
Macedonia, donde conviven con crecientes dificultades una dominante mayor¨ªa eslava y una abultada y discriminada minor¨ªa albanesa, se acerca al abismo desde febrero pasado, cuando se produjeron los primeros enfrentamientos. La ¨²ltima fase de la escalada tiene por hito el asesinato de ocho polic¨ªas por los insurrectos a finales de abril. El Gobierno de unidad incorpora por primera vez a los dos principales partidos ¨¦tnicos albaneses y est¨¢ llamado a garantizar una estabilidad parlamentaria que fortifique la convivencia y legitime las medidas militares contra la guerrilla. Pero su alumbramiento, mediante la presi¨®n combinada de la UE y de EE UU, es extremadamente precario y no sobrevivir¨ªa a una matanza de civiles, algo que afortunadamente se ha evitado hasta ahora.
Esta conocida fragilidad hace poco probable el apaciguamiento del denominado Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional. La violencia debe mucho a la estructura de clan de la sociedad albanesa, con familias inextricablemente enlazadas en Macedonia y Kosovo. Un factor clave de la desestabilizaci¨®n de Macedonia ha sido la falta de progreso pol¨ªtico en Kosovo, y la insurrecci¨®n importada desde la todav¨ªa provincia serbia tiene ahora como objetivo romper, en nombre de la solidaridad ¨¦tnica, el fr¨¢gil acuerdo en el que participan los partidos albaneses de Macedonia. Tampoco resulta f¨¢cil para ning¨²n Gobierno poner en pr¨¢ctica urgentemente reformas serias en un clima preb¨¦lico.
En este contexto degradado, la Uni¨®n Europea y Estados Unidos, de acuerdo con lo repetidamente expresado por sus dirigentes, tendr¨¢n que acelerar y multiplicar su asistencia econ¨®mica y pol¨ªtica a Skopje si se quiere evitar lo peor. Y la OTAN, mostrarse implacable a la hora de sellar a la guerrilla la dif¨ªcil frontera con Serbia. El colapso de Macedonia dinamitar¨ªa la estabilizaci¨®n de Kosovo, alcanzar¨ªa directamente a Bosnia y Montenegro e inflamar¨ªa de nuevo los Balcanes, 10 a?os despu¨¦s.
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