La mala pata espa?ola
Reina, Carde?osa, Arconada, Julio Salinas, Eloy, Hierro, Nadal, Ra¨²l... han pasado antes que Geli por el trago amargo del infortunio
No hay tiempo para concederse el beneficio de la duda, de la reflexi¨®n. El bal¨®n rival vuela hacia la porter¨ªa de uno y se debe interceptar o desviar. Es el instinto natural, un acto reflejo. As¨ª, se mete un pie, la cabeza o lo que sea. Casi siempre se acierta. Pero a veces, las fat¨ªdicas, se falla. Geli fue la v¨ªctima en Dortmund: parad¨®jicamente, su acci¨®n defensiva dio al Liverpool el triunfo sobre el Alav¨¦s en la Copa de la UEFA. Su desgracia no ha sido la primera ni ser¨¢ la ¨²ltima. El f¨²tbol espa?ol ha vivido muchos casos de aut¨¦ntica mala pata en el ¨²ltimo cuarto de siglo.
- El gol de Schwarzenbeck a Reina. Faltaban 40 segundos para que concluyera la pr¨®rroga de la final de la Copa de Europa de 1974. El Atl¨¦tico de Madrid ganaba por 1-0 al mejor Bayern M¨²nich de la historia. G¨¢rate perdi¨® la pelota junto al ¨¢rea alemana. Extenuado, se qued¨® en el c¨¦sped y no presion¨® para retardar el contraataque. El esf¨¦rico cay¨® en los pies del defensa Schwarzenbeck. Si hubiera sido en los de Beckenbauer o Hoeness... Pero no. Lo hizo en los del quiz¨¢ m¨¢s tosco jugador de un cuadro tan brillante. Schwarzenbeck cruz¨® la raya central, avanz¨® unos metros y, como no sab¨ªa qu¨¦ hacer, dispar¨® a lo que le saliera. Y lo que le sali¨® fue un tiro que, entre un bosque de piernas, Reina -el padre de uno de los porteros actuales del Barcelona- no vio hasta que su estirada ya era in¨²til. Fue el tanto del empate (1-1), el que forz¨® un desempate 48 horas despu¨¦s en el que el Bayern gole¨® sin piedad al Atl¨¦tico. Alguno de los jugadores rojiblancos m¨¢s carism¨¢ticos, presa de los nervios, lleg¨® a increpar al guardameta en los vestuarios. Su t¨¦cnico, el argentino Juan Carlos Lorenzo, culp¨® a la nube de fot¨®grafos en torno a su banquillo porque, a la espera de captar su salto de j¨²bilo, le impidieron dar instrucciones a los suyos en los instantes finales.
- El fallo de Carde?osa. Espa?a disputaba con Brasil su segundo partido en la fase inicial del Campeonato del Mundo de Argentina 78. Tras su tropiezo frente a Austria, necesitaba la victoria y plant¨® cara a su potente contrincante. Con el encuentro ya avanzado, una dejada de Santillana situ¨® a Carde?osa con el bal¨®n ante una porter¨ªa en la que no se hallaba m¨¢s que un defensa, Amaral. El entonces b¨¦tico, estigmatizado para siempre, se aturull¨® y envi¨® el cuero justo al ¨²nico lugar al que aqu¨¦l pod¨ªa llegar para despejarlo. La igualada, 0-0, dio paso a la eliminaci¨®n prematura.
- Arconada y la final de Par¨ªs. Veinte a?os despu¨¦s del cabezazo de Marcelino a la Uni¨®n Sovi¨¦tica de Yashin, de su ¨²nico t¨ªtulo mayor, la selecci¨®n espa?ola se enfrent¨® en 1984 a la francesa, en Par¨ªs, con un nuevo Campeonato de Europa en juego. El envite anduvo equilibrado hasta el minuto 57. Platini lanz¨® entonces, rasa y ajustada al poste izquierdo, una falta. Arconada se estir¨® con precisi¨®n. Pero, incre¨ªblemente, el bal¨®n se le resbal¨® entre las manos cuando ya lo ten¨ªa asido y traspas¨® la l¨ªnea. Fue el principio de la derrota (0-2).
- Penaltis anticatalanes. Final de la Copa de Europa de 1986. El Barcelona, en Sevilla, era favorito indiscutible ante el modesto Steaua de Bucarest. El cuadro de Schuster, sin embargo, se vio obligado a jugar a la loter¨ªa de los penaltis. Alexanco, Pedraza, Alonso y Marcos intentaron sucesivamente fusilar a Ducadam y, maldici¨®n, ninguno lo consigui¨®. El trofeo se lo llev¨® a los C¨¢rpatos un nuevo h¨¦roe nacional.
Final de la Copa de la UEFA de 1988. El Espanyol de Javier Clemente dilapid¨® tres goles de renta en el partido de vuelta, en Leverkusen, ante el Bayer. Otra vez, pues, los penaltis de por medio. Urkiaga estrell¨® el suyo en el larguero y Losada ech¨® fuera el ¨²ltimo.
- La ocasi¨®n de Julio Salinas. Cuartos de final del Campeonato del Mundo de Estados Unidos 94. Espa?a estaba siendo superior a Italia, pero perd¨ªa por 1-2. Julio Salinas se escap¨® a la carrera. La indefensi¨®n de Pagliuca era absoluta. Pero, entre que la pelota dio un bote extra?o y que el entonces barcelonista no era muy habilidoso, el remate supuestamente letal se convirti¨® en una pifia. 'Nunca olvidar¨¦ mi error', se lament¨® Salinas.
- Eloy, Hierro, Nadal, Ra¨²l... Los penaltis no s¨®lo han sido esquivos con el Bar?a y el Espanyol. Tambi¨¦n Espa?a los ha sufrido. La serie fatal comenz¨® en el Mundial de M¨¦xico 86: Eloy marr¨® ante la B¨¦lgica de Pfaff y... a casa. Continu¨® dos lustros despu¨¦s, en el Europeo de Inglaterra 96: Hierro y Nadal no tuvieron fortuna frente al conjunto anfitri¨®n y... a casa tras haber cuajado una actuaci¨®n memorable. Y en el de Francia 2000, m¨¢s de lo mismo frente al equipo local. Esta vez no se trataba de despejar la inc¨®gnita del vencedor, sino de igualar a dos en el ¨²ltimo minuto y forzar la pr¨®rroga ante Zidane y compa?¨ªa: Ra¨²l afin¨® demasiado, el bal¨®n salud¨® al paso el ¨¢ngulo superior derecho del marco de Barthez y... a casa.
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