'El actor empieza por los zapatos'
Gael Garc¨ªa Bernal, el joven int¨¦rprete mexicano que se ha dado a conocer en la pel¨ªcula 'Amores perros', recibe ofertas de Am¨¦rica y Espa?a tras su ¨¦xito
Ha llegado a Madrid y se ha partido la cara en un cuadril¨¢tero, con guantes de boxeo, contra su amigo y paisano Dami¨¦n Bichir, actor mexicano, como ¨¦l. 'Sienta bien, te desahogas', dice Gael Garc¨ªa Bernal. El chico con ¨ªnfulas de boxeador, nacido en Guadalajara, tiene porvenir como peso mosca, con 22 a?os, 58 kilos y su 1,70 pelao de estatura. Pero algunos apuestan m¨¢s por ¨¦l como futuro rostro profundo, enigm¨¢tico y lleno de misterios del cine latinoamericano. Se luci¨® en Amores perros: 'Ten¨ªa claro que la primera pel¨ªcula que iba a hacer en mi vida ser¨ªa algo como Amores perros', cuenta, como si su entrada en el cine fuese un flechazo con el arte, el riesgo, el cine mayor. El caso es que a ra¨ªz de su aparici¨®n como domador de canes de presa y apuestas, enamorado de su cu?ada en la pel¨ªcula de Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, se lo rifan.
'La vida funciona con los ojos, y es raro que en cine te cojan un plano de los pies'
Primero corri¨® el bulo de que Pedro Almod¨®var le hizo pruebas para protagonizar el proyecto aparcado de La mala educaci¨®n. 'Ya me he enterado de que dicen eso, pero no s¨¦ de d¨®nde ha salido, no es cierto', puntualiza. Luego llam¨® a su puerta el m¨²sico argentino Fito P¨¢ez para que protagonizara junto a Cecilia Roth la primera pel¨ªcula de ¨¦ste como director, Vidas privadas, historia intensa de amores imposibles, desaparecidos, reencontrados, frustraciones, espionajes ¨ªntimos. De ah¨ª llega: 'S¨ª, es una pel¨ªcula muy fuerte, me tengo que reponer', asegura. Y para salir del drama de P¨¢ez ha dicho s¨ª a un caramelo que le ha puesto en la boca Agust¨ªn D¨ªaz-Yanes, que quiere que el chico se ponga en medio de un ¨¢ngel bueno y otro malo al que dan vida Pen¨¦lope Cruz y Victoria Abril en Sin noticias de Dios. Por descontado, ¨¦l es el diablo en un rodaje que D¨ªaz-Yanes ha retrasado para esperarle. 'Es un diablo burocratizado, un concepto raro de Satan¨¢s. Si hay cielo e infierno, pues se supone que tiene que estar organizado de alguna manera, tiene que haber una administraci¨®n. Existe Dios y, por lo tanto, debe haber alguien que maneje', reflexiona con ese deje de guey o de personaje valleinclanesco trasladado al siglo XXI.
Cree en Dios el cuate, al que le sobra camiseta y talla de pantal¨®n. 'Mis padres son actores y ateos militantes. Yo trato de creer en el cielo y el infierno. Me divierte que sea tab¨², algo sagrado. Por eso es una situaci¨®n fant¨¢stica para hacer comedia, las mejores pel¨ªculas de risa salen en los funerales y los lugares solemnes'. Y sigue con sus padres. 'A m¨ª me divert¨ªa tener unos pap¨¢s tan raros, an¨¢rquicos, vivir sin horarios, eso ha hecho que todo lo vea m¨¢s relajado, que el folclore sea para m¨ª algo muy sexy, aunque claro, sin confundirlo con Ricky Martin'.
El caso es que Gael se divierte de lo lindo, incluso con la teolog¨ªa: 'Los mexicanos somos culturalmente cristianos, cargamos con la cruz y la usamos en nuestro beneficio. Mira la Navidad o aqu¨ª, San Isidro, son magn¨ªficas excusas para organizar una fiesta'. Como ven, gasta una retranca fresca que musita por esa boca en la que se ha pegado un bigote de mariachi. No es un chico al que se le pueda comparar con alguien de su edad en Espa?a, por ejemplo. Ha dejado el regazo de mam¨¢ hace ya tiempo. Conoce la tierra del Quijote porque a los 19 a?os se tir¨® tres meses recorri¨¦ndola con mochila. 'Se come de maravilla', resume del viaje. Pero no acab¨® ah¨ª su huida. Ha vivido en Londres tres a?os y all¨ª ha estudiado interpretaci¨®n en la Central School of Speech and Drama. 'Es una escuela de actores p¨²blica en la que cada a?o entran 30 personas elegidas entre 3.000 aspirantes', relata. 'Cuando entr¨¦, en mi barrio fue como si M¨¦xico hubiera ganado el Mundial'.
All¨¢ ha aprendido grandes verdades. ?l es consciente de que en sus ojos gatunos, azulados y metidos muy dentro del cr¨¢neo lleva una fuerza magn¨¦tica especial para el cine. Pero avisa: 'Yo soy de los que piensan, como dec¨ªa Chaplin, que el actor comienza por los zapatos'. Ahora bien, cree que en los ojos se ve todo y todo se esconde. 'Son un espejo, y es la ¨²nica parte del cuerpo que no nos vemos. En cierto sentido, creo que todo en la vida funciona con los ojos y en el cine a¨²n m¨¢s, porque es raro que te cojan planos de los pies'.
Y es que el misterio de Gael Garc¨ªa Bernal no es s¨®lo animal. Parece bien estudiado, bien le¨ªdo. El chico devora libros. No se corta al citar a Jorge Luis Borges, a Ernesto S¨¢bato, a Homero, a Pascal, a Octavio Paz, a Spinoza... Con ese bagaje no extra?a que se exija a s¨ª mismo fuego y que haya rechazado ofertas de Los ?ngeles: 'Eran gringadas superficiales, pero tambi¨¦n he dicho que no a cosas vanguardistas latinoamericanas', dice.
?l prefiere rendirse y apostar por pel¨ªculas que tengan el aroma de los cl¨¢sicos que ve en las filmotecas, 'desde Bu?uel, Fellini, Godard y Truffaut a Billy Wilder o Jim Jarmusch', recita. Es su secreta preparaci¨®n para la madurez. 'Cuando tenga m¨¢s experiencia me gustar¨ªa dirigir cine y teatro; ahora es absurdo, todav¨ªa no tengo nada que contar interesante'.
De momento se ha marcado el camino con P¨¢ez, D¨ªaz Yanes y Gonz¨¢lez I?arritu, pero tambi¨¦n ha hecho una comedia con Alfonso Cuar¨®n, Y t¨², mam¨¢, tambi¨¦n se ha convertido en un joven Che Guevara en Fidel, el biopic, de David Atwood, tambi¨¦n aparece en una historia corta con Ben Gazzara y Julie Christie, I'm with Lucy, y espera hablar de Bu?uel junto a Paco Rabal en el pr¨®ximo rodaje de Carlos Carrera, El crimen del padre Amaro. Es s¨®lo el comienzo.
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