Piqu¨¦ dice que no se siente aislado y que es 'optimista' sobre las ayudas
Madrid espera un acuerdo para antes del pr¨®ximo 11 de junio
El ministro espa?ol rechaza la idea de que Espa?a se encuentre en esta pelea en una posici¨®n sin precedentes de conflictos bilaterales con los grandes de Europa, enfrentada a Francia porque ¨¦sta no quiere privatizar ni abrir sus mercados energ¨¦ticos, al Reino Unido porque el contencioso sobre Gibraltar impide que avance la directiva europea sobre cielos abiertos y a Alemania, porque Madrid se muestra dispuesto a bloquear su demanda de establecer una moratoria de siete a?os para la libre circulaci¨®n de los trabajadores de los pa¨ªses candidatos mientras Berl¨ªn no deje de oponerse a la reivindicaci¨®n espa?ola sobre los fondos regionales.
'Yo no har¨ªa esa lectura', dice Piqu¨¦ en Varsovia, donde ha acompa?ado a los Reyes en la visita que concluyeron ayer. 'Yo en este asunto soy optimista, y no me siento aislado en absoluto. Con Francia, no hay ning¨²n problema. Les sent¨® mal lo del AVE , pero no se puede contentar a todo el mundo. Alemania, en cambio, s¨ª puede estar contenta con el AVE , y, sin embargo, hay los problemas que sabemos. En cuanto al Reino Unido, decir a estas alturas que tenemos dificultades por el contencioso de Gibraltar es todo un descubrimiento', a?ade ir¨®nico.
Tambi¨¦n entre los diplom¨¢ticos de carrera se tiende a desdramatizar la situaci¨®n con el argumento de que los conflictos nacionales son el pan cotidiano de las negociaciones comunitarias y de que generalmente resultan inevitables. '?Qu¨¦ tendr¨ªamos que haber hecho? ?Nada? ?Quedarnos callados?', se pregunta ret¨®ricamente un alto cargo de Exteriores. En ese departamento predomina, por otra parte, la convicci¨®n de que el acuerdo est¨¢ al alcance de la mano. Hay quien dice incluso que pudo haberse cerrado el pasado lunes en Bruselas, y que quiz¨¢s en La Moncloa preferir¨ªan que as¨ª hubiera sido. Pero el hecho es que la reuni¨®n dej¨® el enfrentamiento entre Piqu¨¦ y su hom¨®logo alem¨¢n, Joschka Fisher, en el punto m¨¢s alto.
La base de la soluci¨®n fue definida por el propio Aznar en su entrevista a Radio Nacional del pasado jueves. El presidente, que en el memor¨¢ndum que remiti¨® el 21 de abril a los l¨ªderes de la UE, desencadenando la pol¨¦mica, ped¨ªa que se abriera ya la negociaci¨®n sobre los fondos regionales, y que posteriormente matiz¨®, a trav¨¦s de sus colaboradores, que se refer¨ªa s¨®lo a la correcci¨®n del efecto estad¨ªstico que tendr¨¢ sobre la renta media comunitaria la entrada de nuevos socios m¨¢s pobres, se conforma ahora con que el Consejo de Gotemburgo apruebe una declaraci¨®n pol¨ªtica en la que se reconozca el problema que se?ala Espa?a y se diga que ser¨¢ resuelto en el futuro. 'Algo parecido a lo que se hizo en Ionina, cuando se reconoci¨® que la entrada de los pa¨ªses n¨®rdicos hab¨ªa desequilibrado el peso de Espa?a en el Consejo, y eso pudo ser utilizado en la pasada cumbre de Niza para conseguir m¨¢s votos', dice un diplom¨¢tico.
Las posiciones ah¨ª no est¨¢n muy lejos, ya que la propuesta conciliatoria de la presidencia sueca que se debati¨® en el conflictivo Consejo informal del pasado lunes incluye una f¨®rmula de ese tipo. Pero subsiste una diferencia esencial: el Gobierno espa?ol, como dijo Aznar en su memor¨¢ndum, quiere que el asunto se resuelva 'en el contexto de las negociaciones de ampliaci¨®n' y que, por tanto, en el compromiso se precise que la preocupaci¨®n espa?ola por el futuro de los fondos regionales ser¨¢ atendida 'antes' de que las negociaciones de ampliaci¨®n terminen. El presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, es contrario a que se vinculen los dos temas, por temor a que se retrase la entrada de los nuevos miembros.
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