Palabra de Ibarretxe
Ibarretxe est¨¢ en condiciones de elegir la senda trazada por Jos¨¦ Antonio Ardanza o la de Telesforo Monz¨®n. Desde que se cerraron las urnas el pasado domingo, recibe incitaciones en ambas direcciones, pero las se?ales que ¨¦l ha emitido hasta ahora van en el sentido de la primera hip¨®tesis: abrir una nueva etapa de entendimiento entre los dem¨®cratas. El secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, mostr¨® ayer su disposici¨®n a actuar de puente con el PNV y a participar en una mesa de di¨¢logo si se respetan unas condiciones m¨ªnimas: rechazo a cualquier acuerdo con EH, abandono de las instituciones paralelas tipo Udalbiltza y renuncia a planteamientos de paz a cambio de concesiones pol¨ªticas. El ministro portavoz declar¨® ayer que el Gobierno comparte esa propuesta. Los mensajes introducidos por Ibarretxe en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a podr¨ªan ser compatibles con este planteamiento.
Xabier Arzalluz consider¨® ayer parad¨®jico que los perdedores digan lo que tienen que hacer los vencedores para aceptar pactar con ellos, y dijo que si el presidente del Gobierno niega la existencia de un problema pol¨ªtico es porque no quiere enfrentarse a la cuesti¨®n de la autodeterminaci¨®n. Sin embargo, cuando hay ayuntamientos importantes en los que todos los representantes de partidos democr¨¢ticos han dimitido por miedo justificado a ser asesinados, la primera responsabilidad del Gobierno que forme Ibarretxe ser¨¢ devolver a las personas perseguidas, sin libertad, y que se han sentido abandonadas, la confianza en las instituciones. Sin ello, y por mucho que el PNV tenga una mayor¨ªa suficiente para gobernar, no se restablecer¨¢ un clima plenamente democr¨¢tico.
El cap¨ªtulo m¨¢s urgente del nuevo Gobierno de Ibarretxe ha de ser garantizar la libertad y amparar a los que se sienten perseguidos o han tenido que exiliarse. Los electores han decidido qui¨¦n tiene que liderar ese esfuerzo desde el Gobierno, pero esa recuperaci¨®n de la confianza perdida es una tarea que deben abordar conjuntamente Gobierno y oposici¨®n. Para ello es necesario regresar a los consensos b¨¢sicos. No se trata ahora de plantear las cuestiones ideol¨®gicas o program¨¢ticas de cada partido, sino de recuperar los acuerdos que permitieron en el pasado la convivencia entre las formaciones pol¨ªticas representativas de la mayor¨ªa social en Euskadi.
Por ello, las condiciones establecidas por Zapatero, y que el Gobierno considera coincidentes con las propias, son realistas: resulta artificioso discutir sobre si en el d¨ªa de ma?ana se reconocer¨¢ la soberan¨ªa plena cuando los ciudadanos no tienen libertad para expresarse sobre asuntos mucho m¨¢s inmediatos, como el derecho a manifestarse libremente contra ETA, a circular sin ser agredido, a discrepar sin ser amenazado, a ser concejal en representaci¨®n de un partido no nacionalista, a dar clases en la universidad o a abrir sus establecimientos si no se comparten las razones de una convocatoria de huelga. La kale borroka se puede combatir si hay una firme determinaci¨®n pol¨ªtica. Avanzar en esa direcci¨®n deber¨ªa ser un objetivo compartido por todos los partidos democr¨¢ticos. Como se ha dicho durante la campa?a y reiterado tras la jornada electoral, para gobernar basta la mitad de los votos, pero para acabar con el clima de coacci¨®n y la falta de libertad hace falta un acuerdo de todos los dem¨®cratas.
El hecho de que el PNV haya tenido que enfrentarse por primera vez a la hip¨®tesis de perder el poder, aunque finalmente haya resultado leg¨ªtimo vencedor en las elecciones, favorece una correcci¨®n por v¨ªa de hecho sin que ello suponga desgarros internos. Ibarretxe ha salvado a los suyos de una derrota que algunos de ellos consideraban probable. De haberse producido ¨¦sta, la rectificaci¨®n de la estrategia de Lizarra se habr¨ªa dado seguramente en condiciones mucho m¨¢s dram¨¢ticas y con riesgo de ruptura interna. Si Ibarretxe es consecuente con los compromisos adquiridos en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, es posible acabar con la din¨¢mica de agravios rec¨ªprocos y regresar de la ideolog¨ªa a la pol¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Relaciones institucionales
- VII Legislatura Pa¨ªs Vasco
- Pol¨ªtica nacional
- Juan Jos¨¦ Ibarretxe
- Opini¨®n
- EAJ-PNV
- Orden p¨²blico
- Gobierno Vasco
- Seguridad ciudadana
- Parlamentos auton¨®micos
- Pa¨ªs Vasco
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Gobierno auton¨®mico
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Partidos pol¨ªticos
- Lucha antiterrorista
- Parlamento
- ETA
- Comunidades aut¨®nomas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Grupos terroristas
- Terrorismo
- Pol¨ªtica municipal
- Justicia
- Pol¨ªtica