Escribir en Euskadi
PERIODISTAS EN EL PUNTO DE MIRA DE ETA
La Brunete medi¨¢tica vasca es s¨®lo una desordenada partida de francotiradores variopintos, muy vapuleada, a la que anima un extravagante prop¨®sito de resistencia. Escribir en Euskadi no es exactamente llorar, aunque tambi¨¦n; es tener en cuenta la posibilidad, real para algunos, remota, inexistente, para otros, de que te vuelen la cabeza o te arranquen las manos de cuajo. El destino ofrece aqu¨ª una suerte dispar seg¨²n la actitud personal, el compromiso profesional con que se encare el terrorismo y el 'conflicto pol¨ªtico', el medio de comunicaci¨®n que se represente. De hecho, por simplificar, hay tres trayectorias posibles y solamente una conduce fatalmente a mirar con angustia si tu nombre ha sido se?alado en los medios o carteles de los amigos de ETA, a revisar los bajos del coche, a abrir con aprehensi¨®n la correspondencia, a vigilar los alrededores de la casa y el trabajo, a cambiar de horarios y trayectorias, a ir con escolta tambi¨¦n a las ruedas de prensa. Bajo la enrarecida atm¨®sfera general de divisiones pol¨ªticas y sociales, el periodista puede sobrevivir en Euskadi si se instala en la asepsia informativa del mero transcriptor de declaraciones: 'dijo', 'indic¨®', 'a?adi¨®', si renuncia a extraer conclusiones, a adentrarse en tierras movedizas. Tambi¨¦n puede sobrevivir, claro est¨¢, si participa de los planteamientos soberanistas, de la negociaci¨®n con ETA, si comparte la deslegitimaci¨®n del Estado, si se sit¨²a en el terreno equidistante de las dos violencias.
El otro camino, el que combate frontalmente al terrorismo, se muestra exigente en las responsabilidades, trata de levantar las losas que cubren una realidad mucho m¨¢s penosa que la oficial, discurre hoy en Euskadi bajo el ojo vigilante de ETA -?son colegas de profesi¨®n los que seleccionan los objetivos potenciales, elaboran informes sobre los grupos de comunicaci¨®n, como el que apareci¨® meses atr¨¢s en el ¨²ltimo Zutabe, la publicaci¨®n interna de ETA?-, pero tambi¨¦n entre la descalificaci¨®n m¨¢s o menos general del nacionalismo. La consigna 'Periodistas=manipulaci¨®n', lanzada hace 15 a?os por el entorno terrorista, fue coreada masivamente en el ¨²ltimo mitin de campa?a del PNV-EA en Bilbao, donde algunos periodistas llegaron a ser insultados y zarandeados. Esa imagen de la Brunete medi¨¢tica, acu?ada por el diputado I?aki Anasagasti y utilizada profusamente, hasta la obsesi¨®n, por Xabier Arzalluz, ha envuelto en la misma ola de descr¨¦dito al periodismo responsable y prudente, como el vasco, con el que ha prodigado las simplicidades, las exageraciones, el sensacionalismo y hasta la manipulaci¨®n en esta campa?a. Es un momento de desaliento colectivo en el que muchos profesionales vascos se preguntan, pensando tambi¨¦n en su familia, si merece la pena jugarse la tranquilidad y la vida por un oficio maldito ahora en Euskadi, 'agente activo del conflicto', seg¨²n ETA, mentiroso y culpable, seg¨²n el nacionalismo. Demasiado desaliento como para aceptar las lecciones gratuitas de periodistas de sal¨®n, te¨®ricos del periodismo que jam¨¢s han ejercido el oficio, gentes que se vanaglorian de las felicitaciones recibidas por su pretendida ecuanimidad.
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