?Gan¨® de verdad Berlusconi?
LAS CLAVES DE LA VICTORIA DE LA DERECHA EN ITALIA
Silvio Berlusconi ha ganado las elecciones generales del pasado domingo en Italia; es m¨¢s, ha ganado ampliamente en cuanto a n¨²mero de esca?os. Pero el voto popular se ha caracterizado por una mayor¨ªa antiberlusconiana, tanto el expresado por el sistema mayoritario para el Congreso como para el Senado; en el voto por el sistema proporcional para el Congreso hay una sustancial paridad. ?sta es la paradoja de esa consulta. Vamos a intentar explicarla.
Berlusconi ha sabido crear una s¨®lida alianza entre todas las fuerzas favorables para ¨¦l (incluidos los que apoyan al neonazi Rauti, por lo menos en las circunscripciones electorales decisivas). Por el contrario, las fuerzas rivales del Cavaliere han ido a las urnas divididas por pol¨¦micas devastadoras. En el Senado, por ejemplo (donde se votaba con el sistema mayoritario), los comunistas de Fausto Bertinotti se presentaban en competici¨®n con El Olivo: de esta forma han obtenido con su 5% s¨®lo tres esca?os, ?y han hecho perder al centroizquierda unos cincuenta! Sin esta divisi¨®n, Berlusconi estar¨ªa hoy en minor¨ªa.
Los ex fascistas Gasparri y Fini declaraban de forma expl¨ªcita los nombres de periodistas y de intelectuales que no deber¨ªan aparecer nunca m¨¢s en televisi¨®n
El antagonismo de Di Pietro
En el Congreso, Berlusconi estar¨ªa ahora lamentando una amarga derrota si el ex magistrado Antonio di Pietro no se hubiera presentado como antagonista de El Olivo en las circunscripciones uninominales. Sin embargo, de esta forma ha sido derrotado tanto El Olivo como Di Pietro, que en la cuota proporcional no ha alcanzado -por un suspiro- el umbral m¨ªnimo del 4%, por lo que se queda fuera del Parlamento.
Berlusconi no debe, por tanto, 'dar las gracias a los italianos', como ha hecho en una solemne exhibici¨®n televisiva. Los italianos han votado en su mayor¨ªa contra ¨¦l. Berlusconi debe dar las gracias a los l¨ªderes de los partidos adversarios, que han cometido todos los errores posibles. Y que, por lo menos en el caso del comunista Bertinotti, quiz¨¢ quer¨ªan la victoria del Cavaliere, visto que Bertinotti sigue expresando su satisfacci¨®n por los resultados electorales.
En cualquier caso, Berlusconi ser¨¢ el jefe de Gabinete. Con intenciones tan claras que hacen temer que lo que desea no es formar un Gobierno, sino construir un r¨¦gimen: cuando se dirig¨ªa con tono tranquilizador a los electores -declar¨¢ndose 'garante' incluso de los derechos de sus adversarios-, Fini y Gasparri (n¨²meros uno y dos del movimiento ex fascista Alianza Nacional, principal formaci¨®n aliada de Forza Italia de Berlusconi) declaraban de forma expl¨ªcita los nombres de los periodistas y de los intelectuales que no deber¨ªan aparecer nunca m¨¢s en televisi¨®n. La voluntad de depuraci¨®n es clara y expl¨ªcita y concierne a todos los sectores en los que el Gobierno tendr¨¢ influencia.
No s¨®lo en los medios de comunicaci¨®n (y esto concierne a la imparcialidad de la informaci¨®n y a la autonom¨ªa de la cultura), sino tambi¨¦n en los magistrados (es decir, en la divisi¨®n de poderes en el sentido m¨¢s tradicional del t¨¦rmino). Berlusconi ha explicado que intenta quitar a los magistrados la direcci¨®n de las investigaciones para confiarlas a la polic¨ªa, es decir, al Ministerio del Interior, o, en otras palabras, al Poder Ejecutivo, y que desea que la mayor¨ªa del Parlamento (es decir, Berlusconi mismo) establezca, a?o a a?o, los delitos que se deben perseguir y los que se deben archivar, dinamitando el principio primordial de la modernidad liberal: la certeza del Derecho y la igualdad de todos ante la ley.
Pero la primera medida que el Cavaliere ha decidido llevar a cabo es la abolici¨®n del impuesto de sucesi¨®n sobre los patrimonios y el impuesto sobre donaciones: sin l¨ªmite de cifra. T¨¦ngase en cuenta que ya hoy, hasta los 350 millones de liras (alrededor de 35 millones de pesetas) por cada heredero, que se convierten en unos cien millones de pesetas cuando se trata de una persona minusv¨¢lida, no hay impuestos. Este techo cubre a la gran mayor¨ªa de los ciudadanos, pero no a los riqu¨ªsimos. Con esa medida, Berlusconi podr¨ªa 'donar' sus televisiones a sus hijos (fingiendo de esta forma haber resuelto el conflicto de intereses) y ahorrarse, seg¨²n el c¨¢lculo de los expertos, casi cien mil millones de pesetas en impuestos: ?un caso de manual de conflicto de intereses!
Bossi, vampirizado
De todas formas, no deber¨ªan tardar en presentarse las contradicciones. Sus aliados han sido derrotados (algunos afirman que han sido vampirizados) por el ¨¦xito de Forza Italia. La Liga Norte de Umberto Bossi est¨¢ por debajo del 4%. Es por esto por lo que Bossi -para no desaparecer- exige ahora la presidencia del Congreso. Adem¨¢s, Berlusconi no podr¨¢ mantener las absurdas promesas electorales (aumento inmediato de las pensiones, disminuci¨®n inmediata de los impuestos, plan de obras p¨²blicas gigantesco e inmediato). ?C¨®mo se justificar¨¢? ?Dir¨¢ a los electores que eran promesas falsas; es decir, que los ha enga?ado, o recurrir¨¢ a la invenci¨®n demag¨®gica de alg¨²n chivo expiatorio? La opci¨®n segunda es obvia: dir¨¢ que la izquierda ha falsificado los presupuestos del Estado, que los sindicatos no le dejan trabajar, que los peri¨®dicos europeos le calumnian, ?o qu¨¦ m¨¢s?
En cualquier caso, la demagogia apoyada por la potencia impresionante de un monopolio televisivo que alcanza el 95% del total alimentar¨¢ las peores tentaciones autoritarias. Ya hoy, por otra parte, con un ¨²nico hombre que concentra en su persona el poder legislativo, el Ejecutivo, el de la informaci¨®n y que someter¨¢ por lo menos en parte al judicial, Italia no es una democracia, si se toma en consideraci¨®n la definici¨®n de un manual liberal cualquiera (incluso el m¨¢s conservador) de ciencias pol¨ªticas.
El centroizquierda, a trav¨¦s de su l¨ªder, Francesco Rutelli, ha prometido una oposici¨®n intransigente. Pero Massimo d'Alema, al que se deben cuatro a?os de pol¨ªtica de apaciguamiento con Berlusconi (sin los cuales no habr¨ªa sido posible la 'resurrecci¨®n' del Cavaliere), ya ha dado a entender que pretende retomar la direcci¨®n de los Dem¨®cratas de Izquierda. Y lo lograr¨¢ si Walter Veltroni no gana la alcald¨ªa de Roma. Hasta que el centroizquierda no logre elegir de forma compacta la v¨ªa de una moderna intransigencia, para Italia se presenta como posible la desviaci¨®n hacia un peronismo opulento y posmoderno (pero siempre peronismo). Si Europa lo permite.
Paolo Flores d'Arcais es fil¨®sofo italiano y director de la revista MicroMega.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.