Asalto al para¨ªso de los 'capos'

Antonio Bianco, de 49 a?os, jefe de la Camorra napolitana acudi¨® confiado al hotel Plaza de Castilla, en el centro de Madrid, para fundirse en un abrazo con su hermano Salvatore, que el pasado 27 de abril acababa de desembarcar del vuelo N¨¢poles-Mil¨¢n-Madrid. Cesarella, apodo de guerra del mafioso, no logr¨® ni estrechar la mano del reci¨¦n llegado. Dos agentes de Interpol se le cruzaron en el camino y le ataron a unas esposas.

Bianco, miembro del clan Baratto que act¨²a en la regi¨®n italiana de Campania, ignoraba que su hermano atrajo desde N¨¢poles como un poderoso im¨¢n a los polic¨ªas italianos que le salieron al paso y pegaron a su nariz dos ¨®rdenes de b¨²squeda y captura por asociaci¨®n mafiosa y tr¨¢fico de estupefacientes. Les exhibi¨® un pasaporte falso a nombre de Salvatore Andres, pero no le sirvi¨® de nada.

Las haza?as en Italia del clan Baratto no tienen desperdicio: extorsiones, loter¨ªas clandestinas, contrabando, tr¨¢fico de estupefacientes, homicidio y usura. Bianco, uno de sus promotores, hab¨ªa encontrado en Madrid un lugar seguro desde el que segu¨ªa manejando los hilos de la organizaci¨®n en N¨¢poles.

La polic¨ªa le atribuye una 'astucia y habilidad vengativa' fuera de lo com¨²n con los miembros de los clanes rivales. El mito creado entorno a este miembro de la Camorra, uno de los delincuentes m¨¢s buscados de Italia, hizo que el GOE (Grupo de Operaciones Especiales) apoyara su detenci¨®n en el hotel madrile?o. Ahora, entre rejas, el mito se derrumba y Cesarella aguarda resignado su extradici¨®n a Italia.

Se ha roto el sosiego del que disfrutaban en Espa?a centenares de capos de la Camorra, Cosa Nostra Indrangheta, Mafia Pugliese, Sacra Corona y otras organizaciones criminales que viv¨ªan en la impunidad porque sus ¨®rdenes de detenci¨®n, vigentes en toda Europa, estaban aqu¨ª anuladas por recomendaci¨®n de la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional. Desde que el pasado mes de junio el Gobierno espa?ol levant¨® el veto sobre 800 de estas ¨®rdenes de detenci¨®n para extradici¨®n han ca¨ªdo en las redes policiales 59 capos y delincuentes. Una docena de ellos figuraban entre los 500 m¨¢s buscados. 'Detenemos uno por semana, pero todav¨ªa hay muchos que siguen libres', se?ala un mando policial italiano destinado en Interpol.

Santina Ronsisvale, 44 a?os, natural de Catania, ligada a la Mafia siciliana encontr¨® en Teulada-Moraira la paz y las espl¨¦ndidas vistas al mar que ofrece este precioso pueblo tur¨ªstico de 9.000 habitantes, en la costa alicantina.

El pasado 7 de marzo cerca de su casa, en la avenida del Portet, en pleno casco urbano, el polic¨ªa italiano que hab¨ªa viajado a Espa?a con la ¨²nica misi¨®n de reconocerla dud¨® un instante. 'Estaba m¨¢s envejecida y algo gordita, pero era ella', dice Baldomero Ara¨²jo, comisario provincial de Alicante.

Cuando el agente de Catania, que la hab¨ªa detenido hac¨ªa varios a?os, hizo un gesto de aprobaci¨®n, los polic¨ªas de la comisar¨ªa de Denia (Alicante) se cruzaron frente a Santina y le pidieron que se identificara. Mientras mostraba una documentaci¨®n falsa el paso de Santina se convirti¨® en una carrera y termin¨® esposada. 'Se resisti¨®, se puso muy brava', relata el responsable policial. Ronsisvale, figuraba en el libro de los 500 delincuentes m¨¢s buscados de Italia, y llevaba fugada dos a?os. Escuchas telef¨®nicas en su pa¨ªs demuestran, seg¨²n la polic¨ªa, que todav¨ªa controlaba el tr¨¢fico de estupefacientes de su organizaci¨®n criminal.

A Rosario Castelli, 36 a?os, natural de Varese, localidad del norte de Italia, le perdi¨® el tatuaje con dos palmeras que exhib¨ªa orgulloso en uno de sus brazos. Desde Madrid, los agentes italianos enviaron a la comisar¨ªa de Playa de las Am¨¦ricas, al sur de Tenerife, una descripci¨®n del dibujo que el pasado 5 de abril acab¨® con su aventura espa?ola. La Fiscal¨ªa de Mil¨¢n lo reclamaba por tr¨¢fico de estupefacientes.

Enrico Ruggiero, un elegante napolitano de 46 a?os, fue sorprendido el a?o pasado vestido con ropa deportiva en una calle de Marbella. En su coche una raqueta de tenis y los recibos de un club privado demostraron la ociosa vida de este contable de la Camorra. A pocas manzanas de distancia, su compa?ero Pasquale Mazarella, de 32 a?os, no tuvo tiempo de vestirse cuando la polic¨ªa aporre¨® la puerta de su casa e interrumpi¨® su sue?o.

El capo de la Camorra Giovanni Pistillo, 54 a?os, con p¨¢gina de honor en el libro de los 500 m¨¢s buscados, tuvo que interrumpir su caminata por el paseo mar¨ªtimo de Fuengirola (M¨¢laga). Ten¨ªa cuatro ¨®rdenes internacionales de b¨²squeda y captura. Su esposa, Angelina Grimaldi, fue arrestada cuando lo visitaba el d¨ªa de su cumplea?os en la madrile?a c¨¢rcel de Valdemoro.

Vicenzo Mussurici, de 58 a?os, due?o del restaurante marbell¨ª Buen Gusto Italiano cambi¨® los delantales de cocina por un ch¨¢ndal en la prisi¨®n de Alhaur¨ªn de la Torre. Tras los fogones ocultaba una trepidante actividad en el tr¨¢fico de drogas, por el que le piden 30 a?os de c¨¢rcel. La lista contin¨²a abierta.