S¨¢nchez Adalid recuerda el decisivo papel de los cristianos en Al-?ndalus
La novela 'El moz¨¢rabe' tiene como escenario la C¨®rdoba del siglo X
La llegada de Abd al-Rahman III al poder en el a?o 929 dio inicio a una etapa de esplendor en Al-?ndalus. En la C¨®rdoba de esta ¨¦poca coincidieron Asbag, un erudito moz¨¢rabe (cristiano que viv¨ªa entre los musulmanes), y Abu¨¢mir, un ambicioso y atractivo musulm¨¢n. El primero se gan¨® la confianza del califa; el segundo se convirti¨® en un guerrero cuyo nombre hac¨ªa santiguarse con terror a los cristianos. La aventura vital de Asbag y Abu¨¢mir sirve de ca?amazo a la novela El moz¨¢rabe, que acaba de publicar Jes¨²s S¨¢nchez Adalid en Ediciones B.
S¨¢nchez Adalid (Don Benito, Badajoz, 1962) se lamenta del escaso conocimiento que existe en la Espa?a contempor¨¢nea del papel de los moz¨¢rabes. 'Una de las grandes sorpresas que ha producido este libro en ambientes cultos es la de traer luz a esa realidad de gran significaci¨®n que fue el mundo moz¨¢rabe', indica S¨¢nchez Adalid.
'No se ha hecho literatura sobre los moz¨¢rabes. Hay estudios y tesis doctorales que no llegan al gran p¨²blico. Mucha gente s¨®lo asocia lo moz¨¢rabe con un estilo arquitect¨®nico', agrega. S¨¢nchez Adalid recuerda c¨®mo los moz¨¢rabes 'conservaron las ra¨ªces de la tradici¨®n de San Agust¨ªn e hicieron de puente con la cultura latina'.
El novelista evoca un periodo -'varias d¨¦cadas del siglo X'- en que la tolerancia de los musulmanes permiti¨® a los moz¨¢rabes ocupar altas responsabilidades. 'Lo de la tolerancia en Al-?ndalus es un mito. Los siglos VIII y IX fueron horrorosos para los cristianos. Hubo m¨¢rtires moz¨¢rabes', dice.
El jefe pol¨ªtico y militar Almanzor (Torrox, M¨¢laga, 940-Medinaceli, 1002), que no es otro que Abu¨¢mir, 'fue un terrible perseguidor de los cristianos'. 'Los moz¨¢rabes hu¨ªan hacia Catalu?a y el reino astur-leon¨¦s. Aunque la tolerancia es un mito, debemos hablar de ella porque los mitos son hermosos y es bueno que puedan servir de ejemplo. Nuestra ¨¦poca, con sus movimientos migratorios, es un buen momento para sacar a relucir este mito', se?ala el escritor.
Fundamentalismo
Almanzor tom¨® e incendi¨® Barcelona en 985; destruy¨® Santiago de Compostela en 997; y se apoder¨® de Burgos en 1000. Tras Almanzor las cosas no mejoraron para los cristianos. 'El fundamentalismo, que entr¨® primero con los almor¨¢vides y luego con los almohades, se carg¨® al mundo moz¨¢rabe', explica.
'Los m¨¢s duros fueron los almohades [dinast¨ªa ber¨¦ber que comenz¨® a principios del siglo XII], que ve¨ªan a los hombres cultivados como una amenaza. La ¨¦poca de los almohades fue muy pobre desde el punto de vista cultural. Hab¨ªa menos poetas, menos literatos...', a?ade S¨¢nchez Adalid.
El escritor ha sido testigo de la vida de algunas comunidades cristianas en el mundo ¨¢rabe contempor¨¢neo. 'He visto c¨®mo viven los cristianos en Jerusal¨¦n, los maronitas en L¨ªbano, los cristianos armenios... Su vida tiene que tener muchas semejanzas con la de los moz¨¢rabes', comenta el novelista.
Hubo, pues, un periodo de tolerancia en el que un personaje como Asbag pod¨ªa llegar a servir al califa en delicadas misiones. Al-Hakam II, sucesor de Abd al-Rahman III, fue califa de C¨®rdoba entre 961 y 976. 'Fue el verdaderamente tolerante. Su madre y su ¨²nica mujer eran cristianas. Era un musulm¨¢n muy piadoso y, a la vez, un hombre abierto. Hab¨ªa cosas del cristianismo, como la caridad, que le seduc¨ªan. Un hombre como Asbag, que era cristiano, pod¨ªa enterarse de qu¨¦ se coc¨ªa en los reinos del norte', asevera S¨¢nchez Adalid.
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