Elenco falaz
El dinero convert¨ªa al lerdo en inteligente y sabio, al cura fornicador en santo, y en vidente al ciego. El dinero no ten¨ªa entra?as. ?sta es la cr¨ªtica t¨®pica y gen¨¦rica del dinero; una cr¨ªtica suave y v¨¢lida para casi todas las especies humanas, que se rastrea en la literatura cl¨¢sica grecolatina y que repitieron una serie de poetas medievales y renacentistas. Aqu¨ª y hoy, la cr¨ªtica ha de ser puntual y concreta, porque demasiado dinero p¨²blico nos gastamos en cantantes de moda, o lo despilfarramos cuando hay prioridades en el gasto de ese dinero p¨²blico.
El parn¨¦ p¨²blico lo administran nuestros gobernantes, ahora casi todos del Partido Popular, y de la hacienda p¨²blica son s¨®lo eso, administradores. El dinero privado nos lo administramos como mejor podemos el vecindario para hacer frente puntual al pago de la hipoteca. Y ha sido con caudales p¨²blicos y valencianos con los que se ha costeado esa llamada promoci¨®n comercial que relaciona el Instituto Valenciano de Exportaci¨®n (Ivex) con el ¨ªdolo planetario Julio Iglesias y con las cuentas poco claras. Y como hay poca claridad en las cuentas, es tarea de la oposici¨®n democr¨¢tica, y tarea apremiante, exigir que rinda cuentas quien gobierna. Y as¨ª lo hizo el portavoz del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas. Y Ximo Puig interpel¨® al Gobierno valenciano, sin embargo, en vano. Porque su interpelaci¨®n no condujo al Gobierno valenciano a la claridad en los pagos y las cuentas del Ivex: su interpelaci¨®n puso de manifiesto en el debate de las Cortes que, en cuesti¨®n de dial¨¦ctica parlamentaria, el Gobierno valenciano maneja el paralogismo, el sofisma o la falacia como si supiese de memoria el De sophisticis elenchis del griego Arist¨®teles.
Falacia o paralogismo es refutar las razones del contrario mediante un argumento aparente, ni real ni verdadero. Si Ximo Puig pregunt¨® por las cuentas y los pagos del Ivex a Julio Iglesias, lo l¨®gico es que el m¨¢ximo responsable del Gobierno de la Generalitat hubiese respondido aclarando dichas cuentas y pagos del Ivex a Julio Iglesias. El representante m¨¢ximo del Gobierno valenciano refut¨®, sin embargo, a la oposici¨®n con otras historias, que no argumentos reales, y que tuvieron lugar en los tiempos de Joan Lerma. Dirigente, este ¨²ltimo, a quien se le puede poner en la picota por cuantas trapacer¨ªas pol¨ªticas se quiera, pero con una hoja de servicios muy blanca y limpia en lo que a la administraci¨®n del parn¨¦ p¨²blico se refiere. No, el dinero concreto y puntual del Ivex no convierte por estos lares a la especie humana en sabia, santa o vidente, sino en sofistas de la m¨¢s rancia escuela, pues no otra cosa es refutar al adversario con ejemplos o casos, verdaderos o no, del pasado para evitar una correcta explicaci¨®n en el presente.
Este presente valenciano y del PP en el que, sin ir m¨¢s lejos, un alcalde y vicepresidente de la provincial Diputaci¨®n de Castell¨®n, La Vall d'Alba que no alcanza los dos mil habitantes, se gasta 70 millones en la construcci¨®n de una plaza de toros. Argumenta el mun¨ªcipe inversor, de forma falaz, que los vecinos no pagar¨¢n, que se paga con los impuestos de la empresas del pol¨ªgono industrial. Unos impuestos que deber¨ªan financiar la depuraci¨®n de aguas sucias que genera ese pol¨ªgono. En fin, que habr¨ªa que saber qu¨¦ es lo que piensan en Bruselas sobre las ayudas europeas para instalar depuradoras por estos pagos, mientras construimos cosos taurinos, y mientras algunos dirigentes de nuestra derecha nos quieren convertir, con el dinero p¨²blico, en lerdos.
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