En busca de la propia identidad
El trastorno l¨ªmite de la personalidad es una dolencia infradiagnosticada pese a que se estima que aqueja al 2% de la poblaci¨®n. Muchos de sus afectados se suicidan
He perdido el inter¨¦s por todo. S¨®lo tengo inter¨¦s, y a veces, en mejorar, en calmar un poco el infierno que hay dentro de m¨ª'. Sergio padeci¨® el d¨ªa antes una crisis. De camino a la cl¨ªnica en la que reside se detuvo delante de un bar y no pudo reprimir el impulso de entrar. All¨ª llen¨® el vac¨ªo interior que sent¨ªa con varias cervezas y escribi¨® un poema en unas servilletas de papel. Despu¨¦s se automutil¨® haci¨¦ndose cortes en los brazos. Ahora va a cumplir 30 a?os y hace cinco le diagnosticaron un trastorno mental que apenas se conoc¨ªa cuando ¨¦l naci¨®: el trastorno l¨ªmite de la personalidad (TLP).
La clasificaci¨®n DSM-IV de los trastornos de la personalidad lo sit¨²a en el rango de los excesivamente extravertidos, emocionales, impulsivos e inestables. 'Resulta muy dif¨ªcil definir el TLP, ya que no tiene una etiolog¨ªa definida y cada paciente presenta unas caracter¨ªsticas distintas. Sin embargo, existen elementos comunes que pueden ayudar a dibujar los contornos de la dolencia. Las personas con un TLP son inestables en diferentes ¨¢reas, incluyendo las relaciones interpersonales, la conducta, el humor y la autoimagen', se?ala V¨ªctor P¨¦rez, del servicio de psiquiatr¨ªa del hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. 'Cambios abruptos y extremos de estado de ¨¢nimo, relaciones interpersonales tormentosas, una autoimagen inestable y fluctuante, as¨ª como la realizaci¨®n de acciones impredecibles y autodestructivas son caracter¨ªsticas de las personas con este trastorno'.
Todas estas caracter¨ªsticas pueden provocar en los pacientes episodios de temor fren¨¦tico frente a la posibilidad real o imaginada de ser abandonados por un ser cercano. En este sentido, los individuos con un TLP suelen pasar r¨¢pidamente de la idealizaci¨®n a la devaluaci¨®n de las personas con las que conviven. 'Estos pacientes generalmente tienen grandes dificultades con respecto a su propio sentido de la identidad. A menudo experimentan el mundo en extremos, viendo a los otros como totalmente buenos o totalmente malos', asegura V¨ªctor P¨¦rez.
El temor al abandono, la dependencia de otras personas y el sentimiento cr¨®nico de vac¨ªo pueden llevarles a realizar gestos suicidas o automutilaciones. En otros casos, la b¨²squeda de sensaciones fuertes les lleva a conductas temerarias como el consumo de drogas, las actividades sexuales de riesgo o la conducci¨®n peligrosa.
'Estas conductas acaban teniendo dos tipos de consecuencias nefastas para el enfermo. Por un lado, le abocan a la marginaci¨®n y le sit¨²an fuera de la ley, y por otro, le estigmatizan err¨®neamente como drogadicto o marginado. Todo ello dificulta que tengan un diagn¨®stico correcto y se les aplique un tratamiento', lamenta Beatriz L¨®pez, psic¨®loga de la Asociaci¨®n Catalana de Ayuda e Investigaci¨®n del TLP. Cuando un paciente sufre una crisis, acude al servicio de urgencias de cualquier hospital. All¨ª se le tratan los s¨ªntomas y se le env¨ªa a casa, sin que habitualmente se le haga un diagn¨®stico correcto. 'Esto es fruto del desconocimiento general sobre este trastorno, a pesar de que es dos veces m¨¢s com¨²n que la esquizofrenia. Se estima que lo padece alrededor de un 2% de la poblaci¨®n mundial', apunta Beatriz L¨®pez.
Los expertos aseguran que el sistema sanitario presta poca atenci¨®n a esta dolencia y reclaman m¨¢s recursos para la investigaci¨®n y para el tratamiento. ?ste incluye tanto la psicoterapia como la administraci¨®n de f¨¢rmacos. La terapia dial¨¦ctica conductual es la que ha mostrado mayor eficacia hasta ahora. Esta terapia se basa en una teor¨ªa biosocial de la personalidad. Los medicamentos (antidepresivos, antipsic¨®ticos, eutimizantes) se dirigen b¨¢sicamente a combatir los s¨ªntomas.
'El objetivo es conseguir que el paciente sobreviva. Que sobreviva a las crisis, a las automutilaciones y a los intentos de suicidio, y que sobreviva a la marginaci¨®n, porque la evoluci¨®n natural del TLP es habitualmente favorable, y conforme el individuo se acerca a los 40 a?os de edad se observa una notable mejor¨ªa', asegura V¨ªctor P¨¦rez.
Cuando Sergio piensa sobre su futuro, sue?a con tener un trabajo y una pareja. Pero considera que la realizaci¨®n de sus deseos todav¨ªa est¨¢ muy lejos y se conforma con 'un poco de sosiego interior'. Sin embargo, a sus 30 a?os, superada la ¨²ltima crisis, es muy probable que esos sue?os le est¨¦n esperando en el siguiente recodo del camino.
Nueve criterios b¨¢sicos de diagn¨®stico
El DSM-IV establece nueve criterios para el diagn¨®stico del trastorno l¨ªmite de la personalidad, aunque si se tienen en cuenta otras consideraciones, el cum- plimiento de cinco de estos criterios es suficiente para determinar la dolencia. - Lucha contra el abandono. El paciente realiza esfuerzos fren¨¦ticos para evitar un abandono real o imaginado. - Relaciones inestables. Un patr¨®n de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealizaci¨®n y los de devaluaci¨®n. - Alteraci¨®n de la identidad. Autoimagen o sentido de s¨ª mismo acusada y persistentemente inestable. - Impulsividad en al menos dos ¨¢reas. Impetuosidad potencialmente da?ina en ¨¢mbitos como gastos, sexo, abuso de sustancias, conducci¨®n temeraria o comida. - Amenazas suicidas y de automutilaci¨®n. A veces se llevan a la pr¨¢ctica. - Inestabilidad afectiva. Debida a una notable reactividad del estado de ¨¢nimo. Por ejemplo, episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez unos d¨ªas. - Sentimientos cr¨®nicos de vac¨ªo. - Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlarla. Por ejemplo, muestras frecuentes de mal genio, enfado constante y peleas f¨ªsicas recurrentes. - Ideaci¨®n paranoide transitoria. Relacionada con el estr¨¦s o s¨ªntomas disociativos graves. Todos estos s¨ªntomas le niegan al paciente la estabilidad necesaria para continuar los estudios, mantener un empleo y establecer una relaci¨®n sentimental. Adem¨¢s, suponen un cambio rotundo en su vida familiar.
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