D¨®nde va Valencia
Tras una primer intento por ubicar d¨®nde quedaba Valencia en el juego de la bipolaridad urbana espa?ola entre Madrid y Barcelona, resulta ahora interesante leer el di¨¢logo mantenido en EL PA?S entre Ruiz Gallard¨®n y Pasqual Maragall, sobre la concepci¨®n del Estado y el papel de las autonom¨ªas. Y si ellos se plantean el papel que Madrid y Catalu?a quieren desempe?ar, tambi¨¦n la Comunidad Valenciana deber¨ªa plantearse si quiere ser una m¨¢s entre quince autonom¨ªas, o si pretende tener algo que decir en la vertebraci¨®n del Estado y en los espacios econ¨®micos que se van vertebrando en la Europa de las regiones.
Ruiz Gallard¨®n acaba diciendo que entiende que la vertebraci¨®n de Espa?a es una tarea que no debe asumir en solitario la Administraci¨®n central -confiemos que as¨ª sea- y Catalu?a, argumenta Maragall, debe superar el victimismo, y plantear su propia estrategia econ¨®mica. Con estos antecedentes resulta l¨®gico concluir que tambi¨¦n los valencianos debemos ponernos cuanto antes a reflexionar, sobre nuestro propio papel, hist¨®rico y actual, y decidir cu¨¢l desempe?ar.
Repasando la historia y la situaci¨®n geopol¨ªtica, nuestra estrategia econ¨®mica no debe andar lejos de la posici¨®n que marca el arco mediterr¨¢neo noroccidental. Los flujos culturales y comerciales, son m¨¢s importantes con las regiones vecinas, y sin duda, la mejora del transporte ferroviario y la mejora en las conexiones a¨¦reas, favorecer¨¢n los intercambios de todo tipo. Los planteamientos tur¨ªsticos coincidentes, y concurrentes, con Baleares, aconsejan igualmente una estrecha colaboraci¨®n.
Valencia, contrariamente a lo que ha sucedido, deb¨ªa haber favorecido antes esta reflexi¨®n, puesto que est¨¢ yendo detr¨¢s de los intercambios econ¨®micos que desde hace tiempo se producen, de forma espont¨¢nea, entre sectores industriales, jugueteros, textiles, tur¨ªsticos, profesionales, de dise?adores o de la propia distribuci¨®n comercial. Y entre los datos que lo justifican, por citar s¨®lo uno: el de las exportaciones. Desde al a?o 1986 al 2000 se observa un descenso de la participaci¨®n valenciana en el conjunto de la exportaci¨®n espa?ola, pasando del 18,9% al 12,4%, seg¨²n datos oficiales.
Mientras tanto tenemos que Catalu?a y Madrid, las que se disputan un papel protagonista en el conjunto del Estado, son las ¨²nicas autonom¨ªas que aumentan, pasando en el caso de Catalu?a del 21,7% en 1986 al 26,8% en el 2000, y Madrid del 7,6% en 1986 al 11,8% en el 2000. En unos a?os, Catalu?a nos dobla y Madrid casi nos alcanza.
La reflexi¨®n es ya urgente, pues junto a la regionalizaci¨®n del espacio europeo, y la pr¨®xima ampliaci¨®n de miembros de la Uni¨®n, cabe a?adir la situaci¨®n de desventaja en la que estamos situados, en tanto las infraestructuras no sean acordes para la necesaria competitividad de nuestros productos, pues volviendo al ejemplo que estamos utilizando, el de las exportaciones, de continuar la tendencia expresada, seg¨²n an¨¢lisis ya realizados, en el transcurso de dos a?os, Madrid podr¨ªa desplazar a Valencia del segundo puesto que hoy ocupa.
Alejandro Ma?es es licenciado en Ciencias Econ¨®micas y Derecho.
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