Metro, marginados e incontinencia verbal

Soy un trabajador de Metro y he le¨ªdo en su diario que la presunta negligencia de un jefe de seguridad de esta empresa hab¨ªa causado el fallecimiento del joven Javier Echevarr¨ªa Torres Sauquillo, hijo de la eurodiputada Francisca Sauquillo. Dicho esto, quisiera, si me permiten, puntualizar varias cuestiones.

La primera es exponer mi comprensi¨®n ante el dolor de la familia de Javier. La segunda es que, si fuera cierta la omisi¨®n de aquel responsable, es necesario que sobre esa persona caiga todo el rigor de la justicia, ya que nadie, con independencia de su posici¨®n social, estado f¨ªsico o an¨ªmico, puede quedar desatendido por Metro en caso de perentoria necesidad.

En tercer lugar quiero decir que durante nueve a?os realic¨¦, como responsable sindical, labores relacionadas con seguridad e higiene (con la Ley 31/95, de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales). En ese tiempo pude conocer, por activa y por pasiva, el problema de los marginados con relaci¨®n a nuestras instalaciones. Defecaciones, micciones y otras inmundicias en escaleras y pasillos. Cartones y basuras en rincones y, tras las lomas de los techos, personas cruzando las v¨ªas o en los t¨²neles. Mendicidad a veces amenazadora. Discusiones y agresiones a usuarios y trabajadores de la empresa.

Son ¨¦stas y no otras las continuas y cotidianas quejas de trabajadores y usuarios. Evitemos, pues, falsas noticias sensacionalistas -'As¨ª act¨²an con los marginados en Metro'- cuando somos los ciudadanos afectados los que, en muchas ocasiones, exigimos la erradicaci¨®n de las situaciones descritas.

Las declaraciones efectuadas por las fuentes cercanas a la familia de Javier Echevarr¨ªa se equivocan al acusar a Metro de eludir una medida que ha contado siempre con el benepl¨¢cito de la direcci¨®n de esta 'compa?¨ªa p¨²blica'. Medida que no contaba con el apoyo social por lo ya reflejado, y, sobre todo, porque los trabajadores de Metro creemos que la soluci¨®n al problema de los 'excluidos' pasa por la asunci¨®n de otras medidas sociales y de integraci¨®n m¨¢s profundas.

Y que para dormir es ignominioso una colchoneta en un pasillo, cuando hay lugares m¨¢s apropiados para descansar y protegerse de las g¨¦lidas temperaturas.

No seamos fariseos, no pretendamos jugar bazas pol¨ªticas a costa de unas personas que, con independencia de todo lo dicho, merecen una mejor ayuda.

Repito: siento sinceramente el fallecimiento de Javier. Pero tambi¨¦n siento que fuentes cercanas a su familia, lejos de la realidad, se acuerden ahora de los sin techo y marginales que llevan mil a?os busc¨¢ndose la vida en las instalaciones de Metro o en el soportal de una tienda en plena calle.