Las palabras de la tribu
Pol¨ªticos, sindicalistas y estudiosos del lenguaje analizan los t¨¦rminos m¨¢s comunes referidos a la inmigraci¨®n
El discurso sobre la inmigraci¨®n est¨¢ creando una serie de palabras recurrentes y no cuestionadas. Se escuchan tanto, en tantos contextos y en emisores tan dispares que, en ocasiones, su significado se vuelve confuso. Lo que aqu¨ª sigue consiste en entregar algunas de estas palabras a un consejo de sabios (v¨¦ase recuadro adjunto) para que establezcan qu¨¦ palabra es la correcta en el caso de que haya otra para designar un mismo concepto -el caso de vocablos como moro o negro- y para que definan palabras pol¨ªticamente correctas, cuyo uso abusivo ha desvirtuado su significado. El resultado es sorprendente. No todas las palabras que utiliza todo el mundo significan lo mismo para todo el mundo.
Moro
Fisas: Aunque en su origen se refiere a las personas procedentes de lo que hoy es Mauritania y parte del Magreb, su uso ha adquirido con frecuencia connotaciones de desprecio, aunque no siempre. No soy partidario, por tanto, de utilizar esta palabra por la carga ofensiva que puede llevar en estos momentos.
Mendiluce: Palabra peyorativa, cargada de desprecio a lo largo del tiempo, y totalmente inconveniente.
Gispert: Considero m¨¢s adecuada la palabra magreb¨ª frente a moro y subsahariano frente a negro. En otro orden de cosas, es evidente que a las personas del llamado Primer Mundo se las denomina por su pa¨ªs de origen. ?Por qu¨¦ hacemos excepciones seg¨²n el color de la piel, la etnia o la religi¨®n de algunas personas? Porque pertenecen a lo que nosotros venimos llamando Tercer Mundo, ?no merecen el mismo trato?
Rum¨ª: En su acepci¨®n peyorativa y m¨¢s extendida, es insultante. La repruebo por su contenido xen¨®fobo ya que viene a definir una posici¨®n de superioridad e inequ¨ªvocamente despectiva, con reminiscencias de conflictos de orden religioso, para referirse, por lo general, al marroqu¨ª. No obstante, llamo la atenci¨®n sobre su utilizaci¨®n cada vez m¨¢s frecuente por los propios inmigrantes, que recurren a ella para referirse a s¨ª mismos con evidente intencionalidad y sentido del humor. Por ello, no cabe descartar que, en el futuro, asistamos a su revalorizaci¨®n.
Pajares: Tiene uso peyorativo. Encierra el rechazo hacia quien es extranjero, pobre y, adem¨¢s, nos descubre las partes m¨¢s negativas de nuestra historia (desde las expulsiones de los musulmanes en los siglos XV y XVI hasta la colonizaci¨®n del norte de Marruecos o el uso que se hizo de los marroqu¨ªes en la guerra civil).
Blecua: El an¨¢lisis de un significado l¨¦xico supone la consideraci¨®n de su valor en una situaci¨®n comunicativa, con unos participantes y con una intencionalidad en cada mensaje. Para complicar m¨¢s las cosas, los hablantes solemos tener opiniones sobre los elementos de la lengua, sobre todo sobre las piezas l¨¦xicas, y da igual que la historia de la lengua muestre que moro no s¨®lo no ha sido una voz empleada con valores despectivos, sino m¨¢s bien con valores muy positivos, como sucede en gran parte de las obras de los Siglos de Oro o del Romanticismo, para que moro o negro en determinados casos sean tomados como se dec¨ªa antiguamente 'a mala parte' y que entonces el hablante o el escritor procure huir del empleo de estas palabras y que busque su sustituci¨®n, sobre todo si es pol¨ªtico o periodista. Estos movimientos de huida de un t¨¦rmino y de b¨²squeda de un sustituto que se considera m¨¢s neutro o m¨¢s embellecedor son constantes en la historia de las lenguas y son una de las causas de la renovaci¨®n l¨¦xica. El Diccionario abreviado de Mar¨ªa Moliner (2000), por ejemplo, reconoce ya este valor despectivo en la palabra moro. Moro en su origen latino es simplemente el habitante de Mauritania y posteriormente ampl¨ªa su significado a todos los mahometanos y a los gentiles no bautizados ('este ni?o se ha quedado moro'); como estudian J. Corominas y J. A. Pascual, la tez oscura de los habitantes de Mauritania lleva a que moro signifique 'negro' en el color de los caballos o que moreno, como derivado de moro, sea hoy un eufemismo para designar a una persona de piel negra. Hasta que el castellano tuvo el t¨¦rmino nadie, muy tard¨ªamente, se empleaba la f¨®rmula negativa 'ni moros ni cristianos'.
Negro
Fisas: La referencia al color de la piel no ha de ser casi nunca la primera referencia al hablar de determinados colectivos, que aunque sean negros de piel tambi¨¦n son a la vez otras cosas que permiten distinguirlos e identificarlos. A veces, sin embargo, es pertinente utilizar el t¨¦rmino negro cuando hablamos, por ejemplo, de discriminaci¨®n. De todas formas, la palabra negro es mucho mejor que la absurda de color, puesto que blancos, amarillos o negros, todos tenemos color. Los europeos no somos transparentes.
Mendiluce: Negro es un color del que muchos se sienten orgullosos, y lo reivindican. Depende del tono y el contexto, la palabra puede o no ser mal interpretada o utilizada con est¨²pido desprecio.
Rum¨ª: Negro es una palabra certera y apropiada, al definir con precisi¨®n a los miembros de una raza. Siendo pol¨ªticamente correcta, no resulta cursi o engolada, lo que es de reconocer que constituye una novedad agradable. Resulta curioso, no obstante, un cierto pudor que con alguna frecuencia nos embarga para utilizarla, sin duda influidos por una memoria cinematogr¨¢fica que evoca acepciones insultantes y claramente racistas de los estados sure?os de EE UU. La defiendo y sin duda su ejercicio no decaer¨¢ entre otras cosas porque con probabilidad cualquier tentativa por sustituirla tan s¨®lo reportar¨ªa problemas a quien lo intentase.
Pajares: Es v¨¢lida. Mucho mejor que moreno. Pero tampoco hay que abusar de la menci¨®n al color de la piel de las personas. Siempre es preferible llamar a la gente por su nombre propio, pero cuando se ha de hacer menci¨®n a los rasgos f¨ªsicos esa palabra es la adecuada.
Blecua: La palabra negro comparte con moro su venerable antig¨¹edad y extensi¨®n, conoce el empleo como eufemismo del derivado de moro, moreno; y por ¨²ltimo hay que se?alar su distribuci¨®n espacial en lucha con el t¨¦rmino prieto.
Mestizaje
Fisas: Se refiere a las posibilidades de mezcla e influencia mutua en lo cultural. Es una hermosa palabra cuando se puede practicar con libertad.
Mendiluce: El resultado de un intercambio ¨¦tnico o cultural o art¨ªstico, etc¨¦tera: todos somos producto de muchos mestizajes en todas las ¨¢reas de la vida. Es innegable, pero es negado por los racistas. El futuro es m¨¢s mestizaje.
Gispert: Es el fen¨®meno de las personas que tienen el padre y la madre de etnia o cultura diferentes, lo cual implica, seguramente, una nueva manera de entender el mundo y, por tanto, una nueva forma de relacionarse con la sociedad que les rodea.
Pajares: Ahora se usa para hablar de la mezcla y el enriquecimiento cultural. La inmigraci¨®n trae este mestizaje y enriquece culturalmente a toda la sociedad.
Saliba: Se trata de una visi¨®n mec¨¢nica y de laboratorio sobre el contacto entre culturas y personas. No corresponde a la realidad.
Rum¨ª: La fusi¨®n, el encuentro, el resultado del cruce sin distancias ni reservas. Por supuesto, la expresi¨®n tiene un marcado componente racial, ¨¦tnico, y as¨ª aparece con una biograf¨ªa hist¨®rica de varios siglos. Sin embargo, hoy da cuenta de una ambici¨®n cultural frente a las lecturas m¨¢s reaccionarias: mestizaje como modelo de pluralidad en su acepci¨®n m¨¢s radical. El objetivo no es s¨®lo convivir, sino coexistir. Lo mestizo alude a la desaparici¨®n de la identidad un¨ªvoca y, por ello, da cuenta del porvenir.
Interculturalidad
Fisas: Significa que a partir de constatar la multiculturalidad, nos ponemos en comunicaci¨®n, buscamos interlocuci¨®n, nos dejamos influir mutuamente y nos reconocemos como personas con igualdad de derechos.
Mendiluce: Creo que define la penetraci¨®n de una cultura en otra, o de varias, que se incorporan, pero no tengo un diccionario a mano.
Gispert: Conjunto de relaciones que se establecen entre las distintas culturas que conviven en un mismo espacio.
Pajares: Conecta con la idea de mestizaje cultural. Todos podemos aprender de otros referentes culturales y evolucionar. Tambi¨¦n podemos discutir y combatir aquellas pautas culturales que son contrarias al Estado de derecho y a los derechos humanos.
Saliba: Relaci¨®n entre diversas culturas. Es una simple acci¨®n, la reacci¨®n no es necesariamente igualdad. La interculturalidad tiene un complemento que es la ciudadan¨ªa.
Rum¨ª: Es la conexi¨®n efectiva entre culturas distintas, lo que tiende a hacerle cobrar fuerza en la era global. Constituye una aspiraci¨®n que lleva el objetivo m¨¢s all¨¢ de la mera aceptaci¨®n m¨²tua; lo traza en el di¨¢logo cultural.
Integraci¨®n
Fisas: Es una palabra confusa, pues a veces se utiliza para signicar el deseo de absorber, asimilar y anular al otro. Com¨²nmente, sin embargo, la utilizamos para describir la buena convivencia entre personas procedentes de diferentes culturas o religiones, en un clima de respeto mutuo en las cosas esenciales de cada uno.
Mendiluce: Incorporarse, hacer parte de una sociedad que te acoge. Esfuerzo de adaptaci¨®n a normas y costumbres, a la lengua y a la cultura de otros o incluso, en lo individual, a los tuyos.
Gispert: No se trata s¨®lo de asegurar a la persona inmigrada un trabajo y una vivienda. Muchas de estas personas pertenecen a otras culturas y religiones y necesitan espacios donde practicar su fe y donde vivir a su manera. Adem¨¢s, es preciso que se sientan parte de la ciudadan¨ªa, y esto implica el acceso a la pol¨ªtica y a todos aquellos ¨¢mbitos propiamente ciudadanos.
Pajares: Se utiliza con muchos significados. Para m¨ª ha de significar plena equiparaci¨®n de derechos y deberes. Los aspectos culturales no deben mezclarse con los planteamientos de integraci¨®n social.
Saliba: Adaptaci¨®n a la cultura dominante.
Rum¨ª: Indispensable en el mundo de las migraciones. Significa entrar en lo nuevo, participar de ello en igualdad de condiciones y trato, en modo alguno asimilarse o mucho menos renunciar a lo propio. Integraci¨®n dibuja el horizonte positivo al que aspira quien abandona su tierra y busca nuevas oportunidades y, a la vez, el porvenir m¨¢s sano para la convivencia colectiva. Por tanto, no se ceda a la tentaci¨®n de un an¨¢lisis riguroso en exceso de t¨¦rmino porque es bien sabido que las palabras no tienen el significado con el que han nacido, sino el que en este momento le damos. Integrarse es convivir desde la plenitud y el respeto.
Tolerancia
Vicen? Fisas: Aunque generalmente la utilizamos como sin¨®nimo de apertura, buena disposici¨®n y respeto hacia lo diferente, en realidad es la actitud de permisividad que s¨®lo puede ejercer quien tiene poder y dominio. Suele ocultar la falta de justicia.
Mendiluce: Aceptaci¨®n de buen grado de los distintos, de sus costumbres, creencias, color, etc¨¦tera. En positivo, amor a la diversidad. Dir¨ªa que el objetivo que lograr es la creaci¨®n de identidades m¨²ltiples que tienen como se?a de identidad el amor a la diversidad, basado en la tolerancia.
Gispert: El choque de culturas y religiones no se solucionar¨¢ nunca con una tolerancia vac¨ªa de contenido. Si pensamos que la tolerancia es un valor por s¨ª misma, podr¨ªamos pensar que todo es tolerable. Y si todo puede ser tolerado, todo podr¨ªa ser igualmente defendible.
Pajares: No me gusta como palabra aplicada a la inmigraci¨®n. Lo que demandan los inmigrantes no es tolerancia, sino que se les reconozcan sus derechos. Lo que se tolera se supone negativo y la inmigraci¨®n no lo es.
Saliba: La cultura dominante tolera un cuerpo extra?o.
Rum¨ª: Muy al uso en el discurso sobre las migraciones, francamente preveo que entrar¨¢ en decadencia y s¨®lo en este ¨¢mbito claro, porque, aun pretendiendo apostar por la igualdad, en realidad viene a ser presa de un etnocentrismo intolerable. ?Es que acaso intentamos decir que nos mostramos comprensivos, hasta magn¨¢nimos, con lo distinto? No, definitivamente no es afortunado para dibujar un ideal de convivencia donde el principio rector no ha de ser ceder, sino compartir. La tradici¨®n, riqueza y evidente pujanza del t¨¦rmino en otros espacios de nuestra vida colectiva es incuestionable.
Blecua: Esas palabras -mestizaje, multiculturalidad, interculturalidad...- me recuerdan las dificultades a la hora de la traducci¨®n de los textos b¨ªblicos de la Edad Media: los t¨¦rminos cristiano, vecino, cercano y pr¨®jimo, adem¨¢s de compa?ero y amigo ('amar¨¢s a Dios e a tu vezino como a ti mesmo') alternan para indicar la relaci¨®n de respeto debido al otro. Todos tendr¨ªamos que luchar para lograr que las palabras no velen una realidad, no oculten injusticias ni tampoco satisfagan la conciencia de gentes de lengua correcta y de inmensa pobreza de esp¨ªritu.
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