La guerra palestina
Hoy se libra en Tierra Santa la cuarta guerra palestina. De ah¨ª ser¨ªa temerario vaticinar ad¨®nde vamos; el camino de vuelta a los or¨ªgenes es, en cambio, m¨¢s previsible.
La aviaci¨®n de combate israel¨ª atac¨® en d¨ªas pasados el territorio nacional palestino; pero afirma Jerusal¨¦n que era una represalia por la muerte de cinco civiles a los que hab¨ªa volado un comando suicida de Ham¨¢s; el atentado respond¨ªa, aducen los palestinos, al asesinato de cinco polic¨ªas ajenos al combate; de ocupaci¨®n en terror y de terror en represi¨®n llegamos al 28 de septiembre pasado, en que estall¨® la Intifada de las mezquitas en protesta contra una visita a los Santos Lugares del islam del hoy primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon; esa sublevaci¨®n vulneraba, recuerda Israel, los acuerdos de septiembre de 1993 en Oslo, por los que la OLP de Yasir Arafat se compromet¨ªa a cesar en todo acto hostil contra el enemigo sionista; en diciembre de 1987 ya se inici¨®, sin embargo, una primera Intifada ante la permanente negativa israel¨ª a negociar el establecimiento de un Estado palestino; en junio de 1967, subraya la OLP, Israel desencadenaba una guerra -la tercera- en la que derrot¨® a Egipto, Siria y Jordania, ocupando Cisjordania, Gaza y Jerusal¨¦n este, con lo que comenzaba una colonizaci¨®n de esos territorios que no ha cesado hasta la fecha; a final de mes, sigue hablando el sentimiento palestino, la ONU exig¨ªa en su resoluci¨®n 242 la retirada israel¨ª de todas sus conquistas; en mayo de 1948, siete ej¨¦rcitos ¨¢rabes, contesta el sionismo, invad¨ªan el reci¨¦n proclamado Estado de Israel -segunda guerra-, al tiempo que el mundo ¨¢rabe rechazaba por min¨²sculo el territorio que la ONU hab¨ªa concedido en noviembre de 1947 a los palestinos; un a?o despu¨¦s, contin¨²an los de Arafat, la organizaci¨®n mundial decretaba el regreso voluntario o indemnizaci¨®n de los m¨¢s de 700.000 palestinos convertidos en refugiados por aquella contienda; en el oto?o de 1936 se desataba un combate de irregulares ¨¢rabes -primera guerra- contra la potencia mandataria brit¨¢nica y sus auxiliares, los colonos jud¨ªos; en noviembre de 1917, el secretario del Foreign Office brit¨¢nico, A. J. Balfour, resaltan los israel¨ªes, les promet¨ªa un hogar sionista en Palestina; pero en 1915, no cejan sus adversarios, Londres ya hab¨ªa ofrecido ese mismo territorio al jerife de La Meca dentro de un reino ¨¢rabe unificado del Golfo al Mediterr¨¢neo; tras la insurrecci¨®n comunista de 1905 en Rusia, el palestino se duele, la inmigraci¨®n jud¨ªa a Tierra Santa hab¨ªa cobrado excepcional vigor y en 1897 un jud¨ªo de Budapest, Theodor Herzl, publicaba Der juden Staat, carta fundacional para el establecimiento de un Estado hebreo en Palestina; efectivamente, en la segunda mitad del siglo XIX se desarrollaba en Europa el movimiento milenario jud¨ªo de regreso a Si¨®n, al amparo del protestantismo evang¨¦lico y del imperialismo, ambos brit¨¢nicos. Y, por ¨²ltimo, salt¨¢ndonos a Saladino, las cruzadas y el sobrevuelo -milagroso- de Mahoma en Jerusal¨¦n, la Biblia asegura, como recuerda el sionismo, que en aquella tierra hubo un Estado jud¨ªo hace 3.000 a?os.
Cada quisque se puede detener en el punto que quiera de esta historia y llegar a sus propias conclusiones. En ello se retrepan los profesionales de la imparcialidad para afirmar que los dos nacionalismos poseen tan buen derecho y que la violencia -por supuesto, venga de donde venga- peca por un igual contra toda la humanidad.
En los a?os sesenta, el director de cine italiano Gillo Pontecorvo estren¨® La batalla de Argel. En una secuencia, un coronel franc¨¦s le dice al cabecilla del FLN capturado que no puede reprocharle la tortura a la que le ha sometido, porque ¨¦ste acaba de causar gran mortandad de poblaci¨®n civil al hacer explotar una bomba oculta en una bolsa en un c¨¦ntrico caf¨¦ de la capital. Y el guerrillero, imp¨¢vido como su causa, responde que la aviaci¨®n francesa bombardea los aduares argelinos, donde mueren miles de personas indefensas, y que ¨¦l bien querr¨ªa intercambiar armamento: bolsas contra aviones. Eso es lo que pasa hoy en la cuarta guerra palestina.
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