Sondeo para Piqu¨¦

De nuevo el CIS se halla bajo sospecha de utilizaci¨®n partidista por parte del Gobierno. En este caso se trata de un sondeo sobre intencionalidad de voto en Catalu?a, hecho p¨²blico ahora cuando el trabajo de campo se realiz¨® dos meses atr¨¢s. Como ya ocurri¨® con la prospecci¨®n en el Pa¨ªs Vasco poco antes de celebrarse las elecciones, demasiado tiempo para no levantar suspicacias pol¨ªticas. Si el retraso en hacer p¨²blica esta encuesta -que arroja un empate t¨¦cnico entre CiU y los socialistas- se debe a que el Gobierno esperaba otro tipo de resultados en los comicios vascos, como especulaba ayer el secretario de organizaci¨®n del PSOE, o a otras causas no importa demasiado: es todo el CIS, a cuyo frente est¨¢ Ricardo Montoro, el que se ha colocado en el lado oscuro de la transparencia informativa.

Preguntar al ciudadano qui¨¦n preferir¨ªa que fuera el candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat -Artur Mas o Duran Lleida- 'en el caso de que, como ha anunciado, Jordi Pujol no se presentase a las pr¨®ximas elecciones', es llanamente tendencioso. Pujol hizo p¨²blico ese anuncio el 31 de marzo, con el trabajo de campo de la encuesta ya concluido. Previamente s¨®lo hab¨ªa lanzado algunas ambiguas insinuaciones en ese sentido. Otra cosa distinta es que a Xavier Trias, portavoz de CiU en el Congreso, le complazcan poco las cifras del sondeo que dan a Duran Lleida el 30,9% de las preferencias, frente al 23,4% que obtiene el candidato oficial, Artur Mas. Pero m¨¢s ins¨®lita parece la inclusi¨®n de Josep Piqu¨¦ en la lista de l¨ªderes sometidos a valoraci¨®n (por cierto, con un p¨¦simo balance), cuando el ministro de Exteriores no ha aclarado si ser¨¢ candidato a la Generalitat ni preside su partido en Catalu?a.

Pas¨® muchos apuros ayer el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes al tratar de justificar tama?o desliz. Los datos disponibles alimentan muchas sospechas sobre la realizaci¨®n de una encuesta cuyo objetivo fundamental parece centrarse en sondear las posibilidades reales de ¨¦xito electoral del candidato gubernamental en la rec¨¢mara Josep Piqu¨¦. No hay que olvidar que el PP sostiene al Gobierno de Pujol y, por lo tanto, tiene la clave para adelantar los comicios catalanes. Ninguna de las explicaciones ofrecidas consigue disolver la presunci¨®n de que el Gobierno del PP ha echado mano del CIS como si fuera una empresa privada a su servicio.