La feria gana la batalla del Retiro
El despliegue del Ej¨¦rcito junto a las casetas despist¨® a los visitantes, que optaron por los libros
No estaban a¨²n abiertas todas las casetas de la Feria del Libro cuando ya el personal, hacia las once de la ma?ana de ayer, empez¨® a invadir pac¨ªficamente el paseo de Coches del Retiro con la esperanza de encontrar su libro antes de que se iniciasen las aglomeraciones. Un poco antes de las doce, los altavoces empezaron a anunciar las firmas de los autores. En la caseta n¨²mero 233 firmar¨¢ tal, en la caseta n¨²mero 343 firmar¨¢ cual... La tradicional cantilena fue ahogada, al filo de la hora del ¨¢ngelus, por un no lejano redoble de tambores y cornetas. ?Qu¨¦ diablos estaba pasando? Justo detr¨¢s del pabell¨®n de los ni?os, un despliegue de tanques, carros de combate, ambulancias y anfibios puso los pelos de punta a m¨¢s de uno. La Rosaleda estaba ocupada por el Ej¨¦rcito de Tierra. '?Que no cunda el p¨¢nico! No nos van a invadir', inform¨® un directivo de la feria. 'Se celebra la Semana de las Fuerzas Armadas'.
Los organizadores de la feria esperan recibir cerca de tres millones de visitantes y prev¨¦n que alrededor de un 12% de ellos compre libros
Y all¨ª est¨¢n, hasta el 3 de junio, con una exposici¨®n sobre el Ej¨¦rcito de Tierra y con un mont¨®n de actividades, como suelta de palomas mensajeras o demostraciones de b¨²squeda y desactivaci¨®n de explosivos.
'Armas y letras, siempre unidas, como lo sentenciase nuestro magistral Quijote: 'Sin las letras no se podr¨ªan sustentar las armas...; sin ¨¦stas no se podr¨¢n sustentar las leyes'; armas y letras, al servicio de la libertad y la paz, en una sociedad m¨¢s justa, m¨¢s humana y m¨¢s libre. Nos sentimos honrados de compartir estos d¨ªas con los componentes y visitantes de esta Feria del Libro', rezaba la propaganda de los militares.
Resignados y contentos
M¨¢s que honrados, los editores y los libreros se mostraron resignados por tan digna compa?¨ªa. 'Imaginamos que quieren aprovechar el tir¨®n de la feria para ver si alguien se apunta a soldado..., como no tienen', dijo, entre risas, un miembro de la organizaci¨®n de la feria. M¨¢s molestos se mostraron algunos visitantes, a los que no pareci¨® demasiado normal que los tanques estuvieran tan cerca de la zona infantil. En fin, aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria. A medida que avanzaba la jornada, la algarab¨ªa de la feria hizo olvidar a casi todo el mundo las cercanas exhibiciones militares.
Editores, libreros, escritores y visitantes est¨¢n satisfechos con los cambios producidos en la feria. Es m¨¢s c¨®moda que en las anteriores ediciones, se nota que hay 70 casetas menos y las 389 que ocupan este a?o el paseo de Coches est¨¢n mejor ordenadas y da la sensaci¨®n de que el recinto es m¨¢s amplio. Las casetas generales, con carteles en blanco; las librer¨ªas especializadas, en un alegre verde; los editores, en azul; la edici¨®n institucional, en amarillo.
Claro que alg¨²n peajillo ha tenido que pagar el nuevo equipo que dirige la feria (Antonio Albarr¨¢n, el director, y Fernando Valverde, el presidente). Por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid ocupa una de las primeras casetas de los editores, es uno de los patrocinadores de la feria; y el Ministerio de Defensa no est¨¢ entre las institucionales, sino que tiene la n¨²mero 3 de las generales. Son excepciones.
Y, desde luego, nadie parece disgustado porque se hayan suprimido en esta edici¨®n las competitivas listas de m¨¢s vendidos. Albarr¨¢n, que es un hombre sensato y paciente, pero tambi¨¦n muy combativo, est¨¢ incluso dispuesto a no facilitar cifras de ventas.
Si en 2000 la Feria del Libro de Madrid recibi¨® a 2,79 millones de visitantes y se compraron 518.000 libros, ?qui¨¦nes realmente compraron? Echa un r¨¢pido c¨¢lculo: 'Unas 260.000 personas'. ?C¨®mo es posible que durante los 17 d¨ªas de feria se alcanzase una cifra de ventas de casi 1.400 millones de pesetas y s¨®lo en el D¨ªa de Sant Jordi, en Barcelona, se llegue a los 3.000 millones? Salta como una centella: 'No es s¨®lo en Barcelona, es en toda Catalu?a, y, adem¨¢s, tampoco estamos convencidos de que los n¨²meros de la ¨²ltima feria de Madrid fueran exactos'. En cualquier caso, y es una de las acertadas apuestas del nuevo equipo de directivos, prefieren hablar de libros y de lectura m¨¢s que de estad¨ªsticas. Lo de la lectura se lo toman muy en serio, tanto; est¨¢n d¨¢ndole vueltas a la idea de que de la feria pudiera surgir una especie de manifiesto a favor de la lectura. 'No queremos listas de firmas de autores, pero s¨ª queremos sus opiniones', dijo Albarr¨¢n. 'Ser¨ªa ideal que surgiera un dec¨¢logo provisional a favor de la lectura y no nos importar¨ªa que fuera reivindicativo frente a la feria. Por encima de todo, nos gustar¨ªa que la Feria del Libro de Madrid se convierta en un aut¨¦ntico encuentro de autores y lectores al margen de los ajetreos comerciales'.Tanto Valverde como Albarr¨¢n no se cansan de decir que se les est¨¢ tratando muy bien, 'demasiado', y casi piden cr¨ªtica 'para hacerlo mejor'. Ya han recibido algunas: por ejemplo, ha desaparecido el pabell¨®n de los electr¨®nicos y bastante gente lo ha reclamado. 'En la ¨²ltima feria, en realidad, s¨®lo se mostr¨® el proceso de impresi¨®n bajo demanda. O se vend¨ªan CD o DVD, o se ofrec¨ªan p¨¢ginas webs. Esos productos ya no necesitan un lugar espec¨ªfico, est¨¢n en todas las librer¨ªas', dijo Albarr¨¢n. 'No lo hemos descartado, pero tendr¨ªa que ser de verdad un pabell¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas', a?adi¨® Valverde. Tambi¨¦n conf¨ªan en que el pr¨®ximo a?o se haya solucionado el pago mediante tarjeta, que piden insistentemente muchos lectores.
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