Ra¨²l, el torero; Casillas, el toro
El estadio Bernab¨¦u contuvo la respiraci¨®n ante Ra¨²l, de blanco y pegando un capotazo al carrito de los lesionados: un carricoche el¨¦ctrico conducido ayer por Casillas de manera endiablada, de porter¨ªa a porter¨ªa, como un toro loco.
[QQ] Sobre la plataforma de carga iba Roberto Carlos, tendido boca abajo y diciendo: "Estoy muy a gusto aqu¨ª". Sobre el brasile?o se encaramaba Solari. Y tambi¨¦n C¨¦sar, Hierro, Guti y Flavio se apelotonaron en el viaje improvisado. Mientras tanto, Ra¨²l pegaba pases y m¨¢s pases al veh¨ªculo; ver¨®nicas, ver¨®nicas y m¨¢s ver¨®nicas en una exposici¨®n inusual de la segunda vocaci¨®n del goleador madridista. "?Torero, torero, torero...!", le gritaba el p¨²blico, entre solemne y muerto de risa. Y ¨¦l, a lo suyo, recre¨¢ndose en la suerte para la satisfacci¨®n de los fot¨®grafos y sus c¨¢maras.
Como Ra¨²l, todo el equipo estall¨® en un golpe desaforado cuando se sinti¨® campe¨®n. Toda la emoci¨®n contenida de un grupo de j¨®venes y adolescentes que asumieron el papel forzado de adultos herm¨¦ticos durante un a?o se desbord¨® cuando el ¨¢rbitro pit¨® el final. Se rompieron las represiones. Salt¨® el banquillo a unirse a la fiesta y hasta Morientes, lesionado y vestido de calle, se sum¨® a la vuelta ol¨ªmpica en medio de fuegos artificiales y papelitos plateados lanzados al aire por una bater¨ªa.
El ingl¨¦s McManaman dec¨ªa que estaba "nervioso" en perfecto castellano y con un vaso de cerveza en la mano mientras enfilaba hacia el autob¨²s descapotable que lo llevar¨ªa con sus compa?eros hasta la Cibeles. "Un poquito de cerveza y mucho Sprite y Seven Up", aclaraba por si acaso. Promet¨ªa Macca con iron¨ªa de sobra que reprim¨ªa el alcohol incluso a la hora de la celebraci¨®n. Seguramente, una costumbre poco secundada en su Liverpool natal.
El viaje hacia la fuente de la diosa, en el centro de Madrid, a trav¨¦s de la Castellana, es un mito materializado para algunos. C¨¦sar, por ejemplo, que ayer consum¨® su vocaci¨®n de forofo madridista: "Lo he visto por televisi¨®n y supongo que ser¨¢ algo alucinante. Campeones de Liga, pon¨ªa su camiseta. "Casillas y yo somos compa?eros, independientemente de qui¨¦n juegue. Con ¨¦l y con Bodo [Illgner] tenemos una amistad un poco especial. Con el Valladolid hab¨ªa pocas posibilidades de ganar la Liga...", prosegu¨ªa, euf¨®rico. Y al tir¨®n se sum¨® el propio Illgner por primera vez desde que est¨¢ en el Madrid para acudir a la Cibeles, algo a lo que antes se hab¨ªa negado aduciendo gripes.
El golfista Sergio Garc¨ªa, natural de Castell¨®n y madridista recalcitrante, se meti¨® en el autob¨²s. Iba con una botella de champa?a en la mano, como Flavio, que tambi¨¦n recorri¨® el paseo armado del l¨ªquido espumoso en pleno desenfreno y con su hijo incluido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.