La familia pol¨ªtica de Tany tambi¨¦n la perdona
Los parientes del difunto marido de Teresa Moreno ya s¨®lo quieren olvidar lo ocurrido y dejar que Dios 'ponga las cosas en su sitio'
Teresa de Jes¨²s Moreno Maya, Tany, que obtuvo el 1 de diciembre del a?o pasado un indulto que la permit¨ªa salir de la c¨¢rcel donde cumpl¨ªa condena por matar al hombre que la maltrat¨® durante 19 a?os, ha recibido, cinco meses despu¨¦s, un segundo indulto. La familia de Vicente Molina Maya, el esposo de Tany, ha pasado la p¨¢gina del odio y prefiere llorar al difunto y dejar, en palabras de Adela, la hermana de Vicente, 'que Dios ponga a cada uno en su sitio'.
Esta vez no hay papeles oficiales, ni manifestaciones de apoyo, pero s¨ª un alivio hondo y un rencor que se diluye. La familia de Vicente Molina dej¨® siempre claro que, a expensas de jueces y pol¨ªticos, la ley gitana condenaba a Tany por la muerte de su esposo y, tarde o temprano, la sentencia se cumplir¨ªa. 'Es mejor que se vaya de Madrid', dec¨ªa entonces Irene Maya Jim¨¦nez, la madre de Vicente.
Teresa ha rechazado todas las ofertas de productoras para convertir su vida en una pel¨ªcula.
Ya han pasado seis a?os desde que Vicente Molina muriera tras recibir un disparo en la cabeza 'a ca?¨®n tocante' seg¨²n el informe policial, la noche del 16 de abril de 1995 en la casa que compart¨ªa con Tany en Mejorada del Campo. Era el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una historia de malos tratos, vejaciones e insultos, una pesadilla acrecentada por el consumo de alcohol y drogas de Vicente.
En el juicio que se celebr¨® en 1999, los jueces estimaron probado que Tany, tras una discusi¨®n entre la pareja, fue la autora del disparo, y la condenaron a 15 a?os de c¨¢rcel. Tras pasar 16 meses de prisi¨®n preventiva en Alcal¨¢ Meco, Tany hab¨ªa vivido libre en espera del juicio. Ten¨ªa un trabajo, apoyo de sus vecinos y de la asociaci¨®n Clara Campoamor. La sentencia y el reingreso en prisi¨®n fueron un mazazo para Tany, y sus amigos se movilizaron para sacarla de la c¨¢rcel.
Tany se convirti¨® en un s¨ªmbolo de las mujeres v¨ªctimas de la violencia dom¨¦stica y las peticiones de indulto llegaron de todos los rincones. Escritores, artistas e intelectuales de media Europa, ayuntamientos, comunidades aut¨®nomas y otras instituciones dieron un paso adelante en favor de Tany. A la petici¨®n lleg¨® a sumarse la ministra de Sanidad, Celia Villalobos. Finalmente, el Gobierno concedi¨® el indulto.
Pero la familia de Vicente no estaba satisfecha. Durante todo el proceso, reclamaron que Tany pagase por la muerte de Vicente y lanzaron advertencias sobre su integridad cuando abandonara la c¨¢rcel. No les importaba el C¨®digo Penal, sino la ley gitana y el honor del clan familiar ante el resto de los gitanos. 'El muerto pide venganza', dec¨ªan entonces los familiares de Vicente.
Ahora todo ha cambiado, gracias a Dios. Los familiares de Vicente pertenecen a la Iglesia Evang¨¦lica de Filadelfia y en 'el culto' como ellos lo llaman, han encontrado consuelo a su rabia. Incluso uno de los cu?ados del difunto es pastor de esta iglesia. 'Dios acoge nuestras l¨¢grimas, y saber que el Se?or nos ama y que ser¨¢ ¨¦l quien ponga a cada uno en su sitio, nos hace felices', se?ala Adela.
A la hermana de Vicente tampoco le importa el estado en que se encuentre la querella por 'injurias y calumnias' que presentaron contra Tany por acusar de malos tratos a su marido. 'S¨¦ que se present¨® pero ni la hemos seguido, ni queremos saber nada mas de ella. No nos importa. Tenemos el cari?o y la bondad de Dios. ?l est¨¢ con nosotros y nos quiere', A?ade. 'Nunca podremos olvidar a mi hermano y menos la forma en la que se produjo su muerte pero no queremos saber nada de ella, que viva su vida y cuide de sus hijos porque, saber que el Se?or pondr¨¢ a cada uno donde se merece nos complace', refiere la hermana del difunto.
Desde que abandon¨® la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco, a las puertas de Tany y sus allegados han llamado varias editoriales y productoras de cine con la intenci¨®n hacer una pelicula sobre los ¨²ltimos cinco a?os de su vida. Todas las ofertas han sido rechazadas. Tany se ha cuidado mucho, en este tiempo, de decir nada que pudiera ofender a los gitanos.
Lleva una vida normal, aunque a¨²n no se ha recuperado de la depresi¨®n que le caus¨® tener que separarse de uno de los cuatro hijos que viven con ella. Carmen, la mediana, se march¨® de casa para vivir con su pareja y para crear su propia vida.
Tambi¨¦n fue un mal trago para Tany el trasiego de tener que cambiar de casa. Eran tantos los medios de comunicaci¨®n y vecinos que quer¨ªan acercarse a ella tras saltar a las primeras p¨¢ginas de todos los medios de comunicaci¨®n que la presi¨®n se hizo insoportable. Ahora solo los m¨¢s ¨ªntimos saben su direcci¨®n exacta y protegen su secreto celosamente.
Estos d¨ªas, Tany se recupera de una peque?a intervenci¨®n quir¨²rgica que ya le prescribieron en su d¨ªa los m¨¦dicos de la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco cuando la practicaron el reconocimiento. Incluso se plantearon sacarla de prisi¨®n para operarla, pero el indulto hizo innecesario el tr¨¢mite. Por ello, Tany est¨¢ de baja laboral, aunque mantiene su trabajo, el mismo que consigui¨® antes de entrar en prisi¨®n, limpiando los colegios de Rivas en una empresa contratada por el Ayuntamiento.
Su hijo Pedro, de 18 a?os, el mayor de los tres que ahora viven con ella, sigue con su trabajo cuidando de los jardines del municipio, contratado por el Ayuntamiento de Rivas. El consistorio le ofreci¨® un puesto de trabajo para que pudiera, con los ingresos del empleo, hacerse responsable de la tutela de sus hermanos y evitar as¨ª que ¨¦stos fueran enviados por la justicia con la familia del difunto para que se hiciera cargo de ellos mientras Tany permanec¨ªa en la c¨¢rcel.
En los ¨²ltimos d¨ªas, la familia ha recibido una buena noticia. El Ayuntamiento de Rivas ha asumido la gesti¨®n de todas las contratas que realizaban servicios municipales. Esta decisi¨®n no convierte a Tany y a Pedro en funcionarios, pero su trabajo ser¨¢ mas estable.
La asociaci¨®n Clara Campoamor, que dio a conocer el caso Tany y colg¨® de Internet una p¨¢gina web solicitando la colaboraci¨®n ciudadana para conseguir su libertad, tiene otro caso del que ocuparse. Luc¨ªa Garc¨ªa, presidenta de la asociaci¨®n y el m¨¢s fiel apoyo de Tany en los momentos m¨¢s dif¨ªciles, est¨¢ volcada en la causa de conseguir la libertad de para una mujer guineana, ingresada en la prisi¨®n de Soto del Real, a quien un juez mand¨® a la c¨¢rcel por negarse a entregar a sus hijos a su ex marido.

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