Taxi a¨¦reo para huir de prisi¨®n
Dos reclusos retienen a vigilantes de una c¨¢rcel parisina que evitaron su fuga
Lo de excavar un t¨²nel o descolgarse por las ventanas con s¨¢banas anudadas no es para los pa¨ªses del Primer Mundo. En Francia, cuando un preso intenta cumplir con su objetivo primordial -el de escaparse, naturalmente- se las arregla para conseguir un helic¨®ptero que venga a buscarle. Dos presos, uno de ellos condenado a cadena perpetua, lo intentaron ayer de nuevo en Fresnes, una prisi¨®n situada en las proximidades de Par¨ªs, al sur de la capital. No lo consiguieron, pero tomaron a dos de los guardianes como rehenes con las armas que les lanzaron desde el helic¨®ptero. Un aficionado grab¨® un v¨ªdeo dom¨¦stico con algunas de las escenas del peligroso espect¨¢culo, al que asistieron en directo centenares de vecinos de los barrios pr¨®ximos.
'Disparaban por todas partes', cont¨® uno de los vecinos que vio el sorprendente espect¨¢culo
La expedici¨®n estaba destinada a rescatar a dos presos, cuyas identidades no han sido reveladas, aunque se sabe que tienen entre 25 y 30 a?os de edad en la actualidad. Uno de ellos cumple una pena de quince a?os y el otro est¨¢ condenado a perpetuidad, por un atraco a mano armada con toma de rehenes, en el que muri¨® uno de los secuestrados, y por el que habr¨¢ de cumplir por lo menos treinta a?os de reclusi¨®n. Se encuentran cumpliendo condena en la c¨¢rcel de Fresnes, establecimiento penitenciario de grandes dimensiones, construido hace casi un siglo.
Tres hombres fuertemente armados trataron de liberarles con un helic¨®ptero que hab¨ªan secuestrado. El aparato, dedicado habitualmente a las funciones de taxi a¨¦reo, fue abordado sobre las tres de la tarde cuando su piloto, una mujer, se dispon¨ªa a despegar. La piloto fue conminada a trasladarles hasta la prisi¨®n de Frenes, donde se situ¨® en vuelo estacionario sobre el patio y lanz¨® un cable de acero a su interior, a cuyo extremo llevaba atada una escala. Los presos hab¨ªan conseguido subirse al tejado de la prisi¨®n, desde donde trataron de tomar la escala.
. Inmediatamente se organiz¨® una ensalada de tiros entre vigilantes y asaltantes, con el helic¨®ptero en medio, en el que result¨® gravemente herido el vigilante que ocupaba una de las garitas. 'Disparaban por todas partes, era muy impresionante', cont¨® m¨¢s tarde una de las personas que presenciaron el sorprendente espect¨¢culo alertados por el estruendo.
La escala 'subi¨® y baj¨® varias veces al interior de la prisi¨®n', siempre seg¨²n los testigos presenciales. La r¨¢pida reacci¨®n de los funcionarios de la c¨¢rcel impidi¨® a los presos consumar la fuga y el helic¨®ptero se march¨® al cabo de unos minutos. Pero, antes de elevarse de nuevo, los ocupantes del aparato lanzaran un saco al interior de la prisi¨®n, que conten¨ªa un fusil ametrallador, una pistola autom¨¢tica y varios chalecos antibala. Los dos presos que iban a huir se hicieron con las armas y amenazaron con ellas a tres de los guardianes.
El v¨ªdeo grabado por uno de los vigilantes de la prisi¨®n muestra a uno de los secuestradores, con la cabeza rapada, custodiando a dos de los vigilantes, a los que hace bajar desde el tejado en el departamento central de la prisi¨®n parisina.
Fuerzas del Raid (siglas en franc¨¦s de Investigaci¨®n, Asistencia, Intervenci¨®n y Disuasi¨®n), una unidad de ¨¦lite de la Polic¨ªa Nacional, rodearon la c¨¢rcel y penetraron en su interior. A lo largo de la tarde se entablaron negociaciones entre los presos y un representante de la Prefectura (autoridad gubernativa). Uno de los guardianes fue liberado cuando apenas hab¨ªa transcurrido una hora desde la toma de rehenes, mientras los otros dos continuaban en poder de los secuestradores al cierre de esta edici¨®n.
Mientras tanto, el helic¨®ptero con los c¨®mplices de los delincuentes aterriz¨® en un estadio relativamente pr¨®ximo al lugar donde est¨¢ enclavada la prisi¨®n. La piloto del aparato fue dejada en libertad por sus secuestradores y ¨¦stos robaron de inmediato un coche para emprender la huida por la autopista A-86, que rodea el sur y el este de la regi¨®n de Par¨ªs, donde anoche eran perseguidos por fuerzas policiales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.