?Qu¨¦ ha sido de los 'balseros'?
En aquellos d¨ªas del siglo pasado, desde el mismo malec¨®n de La Habana se multiplicaban las salidas de balseros cubanos en toda clase de embarcaciones improvisadas a motor o a vela o sobre simples neum¨¢ticos de caucho como los usados para los autom¨®viles. Estaban tripuladas por quienes antagonizados con el r¨¦gimen pol¨ªtico fidelista carec¨ªan de otros medios para salir de la isla y optaban por abandonarse al albur de las aguas del estrecho de Florida, confiados en que las corrientes marinas les llevaran hasta las playas de Miami donde pensaban que podr¨ªan reencontrarse con las libertades cuya carencia se les hac¨ªa invivible.
Mientras aqu¨ª, en el Pa¨ªs Vasco, durante esas mismas postrimer¨ªas del siglo XX, arreciaban los atentados de la banda etarra. Por eso, en una comparecencia el 28 de abril de 1995 ante los micr¨®fonos de la cadena SER, el presidente del PNV, Xavier Arzalluz, buen observador internacional, imbuido de la situaci¨®n vivida por los cubanos, dec¨ªa literalmente: 'Yo estoy persuadido de que si ETA sigue tal como est¨¢ hoy, dominada por el grupo radical KAS, aunque se reconozca el derecho de autodeterminaci¨®n, aunque se consiguiera la independencia de Euskadi, esos individuos, a la argelina, a la cubana, seguir¨ªan queriendo imponer su criterio por la fuerza'. Y a?ad¨ªa: 'Es una fuerza totalitaria, por tanto, no soy tan optimista como para creer que a partir de un determinado reconocimiento se acaba el problema. No se acaba el problema. Nosotros seguir¨ªamos siendo, en un caso de independencia, cautivos de esta gente y terminar¨ªamos siendo balseros. Eso lo tengo yo claro'. Reiteraba enseguida que su partido no romper¨ªa el Pacto de Madrid (an¨¢logo al de Ajuria Enea y suscrito por todas las fuerzas democr¨¢ticas parlamentarias, incluido el PNV) y luego, preguntado por sus relaciones personales con el presidente del PP, afirmaba: 'Yo nunca he tenido problemas de comunicaci¨®n con Aznar. No tengo miedo a Aznar. Tengo miedo de otros'.
Llegados aqu¨ª, convendr¨ªa repasar entre todos con detenimiento y lucidez el itinerario recorrido en los seis a?os transcurridos, despu¨¦s de tantas, tan cordiales y, a veces, tan discutibles coincidencias en ocasiones para la perversidad entre el PP y el PNV estando ambos partidos en el ejercicio de graves responsabilidades gubernamentales tanto en Espa?a como en el Pa¨ªs Vasco. Qu¨¦ interesante ser¨ªa encontrar con Zabalita el momento en el que empez¨® a joderse el Per¨², por decirlo conforme a la expresi¨®n de Mario Vargas Llosa en su novela. Se impone reconsiderar los intentos fallidos, que cada uno explica atribuy¨¦ndose la mejor voluntad, pero el presidente del PNV est¨¢ ya de regreso de Lizarra y de otras campas y deber¨ªa tambi¨¦n mostrarse escarmentado por la irreductible criminalidad de ETA. De ah¨ª que nos falta saber por qu¨¦ circunvoluciones cerebrales transitan las apreciaciones que acaba de hacer al semanario mexicano Proceso. C¨®mo despu¨¦s de afirmar que los votos que haya recibido el PNV de los violentos de EH 'autom¨¢ticamente dejan de ser violentos y se pasan de bando' porque a su entender provienen de 'votantes que ya no est¨¢n en absoluto conformes con la pol¨ªtica que lleva ETA', c¨®mo, insisto, ese mismo Xabier Arzalluz, que reh¨²sa el camino de las armas y para quien es mejor no ser independientes que una guerra, al ser preguntado por la f¨®rmula para integrar a ETA en la din¨¢mica democr¨¢tica, es capaz de responder as¨ª: 'ETA exige la autodeterminaci¨®n. Si a ETA el Gobierno espa?ol le garantiza que el futuro ser¨¢ el que quieran los vascos, autom¨¢ticamente deja las armas'.
Es precisa una explicaci¨®n que d¨¦ cuenta de los cambios apreciados por Arzalluz en ETA, porque en 1995 nos dec¨ªa que est¨¢bamos ante una fuerza totalitaria, que seguir¨ªa queriendo imponer su criterio por la fuerza aunque se reconociera el derecho de autodeterminaci¨®n y se consiguiera la independencia. Entonces, nuestro l¨ªder ten¨ªa muy claro que en un caso de independencia los peneuvistas hubieran continuado cautivos de esa gente y convertidos en balseros. ?Qu¨¦ ha pasado para que hayan cambiado las expectativas? ?Es que se ha apoderado de Sabin Etxea una nueva pasi¨®n dominante que propende al masoquismo?. Entre tanto, sin disimulos sobre las diferencias advertidas, se impone el cultivo de las cercan¨ªas generadoras de cordialidad en lugar de las hostilidades que multiplican las distancias.
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