Carta
Caro Michele:
?Qu¨¦ desastre! No s¨®lo hemos perdido las elecciones, sino que ahora me entero de que estabais cobrando del fondo de reptiles. No me lo niegues, porque lo han puesto al descubierto Arzallutti, que de eso sabe un rato, y Anasagastini, cuyo peinado trata de ocultar la potencia de su cerebro con el fin de no ofender a los d¨¦biles de pensamiento. Si ese par de cr¨¢neos privilegiados lo afirman, ha de ser cierto, como todo cuanto dicen. De modo que (deduzco) la pasta se la quedaba Ferdinando para gast¨¢rsela en caballos. ?Podr¨ªa buscarse una zoofilia m¨¢s barata, sapristi! ?La cabra de la Legionella, por ejemplo!
Y encima, mi situaci¨®n en esta parte del pa¨ªs se hace insostenible. En la Catalania, todos los articulistas menos tres son de la Liga. Me hacen befa, me hacen mofa y me hacen pan y pipa. ?Qu¨¦ va a ser de m¨ª? Me birl¨¢is la pasta de Maggiore Orecchie, se esfuma mi empleo de palanganero que con tanto ah¨ªnco hab¨ªa negociado el carabinero Amedolli, y, para colmo, las huestes del Cavaliere controlan todos los recursos p¨²blicos y tienen entrada gratis para el f¨²tbol. Me dices que hable de moral y de principios, ?pero si ya se ha descubierto el pastel! ?Ahora ya saben que somos como ellos! ?Pragm¨¢ticos!
Ten¨¦is que darme una salida, un repliegue, una operaci¨®n de est¨¦tica facial, como la de Dioni. Por cierto, haz el favor de decirle a Orecchie que me gustar¨ªa sustituir al se?or ese te?ido de zanahoria que presenta el programa de cine popular en televisi¨®n. Con una buena cirug¨ªa que me deje como ¨¦l, si acaso es ello posible, pasar¨¦ inadvertido y oir¨¦ cantar constante e ininterrumpidamente a Rozio Giudice, que es ya mi ¨²nico consuelo.
Te lo advierto, Michele, no estoy para bromas. Primero, me devolv¨¦is mi parte de los fondos, aunque teng¨¢is que vender el jamelgo de Ferdinando; segundo, la operaci¨®n en Brasil con Pitanguy, y tercero, un programa de TV, a poder ser de cine popular. Tambi¨¦n me conformar¨ªa con un empleo de aeromoza, seg¨²n resulte la operaci¨®n. Y si no me hac¨¦is caso, me vendo a Berlusconi y destapo todo el asunto de... Perdona un momento, que llaman a la puerta.
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