Cientos de miles de chinos han contra¨ªdo el sida por vender su sangre al Gobierno
Cientos de miles de chinos se han contagiado de sida por una pr¨¢ctica corrupta de compra de sangre
Wenlou no es un caso aislado. La pr¨¢ctica de la venta de sangre era muy com¨²n en esa zona hasta 1996. S¨®lo en la provincia de Henan hab¨ªa hasta esa fecha 287 estaciones de compra de sangre oficiales, y muchas otras ilegales. Las fuentes difieren en sus estimaciones sobre el n¨²mero de personas que pueden haberse contagiado de sida en la provincia por culpa de las malas pr¨¢cticas sanitarias en esas estaciones. Unos hablan de cientos de miles. Otros de un mill¨®n.
Siete habitantes de Wenlou han recorrido esta semana los 800 kil¨®metros que separan su pueblo de Pek¨ªn, en busca de alg¨²n tratamiento, o al menos de alguna publicidad para su tragedia. El mi¨¦rcoles lograron hablar con los periodistas occidentales de la capital china. 'Sabemos que vamos a morir', les dijo una mujer que prefiri¨® no dar su nombre, 'pero esperamos que la persona responsable, el que recog¨ªa la sangre, sea arrestado'.
Otros dos j¨®venes de Wenlou, cuyos padres han muerto ya, narraron que los t¨¦cnicos les sacaban la sangre, la mezclaban toda en un gran recipiente, extra¨ªan el suero y luego les reinyectaban el resto del material. El extravagante procedimiento, seg¨²n esta versi¨®n, pretend¨ªa aliviar el temor de los donantes a perder su energ¨ªa con la sangre extra¨ªda. Otras versiones hablan de agujas reutilizadas. Lo ¨²nico seguro es que una alt¨ªsima proporci¨®n de los donantes han resultado contagiados.
La sangre se vend¨ªa a compa?¨ªas farmac¨¦uticas, que usaban el suero para fabricar productos derivados. No est¨¢ claro para qu¨¦ se han usado esos productos, ni a cu¨¢nta gente han podido afectar. Varias versiones coinciden en que se trataba de un negocio lucrativo para las autoridades locales. Ahora, ni los seropositivos ni los enfermos reciben ayuda oficial alguna. Ni siquiera reciben informaci¨®n oficial. El Gobierno considera el caso 'materia sensible'.
El Gobierno de Pek¨ªn s¨®lo admite la existencia de 22.517 seropositivos en toda China, y asegura que la mayor¨ªa de ellos son drogadictos. La cifra oficial es, sencillamente, grotesca. S¨®lo en Espa?a hay 120.000 seropositivos. Expertos del ministerio chino de Sanidad, citados por la agencia Reuters sin identificarlos, calculan que hay en el pa¨ªs 'm¨¢s de 600.000' seropositivos. Los c¨¢lculos de la ONU son que, en un plazo de cinco a diez a?os, habr¨¢ en China cerca de 10 millones de personas contagiadas si el Gobierno no toma las medidas preventivas necesarias.
Pero la actitud del Gobierno chino no deja resquicios para el optimismo. Si los habitantes de Wenlou han tomado conciencia de su situaci¨®n no ha sido gracias a ninguna instancia oficial, sino al coraje de una mujer, Gao Yaojie, una ginec¨®loga retirada de 74 a?os que ha emprendido una verdadera cruzada personal para informar a los agricultores de la provincia de Henan de la gravedad de la situaci¨®n. Y para intentar forzar al Gobierno a afrontarla.
Dif¨ªcil objetivo. El mi¨¦rcoles, el Gobierno chino deneg¨® a la doctora Gao el permiso para viajar a Washington, donde deb¨ªa recoger un galard¨®n de manos del secretario general de la ONU, Kofi Annan. Se trataba del tercer premio Jonathan Mann de Salud y Derechos Humanos, concedido por el prestigioso Global Health Council.
Gao se ha gastado su pensi¨®n, y un peque?o n¨²mero de donaciones, para ir de pueblo en pueblo por la provincia de Henan, informando a la gente de que muchos de ellos ten¨ªan el sida, d¨¢ndoles unas m¨ªnimas nociones para evitar que el contagio siga propag¨¢ndose, y prest¨¢ndoles la escasa atenci¨®n sanitaria que est¨¢ en sus manos. Todos estos incalificables delitos de Gao han merecido de su Gobierno la acusaci¨®n de estar trabajando 'para las fuerzas enemigas de China'.
Texto elaborado con informaciones de The New York Times, BBC, Reuters y AFP.
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