Una 'cajita feliz' para entrar en EE UU
El Gobierno mexicano facilita equipos de supervivencia para cruzar la frontera
Inevitable el cruce masivo de indocumentados hacia Estados Unidos, diarias las traves¨ªas de almas en pena por el t¨®rrido desierto de Arizona, el Gobierno mexicano prepara la distribuci¨®n de m¨¢s de 200.000 mochilas de supervivencia para los peregrinos de la pobreza. El botiqu¨ªn almacena primeros auxilios, suero contra picaduras de serpientes y una dotaci¨®n de condones, dando por supuesto que a 46 grados a la sombra, entre cactus y pe?ascos, la entrepierna tambi¨¦n apremia y desespera.
El programa regir¨¢, en principio, a partir del 15 de junio, y ha sido objetado desde la canciller¨ªa temiendo que el Gobierno norteamericano llegue a la conclusi¨®n de que la denominada cajita feliz alienta la inmigraci¨®n ilegal hacia un pa¨ªs con m¨¢s de cuatro millones de mexicanos indocumentados. El gobierno de Vicente Fox negocia con Washington su progresiva legalizaci¨®n, un empe?o de dif¨ªcil consecuci¨®n, dada la magnitud y complejidad del problema.
Los defensores de la mochila, incluido el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy en la oposici¨®n despu¨¦s de 71 a?os de hegemon¨ªa pol¨ªtica, sostienen que todo es poco para evitar la muerte de los compatriotas impelidos a la incierta emigraci¨®n porque se mueren de hambre. Miles de mexicanos alcanzan su destino, pero otros caen fulminados por las insolaciones, deshidratados, envenenados por v¨ªboras, o cascabeles, ahogados en los r¨ªos fronterizos, abandonados a su suerte por los traficantes de personas, por polleros y coyotes que les cobran hasta 2.000 d¨®lares (unas 390.000 pesetas) por el cruce. El peregrinaje a 46 grados a la sombra obliga a la ingesti¨®n de varios litros de agua cada hora, y la pasada semana murieron en Arizona 14 braceros de Veracruz, sin fuerzas para llegar a una autopista distante 80 kil¨®metros.
La mochila es una idea de la Oficina Presidencial para Mexicanos en el Exterior, todav¨ªa no anunciada oficialmente porque existen discrepancias sobre su dise?o. Contendr¨¢ sueros orales, medicinas contra picaduras venenosas, comida hidratante, vendas, alimentos enlatados, aspirinas, sales y anticonceptivos 'contra el sida', subrayan sus patrocinadores. Ricardo Ornelas, portavoz de la Oficina, confirm¨® que forma parte de un programa de salud dirigido hacia los nacionales en Estados Unidos que no cuentan con protecci¨®n asistencial en ese pa¨ªs, embarazadas, ancianos y ni?os con carencias vitam¨ªnicas.
El botiqu¨ªn ser¨¢ distribuido en estaciones de autobuses y de trenes, terminales a¨¦reas y aquellos puntos fronterizos generalmente elegidos por los ilegales para concentrarse y arrancar hacia la divisoria. Anualmente, cerca de 350.000 nacionales viajan a Estados Unidos, y dos de cada tres, clandestinamente. Cada d¨ªa, seg¨²n datos oficiales, muere un mexicano tratando de esquivar a la Patrulla Fronteriza, que ejecuta un plan maquiav¨¦lico para disuadir a los espaldas mojadas: vigila estrechamente los corredores de m¨¢s f¨¢cil tr¨¢nsito y deja expeditos los ya protegidos por los animales salvajes, los r¨ªos, o el matador desierto de Arizona.
En calidad de representante presidencial, Juan Hern¨¢ndez se entrevist¨® con otros elementos igualmente peligrosos: los rancheros del sur de Texas, cowboys asilvestrados que someten a lazo a cuanto ilegal localizan por su demarcaci¨®n. 'Estuve de manera secreta con algunos rancheros, con los de Texas, que no son tan agresivos como los de Arizona', reconoci¨® el titular de la Oficina Presidencial para los Mexicanos en el Exterior. 'En Texas, uno me ense?¨® el lugar donde los paisanos han cortado las cercas, y me dijo que por esa causa se sal¨ªan sus animales y se acumulaba la basura'. Hern¨¢ndez admiti¨® los da?os, pero rechaz¨® que el castigo deba ser la muerte o la agresi¨®n f¨ªsica, el trato vejatorio.
Todo esto ocurre mientras la Administraci¨®n Bush prepara la concesi¨®n de permisos especiales de trabajo para ejecutivos, artistas y deportistas de alto nivel, que podr¨¢n obtener la autorizaci¨®n en quince d¨ªas -generalmente los tr¨¢mites duran m¨¢s de tres meses- al precio de mil d¨®lares.
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