Horror en M¨¦xico ante la muerte por sed de 14 inmigrantes en el desierto de Arizona

Los pol¨ªticos reclaman un nuevo acuerdo migratorio, el Estado de Veracruz prepara tumbas para sus paisanos y M¨¦xico en su conjunto llora la muerte de los 14 nacionales abandonados a su suerte en el t¨®rrido desierto de Arizona por una banda de traficantes de indocumentados. Desorientados, vagando durante cinco d¨ªas entre rocas y cactus, todos murieron deshidratados o por insolaci¨®n, vencidos por temperaturas de cerca de 50 grados. La supervivencia por esos parajes exige el consumo de casi cuatro litros de agua por hora. Esta ¨²ltima tragedia es la mayor derivada de la emigraci¨®n de indocumentados.

'No podemos tolerar que m¨¢s compatriotas mueran ahogados, deshidratados, atacados por alg¨²n animal, abandonados por un pollero [traficante] o asesinados. Es apremiante que se haga algo en materia migratoria', pidi¨® el opositor Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD). 'Debe haber acuerdos del m¨¢s alto nivel, el presidente Vicente Fox debe insistir en el intercambio de intereses que existe de parte de Estados Unidos, sobre todo ahora que est¨¢ pretendiendo comprarnos energ¨ªa', propuso Irma Pi?eyro, presidenta de la Comisi¨®n de Poblaci¨®n, Frontera y Migraci¨®n de la C¨¢mara de Diputados.

Sin precisiones sobre la fecha de la partida, un total de 28 emigrantes ilegales, con edades comprendidas entre los 16 y los 40 a?os, salieron de Veracruz y cruzaron la frontera con Arizona el s¨¢bado a bordo de una camioneta. Abandonados por los traficantes, tras enga?arles asegurando que volver¨ªan pronto, el grupo camin¨® cerca de 60 kil¨®metros por el desierto. Les faltaban otros ochenta para llegar hasta una autopista. La patrulla fronteriza norteamericana pudo detectar su existencia al detener a varios. Los que no murieron de sed o insolaci¨®n fueron ingresados en hospitales en estado grave.

El Gobierno de M¨¦xico insisti¨® en una argumentaci¨®n obvia: intentar¨¢ crear puestos de trabajo para evitar que otros mexicanos arriesguen sus vidas tratando de llegar a EE UU ante la imposibilidad de encontrar un empleo. 'Si nosotros no trabajamos duro para crear oportunidades, no tendremos la autoridad moral para exigir en el extranjero', declar¨® Juan Hern¨¢ndez, jefe de la Oficina Presidencial para la Atenci¨®n de Mexicanos en el Exterior.