Problemas en la familia Bush
Las hijas del presidente de EE UU, 'acosadas' por la ley antialcohol de Tejas
S¨®lo dos miembros de la numerosa familia Bush se opusieron a la candidatura presidencial de George W.: Jenna y Barbara, sus dos gemelas de 19 a?os. Ahora se entiende el motivo. Jenna est¨¢ a un solo trago de ser condenada a seis meses de c¨¢rcel, y Barbara figura ya en el fichero de la polic¨ªa por haber vulnerado una de las leyes m¨¢s insensatas de un Estado, Tejas, que se complace en los delirios legislativos.
Tejas es el lugar donde se puso en vigor aquel art¨ªculo inmortal del reglamento de transportes: 'Cuando dos trenes se encuentren en un cruce ferroviario, ambos se detendr¨¢n totalmente y ninguno se pondr¨¢ en marcha hasta que el otro se haya alejado'. Tejas es, ahora, el lugar donde una persona de 20 a?os puede ir a prisi¨®n por beberse tres cervezas, si lo hace en tres d¨ªas distintos. El ex gobernador George W. Bush, c¨¦lebre por sus borracheras juveniles, refrend¨® con su r¨²brica esa ley.
Austin, la capital de Tejas, es una ciudad universitaria. Miles de j¨®venes salen por la noche, y la mayor¨ªa, obviamente, consume alcohol sin que nadie se moleste demasiado. Pero pedir una cerveza o un c¨®ctel resulta altamente peligroso si la chica en cuesti¨®n se llama Bush y es hija del presidente de Estados Unidos. ?se es el caso de Jenna, la gemela 'rebelde', que estudia en Austin y ha sido detenida ya en dos ocasiones. A la tercera, seg¨²n la ley de su padre, le caer¨¢n seis meses.
El nombre de Jenna aparece por primera vez en el 'fichero del alcohol' con fecha 31 de diciembre de 1997, aunque en esa ocasi¨®n, al parecer, como testigo. Su primera condena cay¨® el mes pasado, cuando alguien la denunci¨® por tener un botell¨ªn de cerveza en la mano en el interior de un club nocturno: ocho horas de servicio comunitario, seis horas de cursillo sobre los peligros del alcohol y 51,25 d¨®lares (unas 10.000 pesetas) en costas judiciales.
El martes por la noche ocurri¨® el segundo incidente en Chuy's, un restaurante tex-mex. Jenna intent¨® adquirir dos c¨®cteles margarita, uno para ella y otro para su hermana Barbara, de visita en la ciudad (estudia en Yale), utilizando un permiso de conducir en el que figuraba su fotograf¨ªa bajo el nombre de otra persona. El due?o del local decidi¨® hacerse c¨¦lebre y llam¨® a la polic¨ªa. Cuando llegaron los agentes, dos tipos con camisa hawaiana, miembros de la escolta del FBI que acompa?a siempre a las gemelas, ordenaron a la clientela que despejara el restaurante para evitar fotograf¨ªas embarazosas. Los cargos fueron presentados el jueves. Barbara, la gemela formal, es acusada de posesi¨®n de alcohol; Jenna, de utilizar documentos falsos para conseguir los c¨®cteles.
La prensa, como era de esperar, se ha volcado sobre el caso. Jenna & Tonic, titul¨® en portada el sensacionalista The New York Post. Los diarios m¨¢s circunspectos, como The New York Times, optan por un enfoque indirecto y subrayan que la frontera entre lo p¨²blico y lo privado es muy borrosa en una situaci¨®n como ¨¦sta, pero se solazan como el que m¨¢s en los detalles. El tema monopoliza las conferencias de prensa diarias de la Casa Blanca, cuyo portavoz, Ari Fleischer, insiste en pedir tacto: '?ste no es un asunto gubernamental; es un asunto familiar', dijo el jueves. Sobre la reacci¨®n del presidente, se limit¨® a comentar que hab¨ªa hablado por tel¨¦fono con sus hijas y que no se sent¨ªa 'feliz'. En plena campa?a, cuando se supo que George W Bush fue detenido 20 a?os atr¨¢s por conducir borracho, el candidato explic¨® que hab¨ªa procurado mantener los hechos en secreto para no escandalizar a sus gemelas.
Al margen del riesgo de c¨¢rcel si Jenna se acerca de nuevo al alcohol, otra amenaza pende sobre la familia Bush. Seg¨²n el temible Drudge Report, el medio informativo de Internet que desvel¨® las relaciones entre Bill Clinton y Monica Lewinsky, existe una filmaci¨®n de Jenna en la que la joven aparece bastante descontrolada.
Padres e hijas se encontrar¨¢n hoy, por primera vez en semanas, en la residencia presidencial de Camp David. Se espera una bronca notable. Las pobres gemelas deb¨ªan intuir problemas cuando le pidieron a George W. que no fuera candidato a la Casa Blanca.
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