Culto a Baco sin artificios
La firma produce en solitario vino ecol¨®gico en la Alpujarra almeriense
Existe un vino tinto sabor vainilla y tostado, con regusto a cereza y ciruela y equilibrado en boca en todos los sentidos que empieza a abrirse mercado junto a otro blanco, sabor pi?a y melocot¨®n maduro, con reminiscencias de mazap¨¢n y almendra adem¨¢s de tener bastante cuerpo. Descritos as¨ª, estos vinos no despiertan m¨¢s inter¨¦s que otros muchos, hasta a?adir el matiz que los convierte en poco menos que n¨¦ctar exquisito de unos vi?edos que funcionan desde hace dos d¨¦cadas: no sufren ning¨²n tratamiento qu¨ªmico y todo el proceso de elaboraci¨®n es ecol¨®gico.
El tinto de crianza J¨¢ncor y el blanco Oro del Llano comparten tambi¨¦n cartel con el rosado Infante Francisco Domingo. Los tres son productos exclusivos de la Bodega Cortijo El Cura, que lleva tan s¨®lo tres a?os afanada en lograr caldos atractivos en calidad y precio a la vez que 'irresistibles' por su sistema de producci¨®n natural.
Datos de inter¨¦s
Direcci¨®n Paraje de J¨¢ncor L¨¢ujar de Andarax Almer¨ªa Tel¨¦fono 950 52 40 26 Empleos Dos fijos 10 eventuales Facturaci¨®n 25 millones en 2000 Producci¨®n Cultivo y embotellado de vino
La diferencia principal estriba en que no se usan insecticidas y todos los abonos son org¨¢nicos y naturales
En unas 12 hect¨¢reas, a cuatro kil¨®metros de L¨¢ujar de Andarax, en plena Alpujarra almeriense y entre las sierras de G¨¢dor y Nevada, la finca ecol¨®gica de El Cortijo El Cura obtiene unos 40.000 litros de vino anuales en el conocido paraje de J¨¢ncor, en uno de los pagos m¨¢s famosos, el Llano de L¨¢ujar, y con unas condiciones naturales 'excelentes' para la pr¨¢ctica de la agricultura ecol¨®gica. Los hermanos S¨¢nchez Mart¨ªn, Justo y Antonio, se encargan de la cosecha y el embotellado en un meticuloso y artesanal proceso que, a primera vista, no resulta m¨¢s caro que el convencional. 'La diferencia principal estriba en que no usamos insecticidas de ninguna clase y todos los abonos son org¨¢nicos y naturales, a golpe de esti¨¦rcol. Tambi¨¦n echamos azufre a las vi?as para prevenir el hongo de la ceniza', explica Antonio.
El proceso de elaboraci¨®n implica tener que separar las hierbas tras el prensado de la uva. Esos restos org¨¢nicos vuelven a echarse a la tierra. Todos estos pasos encarecen, s¨®lo por la mano de obra empleada, la producci¨®n ecol¨®gica. 'Aunque ahorres en productos qu¨ªmicos gastas m¨¢s en jornales, por un lado. Y, por otro, nosotros no usamos ning¨²n tipo de clarificantes de s¨ªntesis. Eso quiere decir que el vino que sacamos tiene un porcentaje m¨¢s alto de turbio que retiramos del vino para volverlo a reutilizar como abono. O sea, que sacamos menos vino de cada litro con respecto a una bodega convencional', explica la en¨®loga de la finca, Mercedes Falc¨®n.
Los seis meses en barrica de roble m¨¢s otros seis reposando en botella, en el caso del tinto, hacen el resto para lograr sacar al mercado la botella de crianza a 850 pesetas y a unas 500 las de blanco y rosado. La en¨®loga traduce el ¨¦xito de estos caldos en la antig¨¹edad de las cepas a la vez que en las condiciones climatol¨®gicas de la zona. 'Los criterios tecnol¨®gicos de fabricaci¨®n son similares a los de los vinos convencionales pero nuestra uva no sufre ning¨²n tratamiento qu¨ªmico: no usamos levaduras ni nada fermentativo. La suerte', contin¨²a la experta, 'es que se trata de vi?edos viejos de m¨¢s de 20 a?os y dan mucho extracto. Cualquier persona que aprecia el vino quiere nuestro vino, pero no por ser ecol¨®gico sin m¨¢s', sostiene.
Las colonias de extranjeros residentes en Roquetas de Mar, pr¨®ximas a la zona, son, junto con el mercado provincial y el granadino, incondicionales de un vino que no produce achaques ingerido en grandes dosis. 'Nuestros clientes alemanes, acostumbrados a beber gran cantidad de vino, aseguran que con el nuestro jam¨¢s les ha dolido la cabeza, adem¨¢s de apreciarlo por su calidad de sabor', comenta Falc¨®n.
La en¨®loga anuncia por estos motivos de demanda creciente la pr¨®xima salida al mercado de un tinto de reserva que, aunque adivina con sabor a pimienta, reserva su descripci¨®n definitiva hasta septiembre, mes de presentaci¨®n.
Cuenta la tradici¨®n vitivin¨ªcola de la comarca que las primeras poblaciones que se asentaron en la zona buscando mineral, fenicios y romanos, se esmeraron por extraer el mejor caldo de la uva. Tambi¨¦n los ¨¢rabes, pese a la prohibici¨®n cor¨¢nica, se hicieron grandes viticultores. El culto a Baco, dios romano del vino que ense?¨® a los hombres el cultivo de la vid, se mantiene en la zona intacto al paso de los milenios y se reconcilia con sistemas de producci¨®n que los antiguos descubrieron y practicaron. Un vino ecol¨®gico y sin aditivos que ha sobrevivido al paso de la historia.
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