El entrenador m¨¢s caro del mundo

Hizo las maletas y dej¨® Espa?a por segunda vez cuando Seattle Supersonics, despu¨¦s de un mal inicio de temporada, recurri¨® a ¨¦l para dirigir al equipo en enero de 1992. Era la tercera oportunidad de George Karl en la NBA, despu¨¦s de dirigir a Cleveland y Golden State. En la liga profesional se gan¨® fama de egoc¨¦ntrico, gru?¨®n y pol¨¦mico. Tuvo que volver a la CBA y viajar a Europa a entrenar un equipo que se llamaba Real Madrid. Ahora en Milwaukee Bucks ha llevado a un equipo mediano a las puertas de la gran final.

Lloraba con facilidad y en un pa¨ªs extra?o se sent¨ªa s¨®lo, incomprendido. Realizaba constantes cambios de jugadores, lo que hoy t¨¦cnicamente se denomina rotaciones. Si ahora son imprescindibles, hace 12 a?os eran la excentricidad de un entrenador americano. En diciembre de 1989, con la muerte de Fernando Mart¨ªn, Karl vivi¨® uno de los peores momentos de su vida. ?l y su hijo Coby, un ni?o de 6 a?os que ten¨ªa al 10 del Real Madrid como uno de sus ¨ªdolos. Finaliz¨® la temporada y el equipo blanco no lo renov¨®: el fallecido Ram¨®n Mendoza, absorbido por el f¨²tbol, percibi¨® que el estadounidense era el t¨¦cnico ideal para el equipo cuando ya ten¨ªa firmado a su sustituto. Por eso en 1991 recurri¨® a ¨¦l de nuevo pero la NBA era un caramelo demasiado sabroso para no abrirlo.

Diez a?os despu¨¦s George Mathew Karl se ha convertido en el entrenador profesional mejor pagado del mundo. A partir del a?o 2002 cobrar¨¢ siete millones de d¨®lares por temporada (m¨¢s de 1.300 millones de pesetas). Adem¨¢s obtiene entre el 1 y el 2% de las acciones del equipo que le reporta m¨¢s de un mill¨®n. Y cl¨¢usulas por incentivos que pueden llegar a otro mill¨®n. En total casi 1.600 millones de pesetas al a?o. S¨®lo hay tres razones que puedan dejar sin validez ese contrato: ganar un t¨ªtulo, dirigir a la Universidad de Carolina del Norte y volver a entrenar en Europa, uno de sus sue?os. Karl coment¨® que uno de los motivos que le llev¨® a negociar un sueldo tan elevado fue ayudar a otros entrenadores a ganar influencia y respeto. D¨ªas despu¨¦s Glen Doc Rivers, t¨¦cnico de Orlando Magic renov¨® por casi el doble de dinero y reconoce que todo ha sido m¨¢s f¨¢cil despu¨¦s de lo logrado por Karl.

Tras firmar su contrato, prometi¨® a los 71 empleados de los Bucks que recibir¨ªan un cheque y una carta de gratitud por la ayuda que le han prestado en estos tres a?os en Milwaukee. En total se calcula que ha repartido m¨¢s de 200.000 d¨®lares (unos 40 millones de pesetas).

'Mi venganza es mi ¨¦xito', dijo. Karl no olvida como le despidieron de Seattle despu¨¦s de siete temporadas en las que no baj¨® de 55 victorias, logr¨® cuatro t¨ªtulos de la Divisi¨®n Pac¨ªfico y lleg¨® a la final de 1996. En su ¨²ltimo a?o en los Sonics logr¨® 61 triunfos pero su mala relaci¨®n con el presidente del equipo, Wally Walker, provoc¨® su marcha. 'Lo pasar¨¢n mal', asegur¨® cuando dej¨® Seattle. En tres a?os el equipo s¨®lo ha llegado a playoffs en una ocasi¨®n y Gary Payton, la gran estrella, puede ser traspasado.

En Milwaukee ha encontrado la estabilidad. Los Bucks es uno de los pocos equipos de la liga que aprovecha toda la riqueza t¨¢ctica que proporciona el baloncesto: 'El 70% de mis entrenamientos est¨¢n orientados hacia la defensa, pero he aprendido a respetar lo que ellos hacen, anotar puntos. Si entrara en el vestuario y anunciara que el ¨¦nfasis que ponemos en ataque debe ser reemplazado por la defensa, ser¨ªa provocar un mot¨ªn'. Ha cumplido 50 a?os, ha llegado a los 1.000 partidos en la NBA y a las 600 victorias. Ha logrado el t¨ªtulo de la Divisi¨®n Central y ha devuelto a los Bucks a la elite. Ya s¨®lo le queda ganar un anillo, dirigir a sus queridos Tar Heels de Carolina del Norte y volver a Europa para comprobar que eso de las rotaciones es de lo m¨¢s normal.