Un libro retrata la pasi¨®n filos¨®fica de Juli¨¢n Mar¨ªas
Ya no le queda mucho pelo y los que le quedan los tiene un poco soliviantados. Sus cejas tambi¨¦n se han vuelto m¨¢s rebeldes, ahora que ya no las esconden sus tradicionales gafas de montura de pasta. La mirada le llega desde muy adentro, desde la experiencia de lo vivido y, precisamente por eso, Juli¨¢n Mar¨ªas no se anda por las ramas. 'Mi vida no tiene nada de particular, pero ha sido la m¨ªa. Y en ella he sido fiel a lo que he cre¨ªdo y a lo que he querido. Y la he vivido siempre con entusiasmo'.
El 17 de junio de 1914, Juli¨¢n Mar¨ªas naci¨® en Valladolid. En 1995, la Diputaci¨®n vallisoletana le concedi¨® el premio que otorga a la trayectoria literaria, y ayer, Helio Carpintero present¨® en el pabell¨®n de actos culturales de la Feria del Libro de Madrid la biograf¨ªa que ha escrito con motivo de ese evento y que es el tercer t¨ªtulo de la colecci¨®n Premios Literarios que edita esa Diputaci¨®n.
Carpintero conoci¨® a Juli¨¢n Mar¨ªas en Soria, donde coincid¨ªan durante los veranos. Cuenta que fue para ¨¦l como un profesor particular y que las ense?anzas Juli¨¢n Mar¨ªas se las daba caminando. 'Como muchos de su generaci¨®n, fue un intelectual comprometido con su tiempo y con su pa¨ªs', dijo Carpintero. Y dijo tambi¨¦n que lo que Juli¨¢n Mar¨ªas le ense?¨® fue que 'la filosof¨ªa consiste en tomarse con seriedad la vida'.
Carpintero termin¨® por estudiar filosof¨ªa y ahora ha vuelto sobre la obra y la vida del autor de aquella Historia de la filosof¨ªa con la que se han educado tantos y tantos espa?oles. Ortega y Zubiri fueron algunos de autores que se recordaron ayer y que acompa?aron a Juli¨¢n Mar¨ªas en su desaf¨ªo de pensar los avatares de una ¨¦poca complicada.
'Fueron cinco a?os los que viv¨ª en Valladolid, los suficientes para sentirme vallisoletano', dijo Juli¨¢n Mar¨ªas. 'Tambi¨¦n me he sentido castellano, espa?ol, occidental o un hombre m¨¢s de la Am¨¦rica hisp¨¢nica. Pero nunca como algo aislado, ensimismado, siempre abierto hacia afuera'.
Carpintero, que re¨²ne tambi¨¦n en su libro una colecci¨®n de fragmentos de obras de Juli¨¢n Mar¨ªas, reconoce que su retrato pretende sintetizar las l¨ªneas maestras de la trayectoria del fil¨®sofo. Un pensador con una voz propia, fiel a las ra¨ªces de su formaci¨®n acad¨¦mica, preocupado por los avatares de Espa?a y hondamente comprometido con los desaf¨ªos de la filosof¨ªa'.
Juli¨¢n Mar¨ªas record¨® su relaci¨®n con La¨ªn Entralgo, fallecido el martes pasado. 'Lo conoc¨ª en 1940, hab¨ªamos estado en bandos distintos durante la guerra civil, pero supe desde el principio que era un hombre del que uno se pod¨ªa fiar'. Y es que son ¨¦sas las cosas que Juli¨¢n Mar¨ªas valora sobre todo. Haber hecho las cosas con veracidad, creyendo en ellas, sin impostura alguna. As¨ª lo ha hecho ¨¦l.
Babelia
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