El informe cient¨ªfico que encarg¨® el propio Bush confirma el cambio clim¨¢tico

George W. Bush estar¨¢ en una posici¨®n delicada el pr¨®ximo d¨ªa 15 en la cumbre de Gotemburgo (Suecia). No esperaba que sus aliados europeos encajaran tan mal como lo han hecho su negativa a ratificar los acuerdos de Kioto, y tampoco esperaba que su propia Administraci¨®n se dividiera. Los departamentos econ¨®micos del Gobierno estadounidense insisten en rechazar todo l¨ªmite a las emisiones e gases, pero los asesores pol¨ªticos de la Casa Blanca creen que el asunto est¨¢ haciendo mucho da?o a la imagen de Bush, cuyo nivel de aceptaci¨®n cae semana a semana. El presidente es percibido como enemigo del medio ambiente, tanto por el no a Kioto como por sus planes energ¨¦ticos, y su asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, admite que 'las cosas se han hecho mal en ese terreno'.

A ello se a?ade un informe de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU, encargadopor la propia Casa Blanca, que ratifica la existencia de un calentamiento de la Tierra por la acci¨®n del hombre. 'Los gases que provocan el efecto invernadero se est¨¢n acumulando en la atm¨®sfera terrestre, como resultado de las actividades humanas, causando un aumento de las temperaturas', dice el informe, que relaciona directamente el cambio clim¨¢tico con los gases emitidos por autom¨®viles y factor¨ªas.

La Casa Blanca reconoce que Bush acudir¨¢ a Suecia 'sin una contrapropuesta detallada' a los protocolos de Kioto, y que la publicaci¨®n del estudio cient¨ªfico complica a¨²n m¨¢s su situaci¨®n.

Apoyo de la UE a Kioto

Los ministros europeos de Medio Ambiente de la Uni¨®n Europea, por su parte, reiteraron ayer en Luxemburgo por unanimidad su claro apoyo al Protocolo de Kioto. La UE sigue comprometida a ratificar Kioto en 2002 y conf¨ªa en que EE UU revise su pol¨ªtica. El ministro italiano interino de Medio Ambiente, Gianni Mattioli, mantuvo el suspense hasta el ¨²ltimo minuto, pese a que antes de la reuni¨®n hab¨ªa manifestado que iba a dar su visto bueno a las conclusiones propuestas por la presidencia sueca en la UE. Y lo hizo contra las ¨®rdenes que le enviaba el nuevo primer ministro Silvio Berlusconi, que no quiere encontrarse con este compromiso internacional cuando acceda al poder. Mattioli consider¨® que su Gobierno hab¨ªa asumido un compromiso con Kioto y que la firma era la forma de coronarlo. 'Si Berlusconi quiere cambiar algo en la pol¨ªtica exterior de Italia, ser¨¢ bajo su propia responsabilidad', precis¨®. El texto adoptado ayer no es vinculante pero refleja la actitud de la Uni¨®n Europea. El nuevo Gobierno italiano parece que va por la misma l¨ªnea que Washington, de reticencia a Kioto. Por eso la comisaria europea Margot Wallstrom pidi¨® a los jefes de Estado o de Gobierno que confirmen su compromiso en Suecia.